El p¨ªcnic de Biden
Es la ONU y no el Despacho Oval el lugar en el que debe celebrarse una cumbre sobre la democracia
De vez en cuando, Alemania nos recuerda que, en democracia, las formas son fondos. Mientras, en EE UU, la mayor¨ªa del Partido Republicano cree que Biden rob¨® las elecciones y obstaculiza la investigaci¨®n del Congreso del delirante asalto al Capitolio, y el Tribunal Supremo polariza a¨²n m¨¢s a la sociedad volviendo sobre el derecho al aborto, una batalla de otra ¨¦poca, felizmente ganada. La sombra de Trump es alargada y existe la posibilidad de que gane las pr¨®ximas elecciones, dando alas a la internacional trumpista, si es que tal alianza ultra no tiene ya vida propia y acaba siendo su trampol¨ªn. Imaginen que los hombres fuertes ganan de nuevo en Brasil, Turqu¨ªa o Hungr¨ªa.
Pero, ?ay!, es la endeble democracia estadounidense quien se arroga el liderazgo con una cumbre de t¨ªtulo pomposo, ¡°por la democracia¡± nada menos, que anticipaba su futilidad. Pues si promover la democracia es realmente la preocupaci¨®n, ?a qu¨¦ viene excluir a los pa¨ªses que no lo son? ?Ante qui¨¦n la van a promover? No es el ¨¢nimo inclusivo lo que ha motivado la convocatoria, sino el espejismo de 1989, aquella l¨®gica de felicidad y McDonald¡¯s para todos bajo la ¨¦gida estadounidense, mientras el conflicto social y la desigualdad se sacaban de la agenda pol¨ªtica. Su ausencia fue la bomba que explot¨® en 2008 y trajo la d¨¦cada populista. El nombre de la cumbre es un trampantojo que esconde la l¨®gica geopol¨ªtica de quienes s¨ª han sido invitados, con el fin de formar un bloque antichino. Es irritante observar en acci¨®n una visi¨®n tan desfasada del orden mundial y sus nuevos desaf¨ªos.
Si algo ponen de manifiesto la pandemia y el cambio clim¨¢tico es que hay un frente com¨²n planetario y urge buscar formas ¨²tiles de cooperaci¨®n. ?Por qu¨¦ excluir a China de tales retos? La democracia tambi¨¦n debe llevarse a la gobernanza global, donde los marcos de cooperaci¨®n multilateral est¨¢n debilitados u obsoletos. Y en esa conversaci¨®n deben estar tambi¨¦n las autocracias, utilizando para ello los organismos internacionales. Porque es la ONU y no el Despacho Oval el lugar en el que debe celebrarse una cumbre sobre la democracia. Otra cosa es que en Europa, con un papel secundario en el p¨ªcnic de Biden, sigamos sin encontrar nuestra posici¨®n respecto a EE UU. Quiz¨¢ podamos fomentar un multilateralismo realmente inclusivo a trav¨¦s de alianzas propias, por ejemplo cooperando en la federalizaci¨®n de ?frica y Am¨¦rica Latina. Nuestro v¨ªnculo siempre ser¨¢ m¨¢s estrecho con EE UU, por nuestros valores comunes y una forma particular de entender el gobierno del pueblo, pero cuando el orden internacional se reduce a una disputa de titanes, ponerse de un lado solo ahonda la confrontaci¨®n. Ser¨ªa m¨¢s ¨²til erigirse en amortiguador buscando otras alianzas y actores, e impulsando precisamente formas ¨²tiles de cooperaci¨®n que reequilibren las relaciones internacionales. Y por el camino, hasta desarrollaremos de veras la idea de soberan¨ªa estrat¨¦gica.
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