Vejez

Dec¨ªa Emil Cioran que quien no muere joven, merece morir. No lo discuto, pero creo que ciertas personas viven tanto y tan incansablemente que se salen del c¨®mputo habitual y ya no merecen la muerte. En una entrevista cuando iba a cumplir 100 a?os, el periodista pregunt¨® a Ernst J¨¹nger: ¡°Ahora que es usted anciano...¡±. J¨¹nger le interrumpi¨®: ¡°No, perdone: yo fui anciano, como antes fui ni?o, joven, maduro... Ya he dejado la vejez atr¨¢s, ahora tengo lo que b¨ªblicamente se conoce por edad can¨®nica¡±. ?Puede uno salirse de la vejez por arriba, en vez de limitarse a no alcanzarla, como tantos? Entonces la muerte no llegar¨¢ ¨D?si llega!¨D como algo justificado sino como una interrupci¨®n impertinente, algo as¨ª como levantarse y abandonar el concierto en pleno allegro. Un esc¨¢ndalo, como escandaliza ver la indiferencia homicida con que hemos asistido a la desaparici¨®n durante la pandemia de tantos ancianos y ancianas que probablemente disfrutaban en sus residencias mucho m¨¢s de la vida que la mayor¨ªa de los tiernos imb¨¦ciles que les ignoran.

En Cry macho, su ¨²ltima (?¨²ltima?) pel¨ªcula, el bravo Clint Eastwood ofrece su filosof¨ªa vital como de pasada, sin engolamiento. A¨²n recuerdo cuando hace a?os inquisidores de entonces protestaban contra un ciclo de sus pelis en TVE (¡°Anda, al¨¦grame el d¨ªa¡±), tratando de cancelarle avant la lettre. Pero a Clint no se le cancela as¨ª como as¨ª: ah¨ª sigue a sus 91 a?os (dos menos que cent¨ªmetros rebasa del metro), seco, fiero, tierno. No oculta su edad ni se reduce a ella. A¨²n viaja a la aventura, a¨²n pelea sin alardes, a¨²n monta (con truco, pero...), a¨²n enamora y se enamora. Al adolescente que rescata le educa sin grandes discursos, solamente con el ejemplo liberador de la amistad. Cuando una zorra se burla de ¨¦l, comenta: ¡°as¨ª se r¨ªen las mujeres de uno si lleva la bragueta abierta¡±. Humor de veterano.