Antes de la teta de Rigoberta Bandini

La primera vez que vi a una mujer ense?ar una teta en un escenario fue a la cantante Sabrina Salerno, en la Nochevieja de 1987. Yo ten¨ªa ocho a?os, pero recuerdo como si fuera ayer el pecho borroso a c¨¢mara lenta delante de toda mi familia: era enorme y tenso, como a punto de estallar. Muy distinto a los pechos desnudos de mi madre, m¨¢s l¨¢nguidos y delicados. A lo mejor no era tan colosal como recuerdo, pero desde luego no cab¨ªa en el corpi?o diminuto que llevaba. Porque, por alguna extra?a raz¨®n, toda su ropa era demasiado peque?a, incluidos los vaqueros tama?o tanga. El caso es que la teta en cuesti¨®n se escap¨® contra su voluntad y toda Espa?a se puso muy contenta de su mala suerte. Mi padre, mi t¨ªo, mi primo y mi hermano se alegraron como nunca. Y todos en la mesa coincidieron en resaltar que las tetas en cuesti¨®n hab¨ªan sido operadas. Durante el incidente, Sabrina cantaba la canci¨®n Hot Girl, que tres hombres hab¨ªan compuesto para ella y que dec¨ªa cosas como ¡°Hot girl, hot girl, take me tonight, boy: I¡¯m looking for a good time, love: Whatever¡¯s on your mind¡±¡­ Una suerte de himno para chicas disponibles y calientes que Espa?a escuch¨® en comuni¨®n familiar.

Hace unos d¨ªas, la cantante Rigoberta Bandini ense?¨® las tetas en un escenario de Logro?o y en apenas unos segundos se convirti¨® en trending topic. A m¨ª me record¨® aquel primer pezongate, aunque muchas cosas han cambiado desde entonces. La primera es que todo el mundo habla de una teta que no ha salido por la tele y muy pocos han visto en persona. As¨ª pues, el esc¨¢ndalo ha estallado en Twitter, que es donde la gente de hoy en d¨ªa critica lo que no ha visto ni conoce. Y al contrario de lo ocurrido en el 87, muchos hombres (y algunas mujeres) se han enfadado con Bandini por levantarse la camiseta. En primer lugar porque los pechos no han aparecido por error, sino por mero placer de la cantante y en segundo porque su intenci¨®n es, seg¨²n algunos han se?alado, incorrecta. As¨ª que le ha llovido el hate en redes y en buena parte de la prensa patria. No tanto porque se subiera la holgada camiseta con la que act¨²a sino por las cosas que dec¨ªa al hacerlo. Esto ¨²ltimo quiz¨¢s tenga que ver con el hecho de que no sean hombres quienes escriben sus temas, pero no perdamos el hilo. Dec¨ªa que a los ofendidos les duele lo que dice en Ay, mam¨¢, la canci¨®n del destape. ¡°No s¨¦ por qu¨¦ dan tanto miedo nuestras tetas. Sin ellas no habr¨ªa humanidad ni habr¨ªa belleza¡± clama el tema que, para colmo de males, aspira a representar a Espa?a en Eurovisi¨®n. ?A qui¨¦n le dan miedo unas tetas cuando estamos cansados de verlas por todas partes?, se pregunta alg¨²n columnista despistado.

Lo que los ofendidos no dicen ¡ªquiz¨¢s porque nunca las han visto¡ª es que sigue habiendo muchas tetas invisibilizadas. De hecho, no hemos visto tantas que reivindiquen la lactancia sobre un escenario. Como no solemos ver pechos estriados, ni masectomizados, ni pezones lanzando leche al cielo o cubiertos por sujetadores anodinos y dom¨¦sticos. La teta de Rigoberta est¨¢ pues cargada de significados nuevos y ella que lo sabe ha respondido al hate con una promesa sobre su posible paso por Eurovisi¨®n. ¡°La teta ser¨¢ tan grande que no cabremos en el escenario y tendr¨¦ que cantar desde mi casa¡±. Su tuit acumula m¨¢s de 14.000 likes. Entre ellos, el m¨ªo.