La sociedad civil en Ucrania
Los ciudadanos, que han desarrollado un sentimiento de identidad nacional que ahora se resiste a la invasi¨®n rusa, han demostrado ser un verdadero motor de cambio
La resistencia, la determinaci¨®n y la valent¨ªa de los ucranios al enfrentarse a la invasi¨®n rusa han sorprendido y conmovido a muchos observadores del resto de Europa. Habiendo tenido la oportunidad de conocer a actores de la sociedad civil en algunos viajes de investigaci¨®n entre 2006 y 2019, no me sorprendi¨®: entre los muchos acontecimientos inesperados de esta brutal agresi¨®n, mi ¨²nica certeza era que los ucranios resistir¨ªan la invasi¨®n cualquiera que fuera el coste en vidas humanas. El presidente Volod¨ªmir Zelenski, elegido en 2019 en una plataforma populista con m¨¢s del 70% de los votos, capta bien el esp¨ªritu de dignidad y desaf¨ªo que comparten muchos en Ucrania.
Mi ¨²ltimo viaje a Ucrania en septiembre de 2019 me llev¨® a J¨¢rkov y Kiev para investigar c¨®mo hab¨ªa cambiado el panorama c¨ªvico. J¨¢rkov, que ahora resiste bajo los bombardeos rusos, est¨¢ a 30 kil¨®metros de la frontera rusa. Es una ciudad predominantemente rusoparlante que ten¨ªa muchos lazos con Rusia antes de 2014, cuando Mosc¨² se anexion¨® Crimea y persigui¨® la primera invasi¨®n de Ucrania en el Donb¨¢s.
La experiencia del conflicto llev¨® a una oleada de voluntarios a apoyar a los desplazados que hu¨ªan de las zonas conflictivas y a los que luchaban en el frente contra los militares rusos y los separatistas. Station Kharkiv, una organizaci¨®n de voluntarios creada en junio de 2014 por unos pocos ciudadanos con un par de sillas y una mesa para ayudar a los desplazados que llegaban a la estaci¨®n de tren de J¨¢rkov, se convirti¨® en una pr¨®spera ONG humanitaria. En 2014, se produjo un aumento del voluntariado en toda Ucrania, con dos tercios de las actividades dirigidas a ayudar al ej¨¦rcito y aproximadamente un tercio de los ucranios que donaban dinero para apoyar a las Fuerzas Armadas.
En J¨¢rkov, esta experiencia desencaden¨® un bum cultural de organizaciones c¨ªvicas, desde protestas vecinales contra la degradaci¨®n del medio ambiente, como el Frente Verde para oponerse a la tala de ¨¢rboles en el parque Gorki, hasta los Sabuesos de la Verdad, una organizaci¨®n que investiga cr¨ªmenes e incidentes en el este de Ucrania para hacer justicia a los culpables y a las v¨ªctimas y, a trav¨¦s de ese trabajo, promover la transparencia y el Estado de derecho en las instituciones judiciales y de seguridad. Conoc¨ª a activistas LGBTIQ que organizaban marchas del Orgullo y que no tem¨ªan enfrentarse a la violencia de los grupos locales de extrema derecha que atacaban sus manifestaciones; a voluntarios de iniciativas comunitarias locales de apoyo a las personas con discapacidad, y a grupos locales de teatro y arte y de charlas cient¨ªficas dominicales en el parque. ¡°Por fin hemos descubierto el orgullo de ser ucranios¡±, como me dijo all¨¢ por septiembre de 2019 el fundador de una organizaci¨®n que trabaja en el desarrollo regional y las comunidades locales.
Las organizaciones no gubernamentales de estilo occidental que trabajan por los derechos humanos y la democracia han estado operando en toda Ucrania desde el comienzo de la compleja e inacabada b¨²squeda de la democracia en el pa¨ªs. Estos grupos que florecieron despu¨¦s de 2014 hicieron que el panorama c¨ªvico fuera mucho m¨¢s diversificado y significativo a nivel local de lo que suponen los donantes internacionales y han sido la columna vertebral de la resiliencia en Ucrania. Surgieron en todo el pa¨ªs, en Kiev y en otras ciudades.
En el este de Ucrania, en particular, fue tambi¨¦n a trav¨¦s de estas actividades desencadenadas por el conflicto como se forj¨® una identidad ucrania m¨¢s fuerte. Como rusoparlantes, con parientes en Rusia, que viajaban o se trasladaban a Rusia para estudiar y trabajar, los ucranios del Este no ten¨ªan una identidad nacional fuerte. Todas las personas que conoc¨ª subrayaron la paradoja de que, al invadir Ucrania en 2014, Putin cre¨® una identidad ucrania en una regi¨®n donde no era fuerte.
La importancia de la sociedad civil en Ucrania se refleja en c¨®mo la percibe la opini¨®n p¨²blica. En los seis pa¨ªses de Europa del este y el C¨¢ucaso sur que se independizaron con el fin de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, la confianza en la sociedad civil es tan baja que deber¨ªa llamarse desconfianza. En cambio, muchos la depositan en el ej¨¦rcito y en las instituciones religiosas. En Ucrania, el panorama es muy diferente: en 2018, el 45% de los encuestados dec¨ªan confiar en las organizaciones de la sociedad civil; el 40%, en activistas individuales o informales, y el 60%, en voluntarios y organizaciones de voluntarios.
Junto a la agresi¨®n externa, la mala gobernanza tambi¨¦n molde¨® a la sociedad civil. Desde que votaron por la independencia de la Uni¨®n Sovi¨¦tica en 1991, pocas semanas antes de que se disolviera la URSS, la mala gobernanza y la corrupci¨®n, unidas al poder olig¨¢rquico, han sido la plaga de los ucranios. La corrupci¨®n les llev¨® a las calles dos veces en una d¨¦cada. La revoluci¨®n naranja de 2004 y la revoluci¨®n de la dignidad de 2013-2014 (conocida en Europa Occidental como Euromaid¨¢n) derrocaron los reg¨ªmenes autoritarios de Leonid Kuchma y V¨ªctor Yanuk¨®vich, respectivamente.
Ambas revoluciones fueron acontecimientos definitorios para el desarrollo de la sociedad civil y para el cambio pol¨ªtico. El cl¨¢sico estudio Problems of Democratic Transition and Consolidation, de Juan Linz y Alfred Stepan, identifica cinco ¨¢mbitos de democratizaci¨®n: la sociedad pol¨ªtica, la sociedad econ¨®mica, el Estado de derecho, la burocracia estatal y la sociedad civil. En Ucrania, la sociedad pol¨ªtica y econ¨®mica estaba controlada por los oligarcas, a los que el presidente intentaba gobernar mediante la divisi¨®n, y la corrupci¨®n dominaba todos los niveles de las burocracias estatales y regionales. La debilidad de los partidos y de las instituciones democr¨¢ticas nunca consigui¨® frenar a los poderosos presidentes a la hora de repartir el bot¨ªn del Estado con los grupos de oligarcas que compet¨ªan entre s¨ª.
A?¨¢dase la geopol¨ªtica: El presidente Kuchma intent¨® primero un acto de equilibrio entre Occidente y Rusia, pero luego se volc¨® en Putin cuando, despu¨¦s del a?o 2000, su giro autoritario pas¨® a ser contestado a nivel interno y qued¨® en el punto de mira internacional. Su r¨¦gimen fue derribado por las protestas en el invierno de 2004, despu¨¦s de que ama?ara las elecciones en favor de V¨ªctor Yanuk¨®vich. Una vez que la promesa de reforma de la revoluci¨®n naranja no se materializ¨® y Yanuk¨®vich fue elegido en 2010, primero opt¨® por acercarse a la UE y luego, bajo presi¨®n rusa, decidi¨® no firmar el acuerdo comercial negociado en Bruselas. En noviembre de 2013, los ucranios volvieron a tomar su ya famosa plaza Maidan y forzaron el regreso a la pol¨ªtica democr¨¢tica en 2014.
Detr¨¢s de la capacidad de movilizaci¨®n est¨¢ la sociedad civil. La historia del Centro de Informaci¨®n para el Seguimiento del Maid¨¢n permite constatar c¨®mo ha evolucionado el compromiso c¨ªvico. Naci¨® como una web de informaci¨®n en el a?o 2000, despu¨¦s de que fuera asesinado el periodista Georgy Gongadze, fundador del peri¨®dico digital independiente Ukryinska Pravda, quien hab¨ªa estado investigando la corrupci¨®n del Gobierno. Desde una comunidad clandestina hasta el movimiento Ucrania sin Kuchma, pasando por la revoluci¨®n naranja, el centro evolucion¨® hasta convertirse en una organizaci¨®n que vigila el derecho de reuni¨®n, la libertad de expresi¨®n y las elecciones. Despu¨¦s de 2014, cambi¨® su enfoque hacia la construcci¨®n de pr¨¢cticas de paz en zonas de conflicto y el apoyo a la capacidad de la sociedad para vivir en conflicto.
Tras d¨¦cadas de transformaci¨®n, revoluci¨®n y represi¨®n, centro de una confrontaci¨®n geopol¨ªtica m¨¢s amplia, el panorama c¨ªvico en Ucrania es complejo y diversificado. Se ha visto reforzado por el conflicto, incluye elementos muy progresistas, as¨ª como socialmente conservadores e incluso una minor¨ªa de grupos violentos de extrema derecha, algunos partidarios de Putin y otros nacionalistas extremos.
Pero a trav¨¦s de la revoluci¨®n naranja y la revoluci¨®n de la dignidad, los ucranios han expresado en masa su desilusi¨®n con la capacidad de la clase pol¨ªtica para reformar el pa¨ªs y luchar contra su corrupci¨®n, han desarrollado un sentimiento de identidad nacional que ahora se resiste a la invasi¨®n rusa y han mostrado claramente su deseo de una orientaci¨®n occidental hacia la Uni¨®n Europea y la OTAN. En resumen, y sin ret¨®rica, puede decirse que la sociedad civil ucrania ha demostrado ser un verdadero motor de cambio.
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