Viajar o leer, inapelables formas de conocer
Los lectores escriben sobre el aprendizaje que se logra con la lectura o al visitar nuevos lugares, la ofensiva de Rusia en Ucrania, el giro de Espa?a respecto al S¨¢hara y el cambio de la hora
Cervantes era un genio que aprendi¨® de los libros y a base de los tropiezos de una vida desgraciada. ¡°El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho¡±. Don Miguel ley¨® y viaj¨® mucho. Viajar o leer, como inapelables formas de conocer. Recorrer el camino de la vida acompa?ado tambi¨¦n de Gald¨®s, Clar¨ªn, Baroja, Unamuno, Machado y otros faros de la cultura. La cultura libresca est¨¢ formada por los viajes apasionantes por el tiempo y el espacio de todas las ¨¦pocas, el trato de personas y personajes, toda una variada y pintoresca fauna humana con sus ideas y sentimientos propios. Las alegr¨ªas y tristezas, el dolor y el placer, la decepci¨®n y la esperanza; los libros como reflejos de vidas y sue?os, aunque, muchas veces, la vida invente m¨¢s que las obras de ficci¨®n. Es verdad que tanta sensibilidad y tanta sabidur¨ªa son para llegar a la conclusi¨®n de que todo termina con la muerte. Y, mientras llega el final, Cervantes nos consuela diciendo: ¡°El sue?o es el alivio de las miserias para los que las sufren despiertos¡±. El que no se consuela es porque no quiere, apreciaci¨®n de sabio cervantino, galdosiano y sanchopancesco.
Jos¨¦ Fuentes Miranda. Badajoz
Miedos
Con el inicio de la invasi¨®n rusa, todos comenzamos a conocer un nuevo miedo: las im¨¢genes cada vez m¨¢s cruentas con sangre, muertos y ruinas recorrieron cada sensibilidad, haci¨¦ndonos sentir la cercan¨ªa y proximidad en la que nos encontr¨¢bamos respecto al mal y la muerte. Ha pasado m¨¢s de un mes desde el inicio de la ofensiva y hoy siento un miedo distinto: ese que llega al darnos cuenta de que, por inercia, sin percatarnos, nos acostumbremos al conflicto y lo convirtamos en un mal end¨¦mico por culpa de un l¨ªder que ya solo respira por la herida.
Ra¨²l Calleja Fuentes. Palma del R¨ªo (C¨®rdoba)
Provocaciones rusas
Los dirigentes rusos han vuelto a poner sobre la mesa la palabra prohibida. La menci¨®n del portavoz del Kremlin al uso de armamento nuclear en caso de que la integridad del pa¨ªs se vea amenazada es una de tantas provocaciones que, con suerte, quedar¨¢ en nada. Pero llegar¨¢ un momento en el que las provocaciones deban ser respondidas. Cada menci¨®n del arsenal nuclear de cualquiera de las naciones es un paso m¨¢s hacia la destrucci¨®n, y eso es algo que a todos nos conviene evitar.
Miguel ?ngel Senovilla Anillo. Sevilla
Traici¨®n a un pueblo
Estoy indignada y asombrada por el giro tan dr¨¢stico que han dado al problema del S¨¢hara. Somos una familia espa?ola que, como tantas otras, vivimos unos a?os con el pueblo saharaui. Mi marido, funcionario de Aduanas, y yo, maestra, vivimos codo con codo con ellos, y mis hijos, en los mismos colegios que los suyos. No he encontrado pueblo m¨¢s noble y hospitalario que ellos. No quer¨ªan que nos fu¨¦ramos; sus ¨²ltimas palabras llorando: ¡°No nos dejar¨¦is, ?verdad?¡±.
Carmen Baeza L¨®pez. Sevilla
Cambio de hora
Los gallos cantan poco antes del amanecer porque su reloj biol¨®gico les marca ese momento, aun cuando se les exponga a luz artificial. La naturaleza tiene su reloj, y los humanos pretendemos enga?arla, algo imposible. El gallo es el rey del gallinero, y nosotros creemos ser los reyes de la naturaleza.
Fernando Mart¨ªnez Blasco. Madrid
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