La alarma de la desilusi¨®n en Costa Rica
La alta abstenci¨®n marc¨® la jornada electoral del domingo y, a menos que el porcentaje de participaci¨®n aumente, el nuevo presidente llegar¨¢ con una baja legitimidad electoral al Gobierno
Costa Rica, pa¨ªs de Am¨¦rica Central que inici¨® el calendario electoral de 2022, decidir¨¢ qui¨¦n ser¨¢ su presidente en balotaje el domingo 3 de abril, dos meses despu¨¦s de los comicios en primera ronda. Quienes lideran los resultados electorales son Jos¨¦ Mar¨ªa Figueres Olsen (Partido Liberaci¨®n Nacional-PLN) y Rodrigo Chaves Robles (Progreso Social Democr¨¢tico-PPSD), conforme al ¨²ltimo corte de datos del Tribunal Supremo de Elecciones. Es la tercera vez consecutiva que la definici¨®n sobre qui¨¦n va a llegar a la Casa Presidencial se dirime en un balotaje.
La jornada electoral acaecida este domingo 6 de febrero puede ser descrita como una ¡°fiesta de colores¡±, en alusi¨®n a las variadas banderas y colores que se observaban en los diversos recintos de votaci¨®n. Empero tambi¨¦n evidenciaba una oferta electoral amplia (25 candidaturas presidenciales) y un desaf¨ªo de decisi¨®n para un electorado confuso, reflejado en un 32% de indecisos (conforme a la ¨²ltima encuesta del Centro de Investigaci¨®n y Estudios Pol¨ªticos, CIEP UCR), d¨ªas previos a la votaci¨®n.
Figueres Olsen, quien encabezaba la intenci¨®n de voto en los sondeos preelectorales, lidera el conteo con un 27,29% (419.359 votos). Le sigue Chaves Chavarr¨ªa con el 16,64% (255.730 votos). En tercer lugar est¨¢ Fabricio Alvarado (Nueva Rep¨²blica) con un 15,06%. Este ¨²ltimo candidato fue quien disput¨® la presidencia en la segunda vuelta en las elecciones pasadas, bajo la bandera de Restauraci¨®n Nacional.
Los comicios electores acaecidos este domingo 6 de febrero fueron at¨ªpicos en varios sentidos, principalmente al desarrollarse en medio de una pandemia, y con una mujer liderando por primera vez el organismo electoral y la amplia oferta electoral.
Aunado a lo anterior, la carrera por la silla presidencial no fue entre dos, ni tres candidatos, sino entre seis que lideraban la intenci¨®n de voto en las encuestas, y una mezcla entre partidos pol¨ªticos emergentes, otros que ya hab¨ªan competido previamente, y finalmente con protagonistas tambi¨¦n a las dos fuerzas tradicionales, el Partido Liberaci¨®n Nacional y el Partido Unidad Social Cristiana (que junto al candidato de Nueva Rep¨²blica estaban en empate t¨¦cnico por el primer lugar).
Finalmente la ciudadan¨ªa se decant¨® por Figueres Olsen, quien ya fue presidente del pa¨ªs (1994-1998) y es el candidato del partido pol¨ªtico m¨¢s longevo y el que ha llevado m¨¢s personas a la presidencia, incluyendo a la primer y ¨²nica mujer. En la otra acera se encuentra un exministro de Hacienda del actual Gobierno de Carlos Alvarado (Partido Acci¨®n Ciudadana). Chaves Robles previamente trabaj¨® en el Banco Mundial, dej¨® el puesto enfrentando acusaciones de acoso y hostigamiento sexual y fue sancionado por ¡°comportamiento inapropiado¡±.
Otro dato at¨ªpico de los comicios es el hist¨®rico porcentaje de abstencionismo ¡ª40%¡ª (el promedio rondaba el 32%). Este n¨²mero debe encender la alarma de que estamos enfrente a una democracia electoral estable, pero con una ciudadan¨ªa descontenta, desilusionada y en general en un contexto de d¨¦ficit democr¨¢tico. A menos que el porcentaje de participaci¨®n aumente, el nuevo presidente llegar¨¢ con una baja legitimidad electoral, la cual recordando a Pierre Rosanvallon, esta instituci¨®n invisible es clave en democracia, ya que los gobiernos deben ser capaces de enfrentar el desaf¨ªo de hacer que sus decisiones sean permanentes. Este parece ser unos de los principales retos a los que se enfrentar¨¢n el nuevo presidente del pa¨ªs.
?Qu¨¦ pas¨® con el Partido Acci¨®n Ciudadana? Costa Rica no escapa de presentar tendencias regionales, como lo son el castigo a los oficialistas. El partido en el poder sufri¨® el mayor declive desde su fundaci¨®n en el a?o 2000, al obtener en estas elecciones un 0.66% de votos. Varias conjeturas pueden explicar este resultado. La principal es que despu¨¦s de ocho a?os y dos periodos de gobierno, se ha desgastado y las promesas de cambio, tanto en la forma de hacer pol¨ªtica como en un proyecto pol¨ªtico de mejorar la vida de las y los costarricenses, no fueron suficientes para la ciudadan¨ªa. Esto se expres¨® en un voto de castigo, que incluso parece que lo va a llevar a perder la totalidad de las 10 curules que hab¨ªa obtenido en el congreso en el a?o 2018.
?Estamos en presencia de un voto antisistema? En el caso del exministro Rodrigo Chaves Robles, en su discurso, en las entrevistas y en los debates presenta elementos de desaf¨ªo al statu quo, tanto contra las ¨¦lites gobernantes y pol¨ªticas, la prensa y los medios de comunicaci¨®n, y en general sobre el funcionamiento del sistema pol¨ªtico. Empero no hay datos suficientes para concluir esta caracter¨ªstica.
En general la oferta program¨¢tica de ambos candidatos no difiere tanto en temas ambientales (ambos se oponen a la exploraci¨®n y explotaci¨®n de petr¨®leo). En materia econ¨®mica ambos se oponen a nuevos impuestos y ambos consideran que se debe renegociar con el Fondo Monetario Internacional. Asimismo muestran posturas conservadoras en el tema de la despenalizaci¨®n del aborto o la interrupci¨®n legal del embarazo y en legalizar la eutanasia.
?Hay una vuelta al bipartidismo? La respuesta es no. Este voto castigo contra el oficialismo no provoc¨® necesariamente un proceso de realineamiento a las fuerzas tradicionales (PLN y PUSC). Debido a que esta desafecci¨®n ciudadana y voto castigo fortaleci¨® a una fuerza pol¨ªtica emergente, el PPSD, el cual nunca hab¨ªa participado en elecciones y cuyo candidato presidencial se vali¨® de figuras medi¨¢ticas. Los datos electorales lo que demuestran, preliminarmente, es que hay un proceso inconcluso de alienaci¨®n y realineaci¨®n pol¨ªtica partidaria, ya que se fortalecen los partidos pol¨ªticos tradicionales (el PLN), empero tambi¨¦n irrumpen en la escena otras organizaciones pol¨ªticas, cada cuatro a?os. Esta situaci¨®n tambi¨¦n se ve reflejada en el Congreso, conforme a los datos preliminares del TSE, hay tres partidos pol¨ªticos que nunca hab¨ªan tenido representaci¨®n parlamentaria obtuvieron curules, lo que afirma la tendencia al multipartidismo.
?Qu¨¦ retos enfrentar¨¢ el pr¨®ximo presidente?
Como se mencion¨® previamente, el multipartidismo ya es una caracter¨ªstica del sistema de partidos costarricense, y quien llegue a la presidencia va a tener que gobernar con un congreso fragmentado. De los datos preliminares, con un 79.7% de las mesas escrutadas, seis ser¨¢n las agrupaciones pol¨ªticas representadas en el parlamento y ninguna tiene mayor¨ªa (29 votos).
El pr¨®ximo presidente tendr¨¢ que formar coaliciones para lograr gobernar, en un escenario convulso, ya que el actual Gobierno negoci¨® un pr¨¦stamo con el FMI, que entre los acuerdos incluyen reformas legales al empleo p¨²blico, impuestos otras medidas que son impopulares. Sin embargo, ninguno tiene mayor¨ªa, por lo cual se va a ver obligado a negociar y ceder en sus propuestas de pol¨ªticas p¨²blicas.
El escenario de incertidumbre se redujo a dos opciones, que por las propias caracter¨ªsticas del balotaje, tendr¨¢ que centrar sus posiciones y formar coaliciones, empero no solo con mira a ganar las elecciones sino a poder gobernar.
Carolina Ovares, soci¨®loga y abogada por la Universidad de Costa Rica. Colaboradora de Agenda P¨²blica.
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