Lula arremete contra los banqueros y llega a llamarles ¡°imb¨¦ciles¡±
Lula afirm¨® que si gana las elecciones va a gobernar para los 220 millones de brasile?os, pero que ¡°todos tienen que saber desde ahora que los pobres tendr¨¢n la prioridad¡±.
Lula, quien sigue apareciendo como vencedor de las presidenciales, sabe que no cuenta con el gran capital, con la banca, con la gran industria y con los banqueros que, a pesar de todo, apuestan por Bolsonaro. Ello ha quedado patente d¨ªas atr¨¢s, durante un acto de la Confederaci¨®n Nacional de Industria en Brasilia al que hab¨ªan sido convocados para participar los principales candidatos a las elecciones de octubre pr¨®ximo. Lula no apareci¨® a la cita. Hizo bien, porque los 1.200 empresarios solo dieron inter¨¦s al presidente de extrema derecha, que fue interrumpido varias veces en su discurso con aplausos de la asamblea en pie y con gritos de ¡°?mito, mito!¡±.
Lula no se intimid¨® y dos d¨ªas despu¨¦s en una entrevista a Radio Metrop¨®le de Bah¨ªa arremeti¨® contra el gran capital y contra los banqueros a los que lleg¨® a calificar de ¡°imb¨¦ciles¡± y les pregunt¨® para qu¨¦ quieren acumular tanto. Despu¨¦s de recordarles que durante sus gobiernos incluy¨® millones de personas en el sistema financiero con aumento de poder de compras, critic¨® que a los grupos empresariales se les llena la boca solo con el ¡°techo de gastos y con la pol¨ªtica fiscal sin considerar la pol¨ªtica social¡±. Con una pizca de pimienta populista, Lula arremeti¨®: ¡°En la cabeza de esa gente no existe pobreza, no existe hambre, no existe gente durmiendo en la calle, ni ni?os muriendo de desnutrici¨®n¡±. Seg¨²n ¨¦l, ese mundo de la riqueza ¡°vive en una redoma de vidrio en la que el mundo gira a su alrededor y de sus intereses¡±.
Lula en su desahogo afirm¨® que si gana las elecciones va a gobernar para los 220 millones de brasile?os, pero que ¡°todos tienen que saber desde ahora que los pobres tendr¨¢n la prioridad¡±. Dijo abiertamente que est¨¢ seguro que los banqueros no lo van a votar: ¡°Ellos miran y dicen: ese individuo ni sabe hablar correctamente, es nordestino, no tiene diploma universitario. Despu¨¦s ese individuo si gana va a querer aumentar el sueldo del trabajador, va a querer regular el trabajo de las empleadas dom¨¦sticas, despu¨¦s la empleada de mi mujer viene a trabajar el viernes con el perfume que usa mi mujer¡±.
En otra de sus investidas contra los ricos, Lula afirm¨® que lo que ellos buscan es un gobernante que sea neutro en los temas sociales y con su lenguaje colorido afirm¨®: ¡°Ese presidente va a incentivar a los pobres a viajar de avi¨®n y as¨ª los aeropuertos se van a convertir en una estaci¨®n ferroviaria. Y eso no puede ser, tiene que llegar alguien que no huela mal¡±.
El t¨¦rmino de ¡°imb¨¦ciles¡± dirigido a los muy ricos tuvo, sin embargo, un doble sentido, ya que seg¨²n el viejo sindicalista con el ascenso de esos millones de excluidos al consumo ellos ser¨¢n los primeros favorecidos. Asegur¨®, por ello que en su nuevo Gobierno no habr¨¢ sorpresas en el campo econ¨®mico y que todas las propuestas ser¨¢n de amplio debate sea con la empresa que con el mundo del trabajo y se comprometi¨® a volver a atraer el capital extranjero, a bajar el d¨®lar y la inflaci¨®n. Concluy¨® pidiendo a los empresarios que se resisten a votarle que le ayuden ¡°a acabar con la miseria del pa¨ªs¡±.
Lula sabe muy bien que en este momento cr¨ªtico que vive Brasil, con su recesi¨®n econ¨®mica agravada por la guerra de Ucrania y por un Gobierno sin rumbo, el problema que acucia a millones de personas aqu¨ª y en el mundo no es tanto la desvalorizaci¨®n de la democracia y de sus valores, sino la crisis econ¨®mica que amenaza con retrocesos a los tiempos de la miseria y del hambre. Por ello se est¨¢ dirigiendo fundamentalmente en su campa?a a ese mundo del desamparo y del retroceso de las conquistas del pasado desnudando lo que ¨¦l considera el ansia desmedida del mundo de los que siempre ganan hasta con las grandes crisis y a los que parecen impasibles y distra¨ªdos frente al monstruo de una grave recesi¨®n mundial que multiplicar¨¢ al cubo el dolor de los eternos perdedores.
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