¡°Esto no es una pipa¡±, o la distracci¨®n de la derecha

No aprendemos. No, no lo hacemos. Al menos no desde la izquierda que, d¨ªa s¨ª, d¨ªa tambi¨¦n, entra al trapo de todas y cada una de las ocurrencias que la derecha tiene a bien inventarse para que el discurso pol¨ªtico real desaparezca enmara?ado en la tonter¨ªa que saquen a la palestra para entretener a medios y a ciudadanos.

La t¨¦cnica no es nueva.

Algunos recordar¨¢n c¨®mo, a finales de 2008, el primer ministro italiano Berlusconi celebr¨® una cumbre bilateral en Trieste con Merkel. La situaci¨®n de Italia era complicada; la reuni¨®n, clave para afrontar la grave crisis econ¨®mica que atravesaba el pa¨ªs, y la necesidad de apoyo de Alemania, imperiosa. Il Cavaliere lo tuvo claro y, salt¨¢ndose el protocolo, esper¨® a la canciller escondido. ¡°Cuc¨²¡±, le dijo. Y en ese momento se acabaron los problemas de Italia en las cr¨®nicas period¨ªsticas. Los titulares ¡ªtodav¨ªa hoy siguen ah¨ª si los buscan¡ª no hablaban m¨¢s que de la broma del presidente italiano. ?Crisis? ?Qu¨¦ crisis?

Ni qu¨¦ decir tiene que si analiz¨¢ramos estos comportamientos en el caso Trump la cantidad de an¨¦cdotas se escapar¨ªan de los m¨¢rgenes de un art¨ªculo.

En el caso de Espa?a, la derecha no se queda a la zaga.

En la memoria de muchos, aquella respuesta de Teodoro Garc¨ªa Egea, en la que a la pregunta de ??igo Aflonso en Las ma?anas de RNE ¡ª¡°?Se equivoc¨® Casado al reclutar a ?lvarez de Toledo para el grupo, especialmente para la portavoc¨ªa?¡±¡ª contest¨® sin inmutarse el secretario general del PP: ¡°Nosotros nos hemos ocupado siempre del centro, sobre todo del centro escolar, del centro educativo y del centro de mayores¡±. Adi¨®s pregunta inc¨®moda. Hola titulares con ?centros?

Pero acerqu¨¦monos al hoy.

En esta ocasi¨®n tres mujeres juegan a las distracciones. Una, Isabel D¨ªaz Ayuso, la ¡°defensora de la libertad¡±, es experta en estos menesteres, la ha tomado con los libros de texto, amenazando con modificarlos: ¡°Vamos a trabajar para acabar con el adoctrinamiento que pretende el Ministerio de Educaci¨®n hacia todos los ni?os, especialmente, como hemos visto en estos d¨ªas, con los libros de texto¡±. D¨ªas despu¨¦s ha reconocido que no encontr¨® en los libros nada relevante. Previsible. Pero eso no es lo importante; lo verdaderamente significativo es que no es de su competencia; la autonom¨ªa de los centros es prioritaria, vamos, que en realidad no pod¨ªa hacer nada.

Esc¨¢ndalo en la prensa por la supresi¨®n de la libertad educativa, aunque no pudiera modificarse por la presidenta. O sea, humo.

Vox, a falta de discurso pol¨ªtico, tambi¨¦n se ha hecho experto en distracciones. La diputada Carla Toscano, hablando de los piropos, se lamentaba encar¨¢ndose con las bancadas de los partidos de izquierda: ¡°Es una pena que su odio a la belleza y al hombre nos haga perder esa admiraci¨®n e ingenio popular¡±. Y daba algunos ejemplos: ¡°Eso es un cuerpo y no el de la Guardia Civil¡±, o ¡°dime como te llamas y te pido para Reyes¡±. Se encontraban en el pleno del Congreso que daba luz verde a la Ley Org¨¢nica de Garant¨ªa Integral de la Libertad Sexual que, dicho sea de paso, no cont¨® ni con el apoyo del PP ni de Vox. ?Se imaginan de qu¨¦ habl¨® la prensa al acabar el pleno? Aciertan, de los piropos.

Otro ejemplo reciente.

?Les suena o conocen el nombre del candidato del PSOE o de la candidata de Por Andaluc¨ªa a la Junta de Andaluc¨ªa? Corre por ah¨ª una encuesta que asegura que no. Sin embargo, ?a qu¨¦ s¨ª que conocen el nombre de la candidata de Vox a esas mismas elecciones? ?Por m¨¦ritos pol¨ªticos? Me atrever¨ªa a decir que no. La conocemos porque ella sab¨ªa que, empadronada en un sitio en el que no habita, si ese hecho se hac¨ªa p¨²blico ten¨ªa garantizado el protagonismo medi¨¢tico, lo que har¨ªa de Macarena Olona la candidata m¨¢s conocida.

Experta en evitar que se hable de programa, Macarena, en el ¨²ltimo debate televisado, ha conseguido que los medios se centren en la an¨¦cdota. En este caso, se mostraba indignada con un ¡°libro¡± en el que se habla de masturbaci¨®n a los ni?os. Pues bien; ni es un libro de texto de la Junta de Andaluc¨ªa ni ense?a a los menores a masturbarse. Es un cuadernillo did¨¢ctico para gestionar las emociones del Ayuntamiento de Sevilla que ni siquiera incluye la palabra en cuesti¨®n.

?Y los medios? Al d¨ªa siguiente, a hablar de masturbaci¨®n en la autonom¨ªa con mayor n¨²mero de parados.

Ya sabemos que en estos tiempos el programa pol¨ªtico pasa a un segundo plano por delante del ¡°programa medi¨¢tico¡±.

La conclusi¨®n es clara.

Los medios tradicionales, deseosos de trivialidades y an¨¦cdotas, desplazan lo importante para enfocarse en lo superficial. Tambi¨¦n las redes se suman a esa tendencia, nutri¨¦ndose de la pol¨ªtica espect¨¢culo.

Est¨¢ claro, vivimos en la era de la velocidad, el exceso y las audiencias, aunque no estar¨ªa de m¨¢s que entr¨¢ramos en alg¨²n momento en la era de la informaci¨®n veraz. Aunque sea m¨¢s aburrida, a la larga nos resultar¨¢ m¨¢s beneficiosa. A nosotros y a la democracia.