Un paso m¨¢s hacia la dictadura en Rusia
Con la disoluci¨®n de Memorial, Putin no solo pretende reescribir la historia sino que persevera en su desd¨¦n por los derechos humanos
El golpe que acaba de asestar el r¨¦gimen de Vlad¨ªmir Putin contra Memorial, la organizaci¨®n no gubernamental rusa dedicada a la recuperaci¨®n de la entera verdad hist¨®rica sobre el estalinismo, a la preservaci¨®n de la memoria de las v¨ªctimas del terror sovi¨¦tico y a la defensa ahora de los derechos humanos, merece una especial atenci¨®n por parte de gobiernos e instituciones de la Uni¨®n Europea. Una justicia que se ha mostrado tan manejable por el Gobierno como lo fue en los peores tiempos de Josef Stalin ha declarado la disoluci¨®n de la instituci¨®n fundada en 1988 por el f¨ªsico nuclear, disidente sovi¨¦tico y premio Nobel de la Paz Andr¨¦i S¨¢jarov y autorizada por el art¨ªfice de la glasnot y la perestroika Mijail Gorbachov.
Putin ya no esconde ni siquiera sus formas. Primero declar¨® a Memorial ¡°agente extranjero¡±, luego exigi¨® que hiciera constar tal denominaci¨®n en todos sus actos y publicaciones. Finalmente, el Ministerio de Justicia y la Fiscal¨ªa, sus subordinados, han solicitado y obtenido la disoluci¨®n de una entidad que cuenta con valiosos archivos sobre las purgas estalinistas, los campos del Gulag, y sobre todos los millones de ciudadanos sovi¨¦ticos que fueron torturados, encarcelados o asesinados por ¨®rdenes de Stalin.
La magnitud de la represi¨®n catastr¨®fica que signific¨® el estalinismo no puede borrarse de un plumazo, tal como pretende Putin, envolvi¨¦ndose en los ropajes del papel jugado por el Ej¨¦rcito Rojo en la guerra contra el nazismo. No se trata tan solo de reescribir la historia, como suelen hacer todos los reg¨ªmenes y movimientos populistas y autoritarios. La disoluci¨®n de Memorial tambi¨¦n se dirige a los vecinos europeos amenazados por la acumulaci¨®n de tropas en las fronteras de Ucrania, y al Consejo de Europa, instituci¨®n que ha acogido las denuncias de Memorial y con la que Mosc¨² mantiene relaciones turbulentas y sobre todo intimidatorias. Ning¨²n pa¨ªs tiene tantas y tan graves condenas ni tampoco tantos incumplimientos en la corte de los derechos humanos de Estrasburgo en 2020 y solo la Turqu¨ªa de Erdogan le va a la zaga en la serie hist¨®rica.
La ignominia judicial llega hasta el extremo de tachar a Memorial de organizaci¨®n que quiere lavar al fascismo y promueve el terrorismo, en una demostraci¨®n flagrante de la inversi¨®n de la verdad que George Orwell explic¨® en su distop¨ªa 1984. Fue el dictador imaginado por el periodista y escritor brit¨¢nico quien aseguraba que ¡°quien controla el presente controla el pasado y quien controla el pasado controlar¨¢ el futuro¡±. La encomiable tarea de Memorial es un estorbo para la vertical del poder y la democracia soberana, los disfraces conceptuales de una dictadura personal cada vez m¨¢s descarada y de un proyecto expansionista, como es la recuperaci¨®n del antiguo espacio imperial sovi¨¦tico. Esta es una ambici¨®n todav¨ªa m¨¢s peligrosa para el conjunto de Europa por cuanto propulsa el ensue?o de una hegemon¨ªa sobre el entero continente, algo que Rusia nunca ha conseguido en toda su historia.
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