Tres vacunados por cada 100 personas en los pa¨ªses pobres: el caldo de cultivo para nuevas mutaciones del coronavirus
La detecci¨®n de la preocupante variante ¨®micron en el sur de ?frica expone el fracaso de la gesti¨®n mundial de la pandemia
El vir¨®logo camerun¨¦s John Nkengasong hizo un dur¨ªsimo pron¨®stico en marzo. ¡°Europa est¨¢ intentando vacunar al 80% de sus ciudadanos [va por el 70%]. Estados Unidos quiere vacunar a toda su poblaci¨®n [est¨¢ en el 69%]. Acabar¨¢n la vacunaci¨®n, impondr¨¢n restricciones a los viajes y entonces ?frica se convertir¨¢ en el continente de la covid¡±, profetiz¨® Nkengasong, director de los Centros de ?frica para el Control y la Prevenci¨®n de las Enfermedades, con sede en la ciudad et¨ªope de Ad¨ªs Abeba. Este viernes, la UE y EE UU anunciaron el cierre de sus fronteras a los vuelos procedentes del sur del continente africano, tras la detecci¨®n en Botsuana y Sud¨¢frica de la variante ¨®micron, una nueva versi¨®n del coronavirus con m¨¢s de 30 mutaciones muy inquietantes. Nkengasong acert¨®. El mundo se puso en guardia. Las Bolsas mundiales cerraron en n¨²meros rojos.
Apenas tres de cada 100 personas han sido completamente vacunadas contra la covid en los pa¨ªses m¨¢s pobres del planeta, seg¨²n el recuento de la Universidad de Oxford, pese a que existen vacunas seguras y eficaces desde hace casi un a?o. En ?frica, la cifra de vacunados es del 7%, aunque hay pa¨ªses donde pr¨¢cticamente nadie ha visto una aguja, como Burundi (0,0025%), Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo (0,06%) y Chad (0,42%). La situaci¨®n mundial es un polvor¨ªn, tambi¨¦n para los m¨¢s ricos. El virus no para de mutar, al cometer errores al multiplicarse, as¨ª que cada enfermo, con hasta un bill¨®n de virus dentro de su cuerpo, aumenta las posibilidades de que surjan por azar versiones m¨¢s contagiosas o virulentas del pat¨®geno. Oficialmente, hay m¨¢s de tres millones de infectados confirmados cada semana, pero la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) advierte de que en ?frica ¡ªcon poblaci¨®n muy joven y en muchos casos asintom¨¢tica y deficientes medios de rastreo¡ª probablemente solo se detecta uno de cada siete casos.
El bi¨®logo et¨ªope Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, se ha desga?itado en los ¨²ltimos meses denunciando la desigualdad en la vacunaci¨®n. ¡°Cada d¨ªa se ponen seis veces m¨¢s dosis de recuerdo [la tercera inyecci¨®n en los pa¨ªses ricos] que primeras dosis en los pa¨ªses de bajos ingresos. Es un esc¨¢ndalo que debe terminar ya¡±, proclam¨® hace dos semanas. ¡°No tiene sentido poner dosis de recuerdo a adultos sanos o vacunar a los ni?os cuando los trabajadores sanitarios, las personas mayores y otros grupos de alto riesgo en todo el mundo est¨¢n todav¨ªa esperando su primera dosis¡±, alert¨® el et¨ªope. ¡°Nadie est¨¢ a salvo hasta que todos estemos a salvo¡±, sentenci¨®.
La vir¨®loga Nicksy Gumede-Moeletsi, de la oficina regional de la OMS en Brazzaville (Rep¨²blica del Congo), advierte de que la expansi¨®n fuera de control del coronavirus es el caldo de cultivo perfecto para la aparici¨®n de nuevas variantes ¡°muy preocupantes¡±, como ¨®micron. ¡°Mientras sigamos teniendo una cobertura de vacunaci¨®n tan baja, especialmente en ?frica, brindaremos la posibilidad de que las variantes se diseminen. ?frica necesita vacunas¡±, argumenta Gumede-Moeletsi.
La inmunizaci¨®n en el continente est¨¢ lastrada por los endebles sistemas sanitarios y una log¨ªstica deficiente para el traslado de los f¨¢rmacos en condiciones ¨®ptimas. Pero gran parte del problema radica en ese acaparamiento de dosis que denuncia la OMS por parte de los pa¨ªses desarrollados. Las grandes potencias econ¨®micas han prometido donar unos 2.000 millones de dosis, a trav¨¦s de la iniciativa COVAX, una cifra exigua para vacunar al 70% de la poblaci¨®n mundial con la pauta de dos inyecciones. EE UU ha ofrecido 1.100 millones de inyecciones, la UE, 500 millones; y Reino Unido y China, 100 millones cada uno, seg¨²n un an¨¢lisis del Consejo de Relaciones Exteriores, un laboratorio de ideas estadounidense. Las promesas ya son escasas y la realidad es cinco veces m¨¢s insuficiente que las promesas: solo se ha entregado una de cada cinco dosis prometidas, seg¨²n los ¨²ltimos datos de este grupo de reflexi¨®n, actualizados hace un mes.
Mientras sigamos teniendo una cobertura de vacunaci¨®n tan baja, especialmente en ?frica, brindaremos la posibilidad de que las variantes se diseminen¡±Nicksy Gumede-Moeletsi, vir¨®loga de la OMS
Despu¨¦s de meses de pol¨¦mica por la liberalizaci¨®n de las patentes de las vacunas contra la covid ¡ªla Organizaci¨®n Mundial del Comercio ha sido incapaz de llegar a un acuerdo por la oposici¨®n de algunos miembros, como la UE, Reino Unido, Noruega y Suiza¡ª, la OMS lanz¨® en junio un consorcio para intentar producir vacunas contra la covid en Sud¨¢frica. El continente depende ahora de las f¨¢bricas en India, China, EE UU y la UE, volcadas en los contratos con los pa¨ªses m¨¢s ricos.
La compa?¨ªa sudafricana Afrigen Biologics, apoyada por la OMS, intentar¨¢ copiar la f¨®rmula de la vacuna de la empresa estadounidense Moderna, criticada por la Casa Blanca por no ceder su receta pese a haber recibido unos 9.000 millones de euros en ayudas del Gobierno de EE UU. Afrigen ya ha reconocido que no tendr¨¢ vacunas al menos hasta el oto?o de 2022. El m¨¦dico Tom Frieden, exdirector de los Centros para el Control y la Prevenci¨®n de Enfermedades de EE UU, ha llegado a afirmar que ¡°dos empresas retienen al mundo como reh¨¦n¡±, en alusi¨®n a Moderna y Pfizer, presionadas para que compartan la tecnolog¨ªa de sus vacunas, consideradas las m¨¢s eficaces contra la covid.
La variante delta, detectada por primera vez en India hace un a?o, ya cambi¨® el curso de la pandemia, al tener mutaciones que la hac¨ªan ser el doble de contagiosa que las anteriores versiones del coronavirus. La variante ¨®micron presenta varias de las mutaciones de delta, sumadas a algunas in¨¦ditas y a otras ya observadas en las versiones alfa, beta y gamma, identificadas respectivamente en el Reino Unido, Sud¨¢frica y Brasil. Muchas de las m¨¢s de 30 mutaciones preocupantes de ¨®micron est¨¢n asociadas a una mayor transmisibilidad y a cierta capacidad para escapar de las defensas humanas ¡ªya sean las naturales o las generadas por las vacunas¡ª, pero probablemente se necesitar¨¢n semanas para confirmar su aut¨¦ntica peligrosidad.
La soluci¨®n, en cualquier caso, es conocida, como recuerda la vir¨®loga Isabel Sola. ¡°No es cuesti¨®n de hacer nada radicalmente nuevo, sino de extremar las medidas ya disponibles para limitar la transmisi¨®n del virus: mascarilla, ventilaci¨®n, contactos limitados, distancia¡ La vacunaci¨®n limita tambi¨¦n el avance de la infecci¨®n, por lo que ayudar¨ªa a contenerlo¡±, explica Sola, codirectora de una vacuna experimental contra la covid en el Centro Nacional de Biotecnolog¨ªa, en Madrid. ¡°Para evitar que aparezcan variantes lo elemental es limitar las infecciones, para que el virus no tenga la oportunidad de multiplicarse y cambiar¡±, recalca.
Es importante que invirtamos en ?frica: identificar nuevas variantes all¨ª es prevenir aqu¨ª¡±I?aki Comas, bi¨®logo
El bioinform¨¢tico Tulio de Oliveira, director del centro de respuesta a las epidemias de Sud¨¢frica, encabeza uno de los equipos que han detectado la variante ¨®micron. El jueves pidi¨® a los pa¨ªses ricos que no castigasen a la regi¨®n sudafricana con un cierre de fronteras. Los pa¨ªses que identifican las nuevas variantes son los que m¨¢s han invertido en laboratorios de an¨¢lisis, no necesariamente los lugares donde realmente surgen las mutaciones. ¡°El mundo deber¨ªa ayudar a Sud¨¢frica y a ?frica, no discriminarlas y aislarlas. Al protegerlas y apoyarlas, protegeremos al mundo¡±, implor¨® De Oliveira en sus redes sociales. No tuvo ¨¦xito. Al d¨ªa siguiente, la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, anunci¨® el cierre de las fronteras de la UE, pese a que ya se hab¨ªa detectado un caso de la variante ¨®micron en B¨¦lgica.
El bi¨®logo I?aki Comas aplaude a los cient¨ªficos sudafricanos. ¡°Lo importante es que los pa¨ªses tengan la capacidad de detectar estas variantes y que lo comuniquen r¨¢pido, como ha hecho Sud¨¢frica. No para crear alarmismo, pero s¨ª para aumentar nuestra vigilancia y poder valorar si realmente es una variante que puede cambiar la cara de la epidemia, como ocurri¨® con delta¡±, opina Comas, del Instituto de Biomedicina de Valencia (CSIC). ¡°Por eso es importante que invirtamos en todos estos pa¨ªses: porque identificar all¨ª es prevenir aqu¨ª¡±.
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