La desigualdad corroe el contrato social
Asusta pensar qu¨¦ hubiera sido de este pa¨ªs si la pandemia no hubiera supuesto un punto de inflexi¨®n en las pol¨ªticas neoliberales que negaban la inversi¨®n p¨²blica como herramienta frente las crisis
En los ¨²ltimos d¨ªas, han aparecido dos trabajos que desvelan el signo de los tiempos, la desigualdad. Asusta pensar qu¨¦ hubiera sido de este pa¨ªs y del conjunto de Europa si la pandemia no hubiera supuesto un punto de inflexi¨®n en las pol¨ªticas neoliberales que negaban la inversi¨®n p¨²blica ¡ªinversi¨®n, que no gasto¡ª como herramienta frente las crisis. As¨ª y todo, la desigualdad, que ya fue una de las principales resultantes de la Gran Recesi¨®n, ha vuelto a salir vencedora.
El informe Las desigualdades matan publicado por Oxfam al calor de la cumbre de Davos constata que los diez hombres m¨¢s ricos del mundo han duplicado su fortuna, que ha pasado de 700.000 millones a 1,5 billones de d¨®lares en estos dos a?os de pandemia. Mientras, el 99% de la humanidad ha visto reducirse sus ingresos, y m¨¢s de 160 millones de personas han ca¨ªdo en la pobreza. El estudio analiza las muertes causadas por la falta de acceso a servicios de salud, violencia de g¨¦nero, hambre y crisis clim¨¢tica, y concluye que la desigualdad contribuye a la muerte de 21.000 personas al d¨ªa, o sea, una cada cuatro segundos.
Centrando la mirada en Espa?a, el informe Foessa de C¨¢ritas alerta de que la desigualdad ha crecido m¨¢s en un a?o que en toda la crisis de 2008, manteni¨¦ndonos en los primeros puestos de los pa¨ªses de nuestro entorno. El informe llama la atenci¨®n sobre la situaci¨®n de los j¨®venes, una generaci¨®n doblemente golpeada por la crisis financiera y la pandemia, y se?ala que 1,45 millones de j¨®venes sufren exclusi¨®n social grave.
Las consecuencias de este incremento de la desigualdad son m¨²ltiples. Para Ant¨®n Costas y Xos¨¦ Carlos Arias, seg¨²n afirman en Laberintos de prosperidad (Galaxia Gutenberg), ¡°la principal es que supone un elemento de corrosi¨®n de primer orden para el contrato social, una fuente de malestar y tensionamiento que amenaza seriamente el futuro de las sociedades avanzadas.¡± En efecto, es dif¨ªcil separar la desigualdad de la desafecci¨®n democr¨¢tica.
Como recuerdan los profesores Costas y Arias, se suele aludir a dos tipos de factores para explicar el deterioro de la confianza en la democracia: aquellos que apelan a elementos culturales, y los de car¨¢cter socioecon¨®mico. Cada vez se hace m¨¢s evidente que son estos segundos los que suelen estar en la base de la desafecci¨®n y desconfianza en el sistema, si bien en ocasiones pueden activar tambi¨¦n los culturales, multiplicando as¨ª sus efectos. Todo esto acaba debilitando el contrato social en el que se fundan nuestras sociedades.
Por si fuera poco, hoy, la emergencia clim¨¢tica y la necesidad de transitar hacia modelos econ¨®micos sostenibles imposibilita volver a f¨®rmulas del pasado y obliga a repensar modelos productivistas. De ah¨ª que necesitemos del mejor conocimiento y altas dosis de habilidad pol¨ªtica para renovar nuestro contrato social haciendo frente a la desigualdad, fortaleciendo las democracias, y acelerando la transici¨®n ecol¨®gica justa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.