Los desequilibrios de Casado
Propaga la quiebra de Espa?a, por ver si llega; reniega de los fondos europeos hasta que se oficializan; busca que a su pa¨ªs se los retiren compar¨¢ndolo con Polonia. Pero fracasa en todo eso
Trafic¨® hasta con su m¨¢ster universitario, del que no hay prueba fehaciente. Y acusa a sus rivales de fraude fiscal, sin demostraci¨®n ninguna.
En premio a sus favores universitarios, patrocin¨® a Enrique Arnaldo, quien fue sumiso empleado de facto de su partido ¡ªel m¨¢s incompatible, ilegal, fan¨¢tico y mal vestido de todos¡ª, como magistrado de un Tribunal Constitucional desfallecido.
Dice defender la salud de los espa?oles. Pero se ubic¨® como ala extremista de Vox denigrando todo confinamiento contra la pandemia cuando era imprescindible. En contraste con el mayor sentido de Estado de la parafascista Marine Le Pen.
Asegura que apoya a los catalanes prometi¨¦ndoles un 155 todas las ma?anas. Pero ?ay!, logr¨® en Catalu?a el peor resultado de la historia del PP, al colocar solo una diputada en las ¨²ltimas elecciones: la que ser¨ªa su portavoz, Cayetana ?lvarez de Toledo, a la que enga?¨® prometi¨¦ndole libertad de expresarse y ahora la sanciona por utilizarla.
Ignora que en Catalu?a, el pa¨ªs valenciano, las islas Baleares y Andorra se habla igual idioma, con variantes. Y en su af¨¢n de dividir a los espa?oles, clama que el ¡°formenterino¡± no es catal¨¢n, como si su ¡°palentino¡± fuese lengua aparte del castellano, un atentado a la cultura y a la inteligencia.
Difunde el desvar¨ªo de que los nacionalistas catalanes torturan a los ni?os colocando ¡°piedras en sus mochilas¡±, y que no les dejan ¡°ir al lavabo¡± si no hablan catal¨¢n.
Ataca a los socialistas como encubridores de delitos sexuales de gente ajena a ellos en procesos aclarados, acotados y sentenciados por la justicia, en Valencia o Mallorca. Y jam¨¢s dijo ni mu contra la pederastia clerical.
Propaga la quiebra de Espa?a, por ver si llega; reniega de los fondos europeos hasta que se oficializan; busca que a su pa¨ªs se los retiren compar¨¢ndolo con Polonia. Pero fracasa en todo eso. Y en boicotear el presupuesto, cuya aprobaci¨®n le aleja sine die de un acceso precipitado a La Moncloa, ese hacerse un Rivera.
Evita mezclarse con Isabel D¨ªaz, su criatura ultra que le derrota en popularidad, para no escuchar que la aplauden m¨¢s. Y se afana en destruirla pues no sabe mandarla.
Y ataca con diatriba hist¨¦rica a Nadia Calvi?o como la ¡°peor ministra de la historia de Espa?a¡±, justo cuando los 27 la eligen como la mejor de toda la Uni¨®n Europea para un puesto clave en el FMI. Mientras a ¨¦l le ignoran al ser un don nadie, protector del racista Viktor Orb¨¢n.
Por todo ello, su ponderado correligionario gallego, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, le aconseja con acierto, en p¨²blico, que aporte ¡°serenidad¡± y ¡°sosiego¡± a Espa?a. Y no desequilibrios.
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