Menos ¡®Succession¡¯, m¨¢s ¡®First Dates¡¯
Justo en el momento hist¨®rico en el que pol¨ªticos y empresarios tienen menos capacidad para mentir a los ciudadanos, la ficci¨®n retrata m¨¢s que nunca esos enga?os
Como en Navidades anteriores, he aprovechado para ver series de televisi¨®n ¡°imprescindibles¡±. Y, como en a?os anteriores con Juego de Tronos y similares, mis expectativas se han frustrado miserablemente. Mi (supongo que defectuoso) ojo cr¨ªtico ve en alabadas producciones como Succession o No Mires Arriba, personajes planos, envueltos en tramas dise?adas exclusivamente para mantener la atenci¨®n, no estimular la reflexi¨®n. Las series de culto me parecen, con alguna honrosa excepci¨®n (como Chernobyl), comida r¨¢pida para el cerebro: mucho az¨²car y pocos nutrientes.
La escritora anglo-irlandesa Iris Murdoch dec¨ªa que la tarea de la filosof¨ªa era simplificar la realidad y, la de la ficci¨®n, mistificarla. Pero la mayor¨ªa de series del ¡°boom¡± televisivo, en lugar de mistificar, plastifican a los protagonistas en cromos vistosos e inertes. Obviamente, viva el pl¨¢stico, si el p¨²blico lo quiere. Lo que me preocupa es que se equipare el ¨¦xito de una serie a su capacidad para describir fidedignamente la realidad, como hacen muchos analistas. Porque media un abismo entre el horripilante cinismo de la pol¨ªtica que vemos en House of Cards o No Mires Arriba y la actividad pol¨ªtica real. Y lo mismo con el despiadado capitalismo de Succession y la verdadera econom¨ªa de mercado.
La paradoja es que, justo en el momento hist¨®rico en el que pol¨ªticos y empresarios tienen menos capacidad para mentir a los ciudadanos (nunca gobiernos y corporaciones han sido tan transparentes y han estado tan controlados), la ficci¨®n retrata m¨¢s que nunca esos enga?os. ?Por qu¨¦? Quiz¨¢s la industria cinematogr¨¢fica est¨¢ cada vez m¨¢s dominada por un pensamiento de izquierdas particularmente unidimensional y simple. Y s¨®lo los artistas m¨¢s heterodoxos o de derechas, como Clint Eastwood, plantean personajes complejos y redimibles.
Pero, sobre todo, creo que se debe a una Gran Confusi¨®n pol¨ªtica. En un mundo interconectado, los gobiernos lo tienen cada vez m¨¢s dif¨ªcil para resolver los problemas ciudadanos: de la inflaci¨®n a las pandemias, todo depende de factores lejanos e inmanejables. Y, como los pol¨ªticos son crecientemente impotentes, asumimos err¨®neamente que tambi¨¦n son m¨¢s mal¨¦volos.
Por suerte, nos queda la sofisticaci¨®n de las novelas de Murdoch. O la frivolidad de First Dates, cuyo caleidoscopio humano es m¨¢s rico y real que el de la mayor¨ªa de series. @VictorLapuente
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