Periodismo sin miedo

La revoluci¨®n tecnol¨®gica que ha vivido el periodismo ha cambiado algunos de sus procedimientos pero no ha desnaturalizado la raz¨®n m¨¢s profunda del oficio: contar lo mejor posible el mundo en el que vivimos, incluso cuando contarlo significa darse de bruces con sus ¨¢ngulos m¨¢s dolorosos, contar historias invisibilizadas o volver a contar mejor historias que cre¨ªamos sabidas. No basta ya solo la escritura para hacerse con la medida del mundo. Los Premios Ortega y Gasset que concede anualmente EL PA?S al mejor periodismo en espa?ol en cualquier formato, que este martes se entregaron en Valencia, han reconocido lo cl¨¢sico y lo nuevo, el mejor periodismo de investigaci¨®n de siempre y tambi¨¦n los formatos multimedia que ofrecen un acceso m¨¢s integral a la realidad.

Los conflictos olvidados son parte de un af¨¢n que el jurado de los Ortega y Gasset ha querido rescatar en la figura de dos periodistas asesinados en abril de 2021: David Beriain y Roberto Fraile fueron abatidos en Burkina Faso, junto a Rory Young, cuando realizaban un documental sobre la caza furtiva en la regi¨®n. Fue el premio a la trayectoria profesional, que recay¨® por primera vez a t¨ªtulo p¨®stumo en dos periodistas en la plenitud de su madurez y vocaci¨®n.

La fotograf¨ªa premiada de la mexicana S¨¢shenka Guti¨¦rrez conmueve de otra forma y por otras razones: capta un instante ¨ªntimo, desolado y a la vez extra?amente esperanzado, en el que Sandra Monroy se deja mimar ante la c¨¢mara cuando acaba de someterse a una mastectom¨ªa bilateral que la ha salvado del c¨¢ncer: por eso est¨¢ ah¨ª.

La valent¨ªa del equipo de Divergentes explica su premio a la mejor cobertura multimedia por narrar en soporte digital un mosaico complet¨ªsimo y desde m¨²ltiples ¨¢ngulos de las atrocidades represivas del r¨¦gimen de impunidad que encabeza Daniel Ortega en Nicaragua. Desde el detalle macabro del armamento militar o las ¡°operaciones de limpieza¡± del r¨¦gimen hasta las v¨ªas de la justicia transicional, el trabajo abre el foco a una comprensi¨®n integral de la acci¨®n criminal del clan Ortega, atrincherado en el poder contra la poblaci¨®n a la que un d¨ªa dijo querer redimir.

La alfombra que empez¨® a levantar en 2018 un equipo liderado por los periodistas de EL PA?S ??igo Dom¨ªnguez y Julio N¨²?ez result¨® mucho m¨¢s pesada de lo que imaginaban al principio, cuando decidieron escuchar a quienes hab¨ªan sido durante d¨¦cadas v¨ªctimas silenciosas de los abusos sexuales a manos de miembros de la Iglesia cat¨®lica. El mejor logro de la investigaci¨®n veraz y constante es incidir en la realidad, y hoy existe una comisi¨®n de investigaci¨®n de los abusos a cargo del Defensor del Pueblo, en buena medida por la necesidad de dar respuesta institucional al drama de centenares de personas que no han sido escuchadas hasta ahora y viven todav¨ªa el trauma de un dolor que empez¨® a hacerse p¨²blico de forma sistem¨¢tica en este peri¨®dico.

Los cuatro premios cuentan historias diferentes pero ligadas a la convicci¨®n de que el periodismo formula preguntas que todav¨ªa no tienen respuesta: inventar la pregunta crucial y poner los medios para contestarla es lo que hicieron los premiados para que cada lector y oyente o espectador sepa un poco mejor el mundo en el que vive. El periodismo seguir¨¢ haciendo preguntas inc¨®modas que nacen en la calle y vuelven a la calle en forma de historia, fotograf¨ªa, formato multimedia o entera trayectoria profesional. Los Premios Ortega y Gasset de este a?o celebran a un lado y al otro del Atl¨¢ntico la vigencia del periodismo en la era de la posverdad, la mentira medi¨¢tica y la manipulaci¨®n pol¨ªtica para que quienes esconden sus pr¨¢cticas criminales de la luz p¨²blica lo tengan un poco m¨¢s dif¨ªcil.