El desacuerdo de Argelia
Argel suspende el tratado de cooperaci¨®n con Espa?a por el giro de Pedro S¨¢nchez en relaci¨®n con el S¨¢hara Occidental
Las explicaciones que ofreci¨® Pedro S¨¢nchez el mi¨¦rcoles en el pleno del Congreso sobre la nueva posici¨®n espa?ola en relaci¨®n con el S¨¢hara Occidental evidenciaron la soledad pol¨ªtica del presidente ante un giro hist¨®rico que solo apoy¨® el PSOE, pero tambi¨¦n tuvieron una respuesta pol¨ªtica por parte de Argelia. Horas despu¨¦s de la comparecencia de S¨¢nchez, la presidencia argelina hizo p¨²blica una nota oficial en la que rechaza la posici¨®n de Espa?a favorable a la propuesta de Marruecos para crear una autonom¨ªa para el S¨¢hara Occidental. Argelia acusa al Gobierno espa?ol de violar la legalidad internacional y de incumplir las obligaciones ¡°que le impone su estatus de potencia administrativa¡± de la antigua colonia bajo la acusaci¨®n de contribuir ¡°directamente a la degradaci¨®n de la situaci¨®n en el S¨¢hara Occidental y en la regi¨®n¡±. El gesto pol¨ªtico ratifica el rechazo de Argelia hacia lo que considera un ¡°giro injustificable¡± de Pedro S¨¢nchez y reprueba que el Ejecutivo espa?ol haya apoyado la soluci¨®n que defiende Marruecos.
Lejos de rebajar la tensi¨®n con el pa¨ªs africano, los dos meses transcurridos desde que se hizo p¨²blica la nueva posici¨®n espa?ola la han agudizado. La llamada a consultas del embajador de Argelia en Madrid, al d¨ªa siguiente de que el Palacio Real hiciera p¨²blica parte de la carta de S¨¢nchez al monarca alau¨ª, fue el primer gesto. El segundo y m¨¢s grave ha sido la suspensi¨®n con car¨¢cter inmediato del acuerdo de Amistad, Buena Vecindad y Cooperaci¨®n que suscribieron ambos pa¨ªses hace veinte a?os. Pese a las palabras conciliadoras del Ejecutivo espa?ol el mi¨¦rcoles por la tarde sobre las buenas relaciones con un pa¨ªs ¡°vecino y amigo¡± y ¡°socio s¨®lido y fiable¡±, el comunicado de Argelia evidencia un nuevo nivel en el conflicto con un pa¨ªs del que Espa?a recibe gran parte del gas que consume y cuya colaboraci¨®n en materia de inmigraci¨®n irregular es casi tan necesaria como la de Marruecos.
El comunicado argelino llega cuando la diplomacia espa?ola lograba reconducir las maltrechas relaciones con Marruecos, preservar ¡°fuera de toda duda¡± la soberan¨ªa espa?ola de Ceuta y Melilla, seg¨²n dijo ayer S¨¢nchez, y reabrir en ellas una frontera que pudiera permitir el comercio normal. Desde el primer momento, la gesti¨®n del cambio de posici¨®n en relaci¨®n con el S¨¢hara Occidental ha estado dominada por la opacidad y por un posible error de c¨¢lculo. La aceptaci¨®n de la posici¨®n de Marruecos sobre la antigua colonia sigue sin estar explicada con claridad y con los detalles que exige la relaci¨®n emocional de buena parte de la sociedad espa?ola con el pueblo saharaui. Los 47 a?os que dura el conflicto evidencian la dificultad de resolverlo, pese a la activa participaci¨®n de la ONU, pero esa no es raz¨®n suficiente para renunciar a seguir buscando f¨®rmulas capaces de garantizar mejores condiciones de vida para la poblaci¨®n del S¨¢hara Occidental. Ahora se suma la evidencia de una gesti¨®n confusa de las relaciones con dos vecinos enemistados entre s¨ª, como son Marruecos y Argelia, pero a la vez cruciales en las relaciones internacionales de Espa?a con el norte de ?frica. En alguna medida, el conflicto actual revela indirectamente la subordinaci¨®n hist¨®rica del S¨¢hara Occidental a los intereses geopol¨ªticos de Estados con intereses propios y ajenos a sus aut¨¦nticas necesidades. S¨¢nchez asegur¨® que las resoluciones sobre el S¨¢hara Occidental han de ser consensuadas y aceptadas por las partes, incluido el Frente Polisario, y en el marco de la ONU, pero hoy la soluci¨®n del conflicto parece alejarse un poco m¨¢s.
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