Un cometa NO se estrellar¨¢ contra la tierra y... fin de las buenas noticias
Hemos cambiado los cient¨ªficos por tecn¨®logos y la pasi¨®n del conocimiento por la del ¡®business plan¡¯. Y eso supondr¨¢ el fin del mundo
Netflix ha estrenado en la ¨²ltima semana de 2021 la pel¨ªcula del a?o. Durante cuatro d¨ªas consecutivos, No mires arriba ha sido trending topic en Twitter, desatando un aut¨¦ntico furor social debido a su dur¨ªsima cr¨ªtica a la sociedad contempor¨¢nea. Una alegor¨ªa dist¨®pica con Leonardo DiCaprio, Jennifer Lawrence, Meryl Streep, Cate Blanchett y Ariana Grande como postre pop que es en este momento lo m¨¢s visto en la plataforma en todo el mundo. Reconforta comprobar que, contra la exigencia del t¨ªtulo, la audiencia pide por mayor¨ªa altura de miras. Personalmente, no me resisto a analizarla. Aviso pues de spoilers sobre el sentido. La trama no los permite: va de un cometa que se estrella contra el mundo y fin.
Lo innovador de esta distop¨ªa es que nadie hace nada para remediar la cat¨¢strofe. Porque la clase pol¨ªtica est¨¢ m¨¢s centrada en su propio beneficio que en el bien com¨²n. Porque en la pel¨ªcula de Adam McKay los intereses de los poderosos se han convertido definitivamente en aut¨¦nticas pasiones, medievales e ingobernables como pod¨ªan serlo el honor o la venganza. Nuestro modelo pol¨ªtico se ha basado hasta ahora en la confianza de que existe un ¡°inter¨¦s razonable¡±, un ego¨ªsmo positivo. Es decir, en que los intereses viajan atados a la raz¨®n. Pues bien, ese tiempo ya pas¨® seg¨²n la cinta. A quienes gobiernan el mundo les importa m¨¢s un meme sobre su persona que el fin del mundo. Gobiernan dominados por una sola pasi¨®n: su propio ego.
¡°?Sab¨¦is por qu¨¦ quieren que mir¨¦is para arriba? Porque os quieren con miedo¡±, grita la presidenta en uno de sus m¨ªtines. Me refiero a Meryl Streep, que nadie se confunda con D¨ªaz Ayuso. El fil¨®sofo Ptolomeo ten¨ªa un lema muy parecido hace casi 2.000 a?os, solo que dec¨ªa justo lo contrario. ¡°Levantad la mirada¡±, escribi¨® en su descripci¨®n del Universo como llamada al conocimiento. Mirar hacia arriba ha sido el lema de los astr¨®nomos desde la antig¨¹edad hasta hoy, una forma de estar en el mundo y relacionarnos con ¨¦l: observarlo para tratar de entenderlo. En cambio, hay algo en este nuevo siglo que parece empe?ado en romper para siempre esta forma de relacionarnos y gobernarnos. ¡°Don?t look up¡±, grita Meryl Streep. Vive apasionada y fr¨ªvolamente, clama. Es lo mejor. No te compliques, t¨®mate una ca?a a la salida del curro. Total, vamos a morir todos. La cuesti¨®n es que una pol¨ªtica as¨ª necesitar¨ªa millones de ciudadanos al otro lado dispuestos a dar la espalda al conocimiento. Dir¨¢n que es complicado convencer a la humanidad de que deje de mirar las estrellas, a las esferas con su m¨²sica. Argumentar¨¢n incluso que una renuncia as¨ª implicar¨ªa una torsi¨®n sobre el sentido mismo de lo humano. Pero es que hay un truco. Porque la humanidad no va a dejar de mirar el cielo para mirar al suelo, nadie es tan tonto. Lo que va a pasar es que dejaremos de mirar arriba para mirar el m¨®vil. Y all¨ª, en esa peque?a pantalla hervir¨¢n los intereses como un enorme batido de jugos g¨¢stricos. El resultado es aterrador, lo s¨¦, por eso es muy importante el sentido del humor. As¨ª, en la vida virtual hasta lo m¨¢s triste resultar¨¢ supergracioso. Y si viene un cometa a aplastarnos o hay una crisis clim¨¢tica o una terrible pandemia o millones de personas durmiendo en campos de refugiados pues, no s¨¦, es mucho m¨¢s digerible con un buen chiste de TikTok. ?Qui¨¦n necesita la realidad teniendo internet?
Menos mal que nos quedan los medios de comunicaci¨®n. Es imposible que una democracia consolidada no informe libre y responsablemente sobre el fin del mundo. Pero va a ser que no. Porque esta ficci¨®n presenta a los grandes l¨ªderes de opini¨®n tan cegados como los pol¨ªticos por su propio ego, solo que mucho m¨¢s fr¨ªvolos. Como si no les importara ni el fin del mundo ni su propia muerte. ?Se imaginan un mundo donde los poderosos no pudieran imaginar su propio final? En un mundo as¨ª, la pol¨ªtica jam¨¢s detendr¨ªa el cambio clim¨¢tico o cualquier otro desastre. Pues los eg¨®latras (periodistas, pol¨ªticos, futbolistas o cantantes), movidos por la pasi¨®n hacia s¨ª mismos, se creer¨ªan eternos, mientras el planeta envejecer¨ªa un poco cada d¨ªa. Como si el poder viviera en un orgasmo permanente donde la muerte no puede existir. Y si lo hiciera, no afectar¨ªa al poderoso o no le importar¨ªa, porque en el momento del ¨¦xtasis la muerte siempre pierde.
Ah, bueno. Al menos seguiremos teniendo orgasmos, pensar¨¢n los optimistas. Incluso en el fin del mundo podemos enamorarnos, justo como intentan hacer el astr¨®nomo Leonardo DiCaprio y la periodista Cate Blanchett en la pel¨ªcula. No nos confundamos, corrige el director. En un mundo que mira abajo hay espacio para el sexo y romanticismo a borbotones, pero el amor est¨¢ perdido. Y aqu¨ª llega uno de mis momentos preferidos que es cuando Ariana Grande ¡ªque interpreta c¨ªnicamente a una diva del pop¡ª aparece cantando un hit juvenil lleno de palabras tan enormes como huecas. ¡°No hay lugar donde esconderse, el amor verdadero no muere¡±, canta a su enfervorizada y anestesiada audiencia. Pat¨¦tica y absolutamente genial.
Pero vamos a ver, ?es que nadie va a hacer nada? El salvador, como no pod¨ªa ser de otro modo, es un gur¨² tecnol¨®gico infantilizado, inteligent¨ªsimo y riqu¨ªsimo que no tiene un solo pensamiento para el conjunto en la cabeza. Mete lo peor de Steve Jobs, Mark Zuckerberg, Elon Musk y Jeff Bezos en un solo personaje y ya tienes al gur¨² de No mires arriba. ?l viene a recordarnos que la tecnolog¨ªa solo sabe mirar al suelo mientras los verdaderos cient¨ªficos, los sabios, los astr¨®nomos y los antiguos est¨¢n desterrados, no tienen un duro y son aut¨®nomos. ¡°Usted es un empresario, no un cient¨ªfico¡±, explica finalmente Leonardo DiCaprio al gur¨². Y ese es precisamente nuestro problema, el m¨¢s grave de todos. No son los pol¨ªticos, ni internet ni las divas del rock ni el ego de los periodistas. Lo peor es que los cient¨ªficos han dejado de mirar al cielo, se han olvidado de la poes¨ªa, de Ptolomeo y de quienes son. Hemos cambiado los cient¨ªficos por tecn¨®logos y la pasi¨®n del conocimiento por la del business plan. Y eso supondr¨¢ el fin del mundo. La buena noticia es que era todo una broma. ?Ning¨²n cometa viene hacia nosotros! La mala es que el resto es verdad. Feliz a?o.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.