Isabel D¨ªaz Ayuso es Georgina y el David de Miguel ?ngel (a la vez)
A la presidenta de Madrid le sobra caradura y legitimidad. Con un contrato puede ayudar a su ciudad y a su ¡®brother¡¯. ?Se puede ser m¨¢s emp¨¢tica y eficaz? Ella sabe que su gente la entender¨¢
As¨ª, al mismo tiempo, en una sola comparecencia. Ella es la fuerza, el destino mismo del Partido Popular y de Madrid. Ella es tambi¨¦n el futuro de la naci¨®n. Ella es Madrid y Madrid es Espa?a. Porque ella posee lo que ninguno de sus contrincantes pol¨ªticos es capaz siquiera de imitar: terribilit¨¢ pol¨ªtica. Ella es, como el m¨ªtico David de Miguel ?ngel, la revelaci¨®n antes de la acci¨®n. Ese momento en que el cuerpo desnudo del hondero parece relajado y sin embargo est¨¢ pre?ado de tensi¨®n, ese instante en que la piedra que arrojar¨¢ al filisteo ya est¨¢ en la mano, cuando ya nada puede detenerlo, cuando la decisi¨®n racional se ha convertido en cuerpo y el destino mismo pasa a primer plano. Ella posee la mirada del David, tan segura y victoriosa que muchos historiadores del arte han discutido si la escultura refleja el instante antes de lanzar la honda o el momento en que el filisteo cae derribado. Lo mismo sucede con ella. En su art¨ªstica comparecencia, Isabel D¨ªaz Ayuso era ya su destino y pod¨ªa ver, como cualquiera con sensibilidad art¨ªstica, a Goliat derribado.
Poco importa ya si su hermano se llev¨® o no una mordida de la gesti¨®n de Isabel D¨ªaz Ayuso en la crisis sanitaria de la Comunidad de Madrid, igual que poco import¨® su gesti¨®n de las residencias de ancianos. Qu¨¦ puede importarle eso a ella, que se alquil¨® dos pisos de lujo para confinarse en condiciones y se convirti¨® en Dolorosa para politizar el dolor. Ella es pura hibris griega, esa desmesura de orgullo y arrogancia, la que necesitan los h¨¦roes y hero¨ªnas, y por la que acaban padeciendo ante sus dioses. Ella va a derribar todos los muros y eso el p¨²blico lo sabe y lo que es m¨¢s importante: lo siente. Por eso presume de mayor¨ªa absoluta sin haberla conseguido. Y por eso va a acabar con los l¨ªmites y con los hombres de su partido. Es maravilloso ver c¨®mo los chicos del PP intentan derrocarla y la esp¨ªan torpe (e ilegalmente), lentos y anticuados como sus despachos. Almudena Grandes lo dej¨® escrito en este mismo peri¨®dico, como un vaticinio, refiri¨¦ndose a ella y a Cayetana ?lvarez de Toledo como los grandes peligros de la derecha espa?ola: ¡°Isabel D¨ªaz Ayuso, ant¨ªtesis de las l¨ªderes populares que hab¨ªamos conocido hasta ahora. Son juveniles, estilizadas, atractivas, brillantes y, sobre todo, malas. Est¨¢n dispuestas a mentir, a conspirar, a influir y a hacer da?o. Re¨²nen todas las condiciones frente a las que su organizaci¨®n no est¨¢ preparada para reaccionar¡±.
Almudena ten¨ªa raz¨®n. Isabel D¨ªaz Ayuso excede a la organizaci¨®n de su partido y est¨¢ dispuesta a hacerlo estallar. ?Y entonces qu¨¦ pasar¨¢? ?Ser¨¢ mejor para Vox? ?Se romper¨¢ el PP? ?Fundar¨¢ otro partido? ?Ser¨¢ ella acaso la nueva l¨ªder de Vox? Pues todo podr¨ªa ser, lo ¨²nico seguro es que va a cumplir con su destino con la m¨¢s absoluta y populista desfachatez. Porque Isabel D¨ªaz Ayuso, figura renacentista de piel marm¨®rea posee, no solo la terribilit¨¢ del David sino tambi¨¦n (y al mismo tiempo) la desverg¨¹enza literal y clasista de Georgina, ¨²ltimo mito de ostentaci¨®n aplaudido por espectadores de todo el pantone pol¨ªtico. Quiero decir que le sobra caradura y legitimidad, una mezcla explosiva que se da pocas veces. Y, cuando sucede, a la gente le encanta, como se ha visto en el docureality de Netflix. Por eso, lo que los enemigos pol¨ªticos de Ayuso deben entender es que ella antes vend¨ªa bolsos, tan simple como eso. Pero no en Massimo Dutti ¡ªcomo Georgina¡ª sino en los tenderetes donde los pol¨ªticos venden sus mantas zamoranas, en la pol¨ªtica de calle, la del cuerpo a cuerpo, donde la gente habla, tuitea, toma cervezas, se r¨ªe y vocifera. Isabel es de Chamber¨ª, vive alquilada y sabe lo que es pagar una fortuna por un piso de cincuenta metros cuadrados en Malasa?a, ?vale?, as¨ª que puede amarrarse un ¨¢tico (mejor dos) para pasar la pandemia y regalar una propina ¡ªm¨¢s de 200.000 euros, dicen¡ª a su hermano si ayuda a mejorar las condiciones sanitarias de su ciudad. Ayudar a su ciudad y a su brother. ?Se puede ser m¨¢s emp¨¢tica y eficaz? Isabel es sin duda la respuesta a la pregunta y ella sabe, adem¨¢s, que su gente la entender¨¢. Y la sentir¨¢ muy adentro, adem¨¢s. Igual que ella siente a lo suyos por encima de la ¨¦tica, la econom¨ªa o las instituciones. Porque ella no es como los empollones de escuelas de negocios que la acosan en su partido, tan grises y mediocres como sus trajes. Ella es m¨¢s fuerte y peligrosa que todos ellos juntos. Y eso es lo que ha demostrado en su ¨²ltima y gloriosa comparecencia. Es cierto que hay muchas dudas y sombras sobre su gesti¨®n, pero son todas maquiav¨¦licas, matices sin importancia a sus ojos. El debate consiste ahora en si el fin justifica los medios, m¨¢s o menos. Sin embargo, la superioridad del pr¨ªncipe nadie la discute. Solo ella, que es destino y es princesa.
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