Castraci¨®n

Al poco de que los patos abandonen su piscina, Tony Soprano sue?a que su ombligo es un tornillo que, tras varios intentos, logra destornillar. Entonces se le cae el pene. Se lo cuenta, perplejo, en uno de los primeros encuentros, a su psicoanalista, quien le sugiere que piense en las p¨¦rdidas de las que est¨¢ siendo v¨ªctima en esos momentos de su vida. La recuerdo como una de las escenas m¨¢s brillantes de la serie por su carga metaf¨®rica. No sabemos qu¨¦ sujetan los tornillos simb¨®licos de nuestras existencias ni qu¨¦ se caer¨ªa, por tanto, si los desaloj¨¢ramos de su hueco. Adem¨¢s, la vocaci¨®n del tornillo es la de ser atornillado como la vocaci¨®n del arma es la de ser disparada. No se sabe de nadie que haya desdisparado una pistola y en raras ocasiones quitamos un tornillo de all¨ª donde lo hab¨ªamos puesto.

Tony Soprano podr¨ªa haberse dejado el ombligo en paz evitando as¨ª una castraci¨®n indeseada, pero ignoraba las complejidades de la fontaner¨ªa del alma. A veces, al arrancarte un dardo del coraz¨®n te desangras por el agujero que taponaba su punta. O al sacar de la pared un clavo que apariencia no serv¨ªa para nada se viene abajo todo el edificio. Y no siempre somos capaces de relacionar una cosa con otra. El Gobierno debe de andar pregunt¨¢ndose estos d¨ªas qu¨¦ tornillo habr¨¢ desenroscado para que se le caigan las encuestas como a Tony Soprano se le cay¨® el pene. S¨¢nchez repasa una y otra vez la lista de sus actuaciones y todas le parecen acertadas. Quiz¨¢ el PP no entienda, por su parte, qu¨¦ tuerca han apretado sin querer para empezar a recuperarse, pese al empe?o obsesivo de D¨ªaz Ayuso en desatornillar el sistema de becas, el sistema sanitario, el sistema l¨®gico y el ontol¨®gico, entre otros.

Cuando Tony Soprano recupera el pene ca¨ªdo en el suelo para intentar reimplant¨¢rselo, llega una gaviota y se lo roba.