Si la OTAN no existiera
Putin encabeza la mayor reacci¨®n autoritaria y conservadora que hemos visto en Europa en el siglo XXI
Algunos piensan que si la OTAN no existiera la guerra de Ucrania no se hubiera producido. Llevan raz¨®n. Se hubieran producido otras circunstancias, probablemente peores. Por ejemplo, el regreso de las rep¨²blicas b¨¢lticas y de Polonia al redil imperial del Kremlin. Y quiz¨¢s otras guerras.
Si fuera por cierta izquierda, la OTAN ya no existir¨ªa, Estados Unidos podr¨ªa lavarse las manos del destino de Europa y el Kremlin tendr¨ªa barra libre para aplicar en el continente europeo la versi¨®n rusa de ...
Algunos piensan que si la OTAN no existiera la guerra de Ucrania no se hubiera producido. Llevan raz¨®n. Se hubieran producido otras circunstancias, probablemente peores. Por ejemplo, el regreso de las rep¨²blicas b¨¢lticas y de Polonia al redil imperial del Kremlin. Y quiz¨¢s otras guerras.
Si fuera por cierta izquierda, la OTAN ya no existir¨ªa, Estados Unidos podr¨ªa lavarse las manos del destino de Europa y el Kremlin tendr¨ªa barra libre para aplicar en el continente europeo la versi¨®n rusa de la Doctrina Monroe: Europa para los europeos, es decir, para los rusos, vista nuestra incapacidad para construir la unidad europea, una pol¨ªtica exterior y una seguridad com¨²n. Esa izquierda hace feliz a cierta derecha, a Donald Trump sin ir m¨¢s lejos.
La Alianza Atl¨¢ntica no es una imposici¨®n del militarismo imperialista, como supone el fetichismo izquierdista, ni una conspiraci¨®n para cortar las alas de la Santa Rusia, como asegura Putin. Su origen est¨¢ en las playas de Normand¨ªa, donde dejaron muchos muertos los soldados aliados, que liberaron a media Europa del nazismo y no tuvieron m¨¢s remedio que dejar a la otra media bajo la bota sovi¨¦tica, cuando a todas luces todos aquellos pa¨ªses hubieran preferido encontrar refugio bajo el paraguas de la OTAN.
No hubo opci¨®n en las cumbres de Yalta y Potsdam, cuando Estados Unidos y Rusia se repartieron el mundo en ¨¢reas de influencia en 1945. Nadie defendi¨® all¨ª la soberan¨ªa de los pa¨ªses atrapados en el bloque sovi¨¦tico, limitada a partir de entonces por los tanques que los hab¨ªan liberado de Hitler solo para someterlos a Stalin. All¨ª no hubo derecho a decidir entonces ni nunca hasta 1989, como demuestran las revueltas ahogadas en sangre, especialmente en Budapest (1956) y Praga (1968).
En cuanto cay¨® el muro de Berl¨ªn, todos se precipitaron hacia la ventanilla de la OTAN. La ampliaci¨®n de la Alianza y de la UE hacia el Este se convirti¨® en una f¨¢brica de democracia, de paz y de estabilidad, lo mejor que ha conocido la historia de Europa. Y en una amenaza declarada por quien desde el Kremlin quiso regresar a la autocracia, mediante la guerra permanente y gracias a la inestabilidad mundial, como es el caso de Putin desde hace 22 a?os.
No es la paz lo que propugnan quienes se?alan a la OTAN como causa de la guerra. Es la rendici¨®n sin condiciones, la desaparici¨®n de Ucrania como naci¨®n libre y soberana y el sometimiento del resto de Europa, espacio de libertad y de democracia, al derecho de veto de Putin, el adalid de la mayor reacci¨®n autoritaria y conservadora que hemos presenciado en Europa en el siglo XXI.
Todo estar¨ªa en orden si fueran Vox y la extrema derecha trumpista quienes se manifestaran contra la OTAN. Pero no es as¨ª. Al parecer hay una cierta izquierda que solo mantiene de tal el nombre, pero act¨²a y piensa como la extrema derecha.