Saque y resto
No es necesario ser un budista para saber que dentro del s¨ª hay un no y que dentro de un no hay un s¨ª, del mismo modo que la derrota y la victoria confluyen en una misma red
¡°Gracias por haberme vencido¡±, dice el perdedor al final de un combate de judo. ¡°Hemos perdido y ganado los dos¡±, contesta el vencedor. En el partido de semifinales de tenis en el torneo de Indian Wells, el joven de 18 a?os Carlos Alcaraz, a quien los dioses ya han se?alado con el dedo, se enfrent¨® a Rafa Nadal en una pelea ag¨®nica, que a duras penas termin¨® ganando el maestro de 35 a?os, un hist¨®rico referente moral en este deporte. Al finalizar el partido, los dos atletas se acercaron a la red para despedirse. Se dieron unas palmadas amistosas y leyendo en sus labios es evidente que el joven Alcaraz pronunci¨® la palabra gracias. Puede que respondiera a un elogio de Nadal, pero prefiero pensar que le estaba agradeciendo su propia derrota por todo lo que hab¨ªa aprendido de ella. De hecho, el maestro le hab¨ªa ense?ado a luchar contra el viento, a resistir pese a estar lesionado, a no rendirse nunca. No es necesario ser un budista para saber que dentro del s¨ª hay un no y que dentro de un no hay un s¨ª, del mismo modo que el saque y el resto, la derrota y la victoria, confluyen en una misma red. La historia est¨¢ llena de infinitos fracasos que propiciaron el ¨¦xito. Aquel no de una adolescente esquiva produjo el s¨ª de otra mujer que fue el amor de tu vida. Gracias a la imposibilidad de alcanzar el favor de Beatriz escribi¨® Dante la Divina comedia. Vel¨¢zquez quer¨ªa usar el color a la manera de Tiziano y su impotencia le llev¨® al milagro de pintar el aire. Goya trataba de imitar la elegancia de los retratos de Reynolds y acab¨® dando brochazos airados que fueron el origen del expresionismo. No hay que ser un fil¨®sofo presocr¨¢tico para saber que solo la muerte da sentido real a la vida y que para resucitar primero hay que morir. No existe mayor placer que, reci¨¦n salido del sepulcro, te espere cada ma?ana una Mar¨ªa Magdalena con un buen desayuno sobre la hierba.
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