Se?or, s¨¢lvame del ¡°trucazo¡± del seductor mediocre

La ¨²ltima haza?a viral de Joaqu¨ªn El Xokas Dom¨ªnguez, uno de los streamers m¨¢s seguidos de Espa?a ¡ªen el momento en que dijo esto, su canal, con casi un mill¨®n de seguidores, ten¨ªa conectadas a 31.000 personas¡ª, es convertir en ¡°trucazo¡± de seducci¨®n uno de los m¨²ltiples pilares que sostienen la cultura de la violaci¨®n. As¨ª lo explic¨® en un directo que se viraliz¨® ayer en Twitter: ¡°Yo ten¨ªa colegas que se divert¨ªan mucho llev¨¢ndose a pibas que estaban colocadas y bailando. Era muy f¨¢cil ligar, porque una t¨ªa que generalmente te ve como un cuatro, ah¨ª te ve como un siete, porque est¨¢ colocada. T¨² est¨¢s sereno, mides tus palabras, ?chupao! ?l beb¨ªa unos zumitos y a ligar, y se iba con una piba. Un crack. Un fuera de serie. Un puto pro¡±. Poco deber¨ªa sorprendernos del figura al que pillaron con una cuenta falsa en la que no solo insultaba a chavales corrientes, sino que acosaba a mujeres gamers, pero presumir de ser un depredador de mujeres incapaces de distinguir lo que ven, no es de ¡°cracks¡±, es delito. Como recuerda la corresponsal de g¨¦nero de este diario, Isabel Vald¨¦s, est¨¢ tipificado en el C¨®digo Penal (Cap¨ªtulo II, de los abusos sexuales. Art¨ªculo 181) y puede suponer una pena de prisi¨®n de cuatro a diez a?os.

Aunque muchas cre¨ªamos superado el ¡°?Borracha? ?Me la pido!¡± de aquel pol¨¦mico chiste viral de 2016 del humorista Jorge Cremades, en el que un grupo de amigotes se tiraban en manada sobre una chavala que sal¨ªa desorientada de un ba?o, el consejo de agenciarse a mujeres que no se sostienen en pie, sin importar lo que ellas deseen o d¨®nde est¨¢ su cabeza, no es un fen¨®meno aislado. El repel¨²s en nuestros paseos digitales est¨¢ garantizado desde hace a?os con la sabidur¨ªa de otros pros en la l¨ªnea de El Xokas, hombres que se autoproclaman ¡°gur¨²s de la seducci¨®n¡± con miles de seguidores en redes como TikTok o YouTube. Ah¨ª est¨¢ ?lvaro Reyes, quien inexplicablemente cobra por cursillos sobre c¨®mo ligar en las discotecas, en los que recomienda tirar de corrillos masculinos en la pista para hacer ¡°preselecci¨®n m¨¢xima¡± de mujeres, agarr¨¢ndolas por el brazo y lanz¨¢ndolas dentro sin escapatoria (¡±Entramos, hacemos un puto c¨ªrculo, tenemos a seis mujeres perreando para nosotros, somos los putos amos¡±). O Roman Tauler, cuyos sonrojantes consejos en TikTok se agarran a una ciencia dudosa para sostener por qu¨¦ los hombres rechazan a las mujeres que han tenido una vida sexual plena antes de conocerlos (¡°cuando os acost¨¢is con alguien, liber¨¢is oxitocina para fomentar el apego. Si ten¨¦is muchas parejas sexuales, mostr¨¢is una alta tolerancia y esto hace que os rechacemos¡±).

No es para tom¨¢rselo a risa. Los consejos de todos estos ¡°cracks¡± que proyectan un ideal de ¨¦xito desacomplejado ya sea ligando, defendiendo las criptomonedas o con autoayuda barata que enaltece el salvajismo del libre mercado ¡ªcaracter¨ªsticas que casi siempre van cogidas de la mano con estos ¡°fuera de serie¡±¡ª han calado con fuerza en algunos foros, cultos que son pura misoginia interiorizada. Lo explica la investigadora Julia Ebner en La vida secreta de los extremistas, cuando define las normas y el lenguaje en la machoesfera de la comunidad Red Pill (de la pastilla roja). Grupos que defienden la sumisi¨®n y violencia f¨ªsica sobre las mujeres y castigar¨¢n a aquellas que disfruten del sexo por tener un ¡°n¨²mero n¡± elevado ¡ªesto es, ¡°el n¨²mero de pollas¡± que han pasado por nuestro cuerpo, porque para la comunidad Red Pill ¡°tener una experiencia sexual puede aumentar el placer f¨ªsico de ¨¦l, pero no tenerla incrementa, en realidad, su satisfacci¨®n¡±¡ª. Lo de menos, como siempre, es el placer compartido o el que una tenga.

¡°Se?or, dame la confianza de un hombre blanco mediocre¡±, tuite¨® en 2015 la feminista canadiense Sarah Hagi, generando sin pretenderlo un cl¨¢sico instant¨¢neo en la cultura digital. Siete a?os despu¨¦s, no nos queda otra que apelar de nuevo a la clemencia divina frente a este derroche de sabidur¨ªa masculina: ¡°Se?or, s¨¢lvame del ¡®trucazo¡¯ del seductor mediocre¡±.