Hasta los dientes
El rearme global es una tendencia inquietante y negativa. Un mundo tan armado es, necesariamente, un mundo menos seguro
The Ameriguns es el proyecto que llev¨® al fot¨®grafo italiano Gabriele Galimberti a recorrer Estados Unidos retratando gente armada. Hasta los dientes. Las im¨¢genes m¨¢s obscenas son las que incluyen ni?os. Como lo son las de estos pasados d¨ªas en la convenci¨®n de la NRA: menores posando felices con sus armas, cuando otros 19 peque?os y dos profesoras acababan de ser asesinados por un loco. Otro m¨¢s. Como siempre, despu¨¦s de un episodio as¨ª aumenta la venta de armas. Tambi¨¦n lo hizo durante la pandemia; pretender¨ªan hacer cierto lo de matar el virus a ca?onazos.
Seguiremos hablando de violencia en el pa¨ªs americano, pero tambi¨¦n habr¨¢ que hacerlo del continuo incremento del gasto armament¨ªstico en el mundo, despu¨¦s de un breve periodo de par¨®n, entre 2011 y 2014. En 2021 lo ha hecho un 0,7%, hasta alcanzar los 2,1 billones de d¨®lares, empujado en buena medida por una inversi¨®n europea en aumento desde la anexi¨®n rusa de Crimea, seg¨²n datos del SIPRI.
Estados Unidos es el m¨¢s gastador, con diferencia, con 800.000 millones de d¨®lares. Le sigue China, con 293.000 millones. Rusia, con casi 66.000 millones, est¨¢ muy lejos de ambos.
Es evidente que la cosa no acaba ah¨ª. La guerra en Ucrania ha dado el pistoletazo de salida a una carrera a¨²n m¨¢s r¨¢pida. A ra¨ªz de la invasi¨®n, numerosos pa¨ªses europeos, incluida Espa?a, se han comprometido a alimentar las inversiones. El m¨¢s llamativo, por el cambio radical que supone, Alemania, que ha anunciado un gasto de 100.000 millones de euros, m¨¢s de un 2% de su PIB, el mantra fijado por la OTAN.
Cegados por el impacto de la guerra, nos hemos embarcado en una escalada en apariencia inevitable, que no puede tener consecuencias positivas. Por un lado, endeudamiento necesario por medio, significar¨¢ contar con menos fondos para otras pol¨ªticas p¨²blicas. Lo m¨ªnimo que se puede pedir es que ese dinero se gaste bien; en los sistemas adecuados y con la coordinaci¨®n necesaria para lograr la complementariedad de los socios y no la duplicaci¨®n. Era uno de los principios de una defensa europea que ahora, tambi¨¦n, parece haber quedado suspendida a la sombra del resurgir de la OTAN. Un error dejar de avanzar en la autonom¨ªa estrat¨¦gica europea. Por otro, supondr¨¢ aparcar otras prioridades de seguridad, como la lucha contra el cambio clim¨¢tico o contra el terrorismo internacional.
Y mientras Europa se concentra en el Este, el gran escenario es el que libran las dos potencias. Con permiso de Putin, Estados Unidos tiene muy claro que su principal rival sigue siendo China. Una China que aumentar¨¢ su gasto militar este 2022 un 7,1% y que busca construir una arquitectura de seguridad alternativa a la occidental, la Global Security Initiative.
El rearme global es una tendencia inquietante y negativa. Un mundo armado hasta los dientes es, necesariamente, un mundo menos seguro.
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