Falta carne y sobran ca?ones
La intoxicaci¨®n informativa de la guerra h¨ªbrida intoxica tambi¨¦n a quien usa tales armas, hasta perder el sentido de la realidad
El coronel retirado sorprendi¨® a todos. ?Por qu¨¦ raz¨®n misteriosa alguien dice la verdad donde todos viven de la mentira y en la mentira? Seguro que Mija¨ªl Jodar¨¦nok, el militar que oficia de comentarista de Russia-1, primer canal de la televisi¨®n rusa, contaba con autorizaci¨®n desde arriba para expresarse con tanto desenfado sobre los fallos del ej¨¦rcito de Putin en Ucrania y las virtudes militares del enemigo.
Los comentarios del militar jubilado sobre el aislamiento internacional de Rusia y la escasa calidad de su ej¨¦rcito son de una enjundia excepcional en un mundo ideol¨®gico y medi¨¢tico como el del putinismo, en el que la fanfarroner¨ªa, el autoenga?o y la intimidaci¨®n han sustituido a la objetividad, la frialdad y la autoridad que corresponden a las cualidades exigibles a un buen comandante en jefe.
En el lado ruso falta gente dispuesta a morir en combate, es decir, carne de ca?¨®n, y hay tal abundancia de ca?ones que no hay gente suficiente para manejarlos. En el lado ucranio, en cambio, sucede lo contrario: sobra gente dispuesta a morir y faltan armas para seguir matando al enemigo ruso.
Rusia tiene grandes dificultades para sostener en pie de guerra un ej¨¦rcito enorme pero sin moral, y a Ucrania en cambio le sobran los voluntarios, incluso extranjeros, que se ofrecen para entrar en combate. En la actual guerra de desgaste, desde Mosc¨² hay que buscar seres humanos dispuestos al sacrificio y desde Kiev hay que recabar de los aliados suficientes ca?ones para seguir matando.
Putin quiere evitar una llamada a filas generalizada que precisar¨ªa una previa declaraci¨®n de guerra, con la reacci¨®n que cabe esperar de la poblaci¨®n. Dispone de la contrataci¨®n privada a trav¨¦s de compa?¨ªas como Wagner, de ayudas peculiares como las milicias chechenas de Karimov y sobre todo, de los j¨®venes reclutas de las regiones m¨¢s pobres, especialmente centroasi¨¢ticas, que solo est¨¢n obligados a desplazarse al frente si previamente firman un contrato.
Aun as¨ª, se queda corto, porque el desgaste es de unas dimensiones inauditas. Hay evaluaciones que cifran la proporci¨®n de bajas mortales en los primeros d¨ªas de 10 soldados rusos por cada uno ucranio. Aunque la ratio ha disminuido ostensiblemente, todav¨ªa es favorable para Kiev. De ah¨ª que Mosc¨² haya ampliado a los mayores de 40 a?os la oferta de un primer contrato militar, para llenar as¨ª los puestos auxiliares y t¨¦cnicos y concentrar en tareas de combate a los m¨¢s j¨®venes.
Quiz¨¢s sin darse cuenta, el coronel jubilado Jodar¨¦nok ha revelado la mayor debilidad rusa. Nada es tan letal para un ej¨¦rcito como que su comandante confunda deseos con realidades. La intoxicaci¨®n informativa de la guerra h¨ªbrida, que Putin libra desde mucho antes de la invasi¨®n, intoxica tanto al enemigo como a quien usa tales armas. Seg¨²n el coronel ruso, ¡°tarde o temprano, la realidad te golpear¨¢ tan duro que ni siquiera sabr¨¢s qu¨¦ es lo que te ha golpeado¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.