Del caballo de Abascal a los ¡®Peaky Blinders¡¯
A lo mejor estamos prestando demasiada atenci¨®n a los disfraces de Vox
Los ¡°Fachi Blinders¡±. Era una de las bromas que los tuiteros han dedicado a los pol¨ªticos de Vox, que se han calzado su boina, sus botas y sus tirantes para hacer campa?a en las auton¨®micas de Castilla y Le¨®n. La comparaci¨®n comenz¨® con un tuit de Francisco Igea, candidato de Ciudadanos, que quer¨ªa criticar lo que parec¨ªan disfraces, pero en Vox ha sentado bien y la propia Macarena Olona, portavoz del partido en el Congreso, la ha hecho suya y la ha tuiteado. Y eso a pesar de que est¨¢ cogida por los pelos: los protagonistas de la serie llevan traje de tres piezas y no cazadora, y adem¨¢s son criminales, gitanos y antifascistas, como recordaban muchos tuiteros. No ha sido el ¨²nico paralelismo que ha tenido ¨¦xito: tambi¨¦n ha habido menciones a los se?oritos de Los santos inocentes y a la cacer¨ªa de La escopeta nacional.
Madre m¨ªa, los Peaky Blinders de Hacendado... pic.twitter.com/EWYNcXZLNP
— Bender El Que Ofende (@BenderOfuscado) January 22, 2022
— Macarena Olona (@Macarena_Olona) January 23, 2022
Pero esto ya lo hemos vivido. Vox se present¨® a las elecciones andaluzas de 2018 con un v¨ªdeo en el que Santiago Abascal montaba a caballo con la m¨²sica de El se?or de los anillos de fondo. Igual que en estas fotos de domingueros, la escena llegaba al terreno de la autoparodia. Twitter se llen¨® de memes y los medios publicaron columnas jocosas, pero el partido ultra sum¨® 12 esca?os en esas elecciones y acabamos todos sumidos en un debate sobre humor, pol¨ªtica y redes sociales.
En ese momento, muchos aseguraron que los chistes solo hab¨ªan servido para darles una atenci¨®n exagerada y, hasta entonces, inmerecida. Cada meme con el que supuestamente se quer¨ªa ¡°destruir¡± a Vox en realidad hab¨ªa amplificado su mensaje y hab¨ªa proporcionado miles de votos m¨¢s al partido¡ Hasta el punto de que ¡°50.000 votos m¨¢s para Vox¡± se convirti¨® en otra broma recurrente: ?se me ha enfriado el caf¨¦? 50.000 votos para Vox. ?Llueve? 50.000 votos para Vox. ?Me ha salido un grano? 50.000 votos para Vox.
— Proscojoncio (@Proscojoncio) November 12, 2018
No es un debate que se circunscriba a Twitter, aunque ah¨ª se note m¨¢s el ruido: lo vivieron los c¨®micos estadounidenses con Donald Trump y los brasile?os con Jair Bolsonaro. Y tambi¨¦n es anterior a la aparici¨®n de estos nuevos ultras: salvando las distancias, pas¨® algo parecido con Caiga quien caiga. En sus memorias, El mundo de la tar¨¢ntula, Pablo Carbonell recuerda la atenci¨®n que se le prest¨® a Esperanza Aguirre, entonces ministra de Cultura. Seg¨²n el m¨²sico y actor, ¡°siempre supo muy bien d¨®nde estaba y cu¨¢l era el r¨¦dito que pensaba obtener¡±. Otro ejemplo: en 2002, el entonces coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, exig¨ªa salir en Las noticias del gui?ol porque todas las fuerzas pol¨ªticas ¡°deben tener voz en los medios p¨²blicos y privados¡±. Si no tienes mu?eco, no existes. Si no te hacen memes, no importas.
Aun as¨ª, todo esto es muy matizable: siguiendo con Aguirre, mucha gente se aprendi¨® su nombre, pero durante esos a?os su valoraci¨®n baj¨® m¨¢s que la del resto de ministros. Y es poco cre¨ªble que un pu?ado de chistes pueda decidir elecciones. Como escrib¨ªa el soci¨®logo Christie Davies, los chistes son un term¨®metro y no un termostato: indican lo que ocurre, pero no lo pueden cambiar. Y lo que ocurre es que Vox quiere llamar la atenci¨®n con su est¨¦tica de cart¨®n piedra.
No tengo una respuesta definitiva a este debate, pero, en cualquier caso, no desestimar¨ªa del todo el poder del meme cuando este partido va buscando la burla de forma descarada, subiendo cada vez m¨¢s fotos de sus excursiones al monte. La buscan tanto que si de una boina colgara la etiqueta con el precio, ser¨ªa muy dif¨ªcil convencerme de que ha sido un desliz y no parte de su estrategia de comunicaci¨®n.
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