Espa?a, puntera en energ¨ªas verdes

Espa?a est¨¢ en una oportunidad ¨²nica. La transici¨®n a las energ¨ªas verdes ofrece a Espa?a la posibilidad de convertirse en un motor energ¨¦tico para la Europa verde del futuro. Somos uno de los pa¨ªses con m¨¢s posibilidades para aprovechar la energ¨ªa del sol y del viento. La apuesta tiene que ser clara por estas energ¨ªas, no se pueden dejar pasar oportunidades como esta, pero ya no para abastecer el consumo del pa¨ªs, sino para poder vender energ¨ªa y ganar m¨¢s peso en el marco europeo. Los beneficios son claros, vendemos energ¨ªa, el precio que la industria paga por la electricidad se abarata, por lo tanto, los costes de producci¨®n tambi¨¦n y se ganar¨ªa en competitividad. Nos hacemos m¨¢s atractivos por el precio de la energ¨ªa, haci¨¦ndonos m¨¢s apetecibles en la captaci¨®n de inversi¨®n extranjera. En el pasado, muchas empresas no han acabado en Espa?a por esta variable, no podemos volver a cometer errores pasados. ?Ser¨¢ capaz este Gobierno de hacer una apuesta decidida que no se quede a medias?

Alexandre Junyent. Igualada (Barcelona)

Basta de estigmas

Se leen y escuchan estos d¨ªas algunas referencias a los casos de viruela del mono detectados en Europa, todos ellos acompa?ados del dato de que los contagiados son mayoritariamente hombres que tienen sexo con otros hombres. Me pregunto cu¨¢l es la relevancia de esta precisi¨®n. Si fuera avisar al p¨²blico del riesgo de ciertas pr¨¢cticas, bastar¨ªa con se?alar que la v¨ªa sexual (sea homo o heterosexual) facilita el contagio. Me parece peligrosa esa machacona insistencia en las pr¨¢cticas espec¨ªficas de los contagiados. Deber¨ªamos aprender del pasado y del da?o que implica relacionar una enfermedad con la comunidad LGTB. Ya sufrimos bastante como para a?adir un nuevo estigma.

Guillermo Mart¨ªnez Jim¨¦nez. Madrid

La fotograf¨ªa y la guerra

Los relatos de guerra est¨¢n compuestos por los n¨²meros de fallecidos, los kil¨®metros de tierras arrasadas, las armas usadas y las historias de quienes padecen sus consecuencias. Todo eso produce un gran impacto emocional en todos, pero hay algo en las fotograf¨ªas que nos conmueven profundamente. En ellas vemos la cara, la expresi¨®n corporal e intuimos lo que sienten personas que lo han perdido casi todo: sus seres queridos, sus hogares, partes de sus cuerpos. Vemos su vulnerabilidad. Ver a esas personas que sufren nos lleva a ponernos en su lugar e a imaginar que podr¨ªamos estar all¨ª, en el sin sentido de la guerra, ser los protagonistas de esas fotograf¨ªas.

Emanuela Cardoso. Rivas Vaciamadrid

Un poco de humanidad

Recientemente ha fallecido mi suegra. Ten¨ªa casi 84 a?os y llevaba 14 en tratamiento de di¨¢lisis. Su muerte me ha ¡°regalado¡± seis d¨ªas naturales de permiso, porque vivimos en ciudades distintas. Esto ha sido gracias al Plan Concilia de la empresa en la que trabajo, porque seg¨²n el art¨ªculo 37 del Estatuto de los Trabajadores, por su muerte solo me corresponder¨ªan dos. Mi hijo muri¨® en el a?o 2016 y, legalmente, solo me correspond¨ªan cuatro d¨ªas, porque viv¨ªamos juntos. Como madre pido que, por favor, se humanicen los permisos por fallecimiento de familiar de primer grado.

Carmen Revillo Rubio. Valencia