Camino autoritario en T¨²nez
La propuesta de Kais Said de elaborar una nueva Constituci¨®n persigue su perpetuaci¨®n autocr¨¢tica en el poder
El camino autoritario est¨¢ trazado. Deber¨ªa culminar el 25 julio de 2022, cuando los ciudadanos de T¨²nez ser¨¢n convocados a un refer¨¦ndum para ratificar la nueva Constituci¨®n promovida por Kais Said, el actual presidente. Un comit¨¦ de juristas, nombrado naturalmente por el propio Said, se encargar¨¢ de redactarla, siguiendo las indicaciones de quien ejerci¨® de profesor de Derecho Constitucional hasta su elecci¨®n como presidente en octubre de 2019.
Desde su toma de posesi¨®n, no tard¨® ni un a?o en acaparar todos los poderes, tras destituir al primer ministro, suspender las actividades del Parlamento y gobernar por decreto, vulnerando abiertamente la Constituci¨®n de 2014, la m¨¢s aperturista y democr¨¢tica de la geograf¨ªa ¨¢rabe, elaborada trabajosamente durante tres a?os por la asamblea constituyente elegida tras la Revoluci¨®n del Jazm¨ªn que derroc¨® al dictador Ben Ali. El pasado d¨ªa 13, anunci¨® sus planes para el futuro, que incluyen la suspensi¨®n del Parlamento durante un a?o m¨¢s, hasta el 17 de diciembre, fecha para la que ya ha anunciado unas elecciones legislativas anticipadas.
Apenas a?o y medio despu¨¦s de su golpe constitucional, Said intentar¨¢ instalarse como dictador permanente, pero el camino trazado puede tropezar f¨¢cilmente con serios obst¨¢culos. La econom¨ªa tunecina, pr¨¢cticamente estancada desde 2011 ¡ªun 0,8% de crecimiento anual de promedio¡ª, se ha hundido todav¨ªa m¨¢s con la pandemia. Los fracasos pol¨ªticos y econ¨®micos de la pasada d¨¦cada democr¨¢tica han sido el escabel sobre el que se ha subido este solitario ejemplar del populismo autoritario, pero las dificultades actuales de T¨²nez ya le pertenecen en su integridad.
El ¨¦xito de la transici¨®n democr¨¢tica, la elaboraci¨®n de una Constituci¨®n tan avanzada y feminista en el contexto ¨¢rabe o la participaci¨®n del islamismo pol¨ªtico en la vida parlamentaria convirtieron a T¨²nez en un ejemplo y una excepci¨®n, pero no pudieron con la pobreza, la corrupci¨®n, la desigualdad y, sobre todo, la decepci¨®n de los ciudadanos por los escasos resultados de la revoluci¨®n democr¨¢tica en la mejora de sus vidas. As¨ª es como Said, de ideas econ¨®micas desconocidas o nulas, ha contado con la popularidad en la calle y, sobre todo, con el apoyo de la Uni¨®n General de Trabajadores de T¨²nez, la poderosa central sindical que cuenta con m¨¢s de un mill¨®n de afiliados, sobre 11 millones de habitantes, en su mayor¨ªa empleados o asalariados de las administraciones.
Ahora mismo, Said se encuentra con el dilema de complacer al sindicato con aumentos salariales a los funcionarios y un incremento del salario m¨ªnimo o atender las demandas de rigor exigidas por el FMI para concederle las ayudas que necesita. Este peculiar presidente cuenta con simpat¨ªas entre los reg¨ªmenes autoritarios vecinos, notablemente las monarqu¨ªas ¨¢rabes, mientras crece la preocupaci¨®n entre los socios y aliados de la Uni¨®n Europea, especialmente por la facilidad con la que encaja con los planes del cada vez menos sutil expansionismo chino.
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