La pelea del PP baja a la calle en Madrid
Ha llegado la hora de que quienes piden un congreso extraordinario lo digan en p¨²blico
Pablo Casado ha convocado hoy a su comit¨¦ de direcci¨®n sin que haya entregado la cabeza de su secretario general, Teodoro Garc¨ªa Egea, como le piden algunos barones tras dar por buenas las explicaciones de la presidenta de la Comunidad de Madrid sobre la comisi¨®n de su hermano en el contrato de esa comunidad aut¨®noma para la compra de mascarillas. El presidente del partido acude a la misma sede nacional del PP ante cuyas puertas se manifestaron ayer unas 3.000 personas pidiendo su dimisi¨®n, la dimisi¨®n de Garc¨ªa Egea y reclamando que Isabel D¨ªaz Ayuso ocupe su lugar como lideresa del partido y candidata a La Moncloa. Una intensa campa?a en las redes sociales hab¨ªa extendido durante las ¨²ltimas horas la convocatoria ante las sedes populares de toda Espa?a, pero solo en Madrid las protestas de apoyo a D¨ªaz Ayuso tuvieron ¨¦xito. El trumpismo espa?ol ¡ªmuy concentrado en la capital como pudo apreciarse ayer¡ª se revuelve contra el dirigente elegido en primarias por la militancia del partido hace cuatro a?os. Cualquier otro candidato que se postule a poner remedio a la implosi¨®n popular habr¨¢ tomado buena nota de hasta qu¨¦ punto ha llegado la alimentaci¨®n del monstruo populista en su seno. El partido del orden dirimiendo en la calle sus conflictos org¨¢nicos sin que la beneficiaria de la agitaci¨®n callejera ¡ªel nombre de D¨ªaz Ayuso figuraba en la convocatoria an¨®nima¡ª hubiera desautorizado el aquelarre. La p¨¦rdida de institucionalidad alcanza de manera abrasiva desde ayer al Partido Popular, contagiados sus dirigentes de los modos que exporta la derecha radical norteamericana. La degradaci¨®n de la conversaci¨®n p¨²blica espa?ola tiene mucho que ver con el uso permanente que los portavoces populares han hecho de las hip¨¦rboles, los insultos, las descalificaciones personales y la desinformaci¨®n. Esa escalada verbal que alegremente han aplicado a sus adversarios pol¨ªticos se la est¨¢n dedicando ahora entre ellos y la reciben, asombrados, de algunos de sus soportes medi¨¢ticos habituales.
Casado ha resistido hasta hoy la presi¨®n de los barones que est¨¢n pidiendo la cabeza de su n¨²mero dos, el secretario general Garc¨ªa Egea, o la suya directamente, por la desastrosa gesti¨®n de la crisis. Nadie lo ha formulado en p¨²blico, ninguno habl¨® cuando se reuni¨® hace una semana el comit¨¦ ejecutivo nacional, antes del estallido que provoc¨® D¨ªaz Ayuso con la acusaci¨®n de espionaje, pero ya tras el fiasco de Casado en las elecciones en Castilla y Le¨®n. En la hora tan cr¨ªtica que est¨¢ viviendo el Partido Popular, ha llegado el momento de escuchar p¨²blicamente a todos los que tienen la responsabilidad de impedir que el futuro del PP se dirima fuera de sus ¨®rganos competentes, ordinarios o extraordinarios.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.