La Rusia dentro de ti
Es dif¨ªcil encontrar un lugar con mayor densidad de miedo y, a la vez, de esperanza, por metro cuadrado, que la despoblada estepa rusa. ?Qu¨¦ explica tan funesta coincidencia?
Ninguna naci¨®n ha producido tiranos tan crueles, ni escritores tan excelsos, como Rusia. Entre Iv¨¢n el Terrible, que fre¨ªa a sus enemigos, y Vlad¨ªmir Putin, que masacra a civiles, varios zares despiadados y un Stalin que mat¨® a millones de personas. Pero, en la tierra de los m¨¢s grandes torturadores de cuerpos, han brotado los m¨¢s grandes diseccionadores del alma humana, como Tolst¨®i, Ch¨¦jov, Dostoievski, o, m¨¢s tarde, Aleksandr Solzhenitsin. Hay quien dice que, desde la Biblia, no ha habido un compendio de libros tan profundo como la obra colectiva de los autores del realismo ruso. Es dif¨ªcil pues encontrar en el planeta un lugar con mayor densidad de miedo y, a la vez, de esperanza, por metro cuadrado que la despoblada estepa rusa. ?Qu¨¦ explica tan funesta coincidencia?
Seguramente, el poder desmesurado de la religi¨®n. Encajada entre Europa y Asia, Rusia se ha sentido hist¨®ricamente insatisfecha tanto con el individualismo occidental como con el colectivismo oriental. Descontenta con lo que ve¨ªa a un lado y a otro, Rusia mir¨® al cielo, buscando en la fe religiosa el sentido de la vida que los occidentales perseguimos en la entronizaci¨®n del Yo y los orientales en su sublimaci¨®n. Y, desde que, en su tierna infancia, Mosc¨² fuera bautizada como la Tercera Roma, la religi¨®n ha permeado su vida pol¨ªtica y cultural. Como resultado, Rusia ha engendrado legiones de cruzados sedientos de sangre infiel, pero tambi¨¦n de Jesucristos ansiosos por ayudar al pr¨®jimo.
El pa¨ªs eslavo ha sido un terreno f¨¦rtil para ideolog¨ªas totalitarias, deudoras del dogmatismo cristiano m¨¢s excluyente. Da igual la etiqueta que lleve el imperialismo resultante: zarista, sovi¨¦tico, o putinista. La idea de fondo es la misma que expuso el patriarca ortodoxo Kiril de Mosc¨² al justificar la guerra en Ucrania: el mundo es una lucha entre el bien y el mal. Exterminar sin piedad, reeducar con gulags, todo est¨¢ justificado en la apocal¨ªptica batalla entre Dios (o el proletariado) y el Demonio (o la burgues¨ªa).
Pero, frente a esos herm¨¦ticos ej¨¦rcitos de los ¡°uncidos con la verdad¡± se han alzado siempre en Rusia voces valientes que, siguiendo la tradici¨®n cristiana m¨¢s tolerante, han defendido la duda y la libertad, pagando con su martirio. Dentro de Rusia, conviven Putin y Alex¨¦i Navalni. Y tambi¨¦n quiz¨¢s dentro de cada uno de nosotros. Porque todos somos una mu?eca rusa. @VictorLapuente
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