Ideas para una econom¨ªa sostenible y justa
Situar el enfoque de g¨¦nero de las pol¨ªticas p¨²blicas en el centro del an¨¢lisis permite apostar m¨¢s por la sostenibilidad en lugar de maximizar simplemente el beneficio
Hace casi tres d¨¦cadas que se inici¨® la revoluci¨®n digital y empez¨® a desarrollarse la econom¨ªa y la sociedad digital. La pandemia de la covid-19 ha acelerado la digitalizaci¨®n de la econom¨ªa y la vida. Coincidiendo en el tiempo, tambi¨¦n han pasado aproximadamente tres d¨¦cadas desde que la Plataforma de Acci¨®n de Pek¨ªn estableciera la agenda global para la igualdad de g¨¦nero, con importantes avances pero tambi¨¦n retrocesos. Cabe preguntarse si la expansi¨®n de la econom¨ªa digital ha favorecido o ha mermado la consecuci¨®n de la igualdad de g¨¦nero. Los an¨¢lisis que se han llevado hasta ahora sobre el v¨ªnculo entre la digitalizaci¨®n y la igualdad de g¨¦nero son limitados, pero apuntan a una reproducci¨®n, cuando no a una agudizaci¨®n, de las desigualdades de g¨¦nero de la econom¨ªa digital. Entonces, ?qu¨¦ modelo de econom¨ªa digital se alinear¨ªa con la consecuci¨®n de la igualdad de g¨¦nero? Las aportaciones de la econom¨ªa feminista podr¨ªan apuntar algunas claves al respecto.
La econom¨ªa feminista engloba un conjunto plural de enfoques al an¨¢lisis del sistema econ¨®mico que ¡ªen contraste con la teor¨ªa econ¨®mica tradicional¡ª no descuidan sino que ponen en el centro del an¨¢lisis las condiciones de vida y de sostenibilidad humana y natural. Una primera aportaci¨®n de la econom¨ªa feminista es desplazar el an¨¢lisis y el debate econ¨®mico de la l¨®gica de maximizar el lucro del capital a la l¨®gica de la sostenibilidad de la vida. Alumbrando un conflicto de insostenibilidad para la vida del funcionamiento del sistema econ¨®mico capitalista actual, que considera que producir m¨¢s es siempre mejor y est¨¢ por encima de las necesidades de la vida o los l¨ªmites del planeta.
Incorporar en los an¨¢lisis econ¨®micos el an¨¢lisis de las relaciones de g¨¦nero ha permitido desvelar las visiones androc¨¦ntricas de la teor¨ªa econ¨®mica convencional, que toman como referencia universal a los hombres occidentales blancos, y poder avanzar hacia un an¨¢lisis econ¨®mico que integre al conjunto de la poblaci¨®n considerando la diversidad en la sociedad digital, incluyendo a las mujeres y grupos invisibles para las teor¨ªas econ¨®micas convencionales.
Asimismo, ese enfoque ha permitido mostrar c¨®mo el sistema capitalista actual se sostiene gracias a las desigualdades. A partir de una concepci¨®n del trabajo que solo considera como tal el trabajo mercantilizado productivo, mientras que invisibiliza el trabajo esencial no reproductivo, releg¨¢ndolo a la esfera privada y adjudic¨¢ndosela mayoritariamente a las mujeres. En otras palabras, el capitalismo para poder sostenerse se apoya en el sistema heteropatriarcal que subordina a las mujeres.
Adem¨¢s de esta imposici¨®n del trabajo reproductivo, las mujeres sufren una desigual condici¨®n respecto al trabajo productivo, con una menor participaci¨®n laboral remunerada, salarios m¨¢s bajos, mayor precariedad y segregadas a sectores y roles considerados tradicionalmente femeninos. En contraste, la econom¨ªa feminista propone una concepci¨®n y reorganizaci¨®n del trabajo que visibilice todos los tipos de trabajo, y asegure igualdad de condiciones al conjunto de la poblaci¨®n.
Visibilizar la reproducci¨®n social como elemento imprescindible del sistema econ¨®mico actual, e incorporarlo a los an¨¢lisis, desmonta otra de las creencias fundamentales de la teor¨ªa econ¨®mica cl¨¢sica: fundamentar sus an¨¢lisis en la figura del homo economicus en tanto que ser autosuficiente, aut¨®nomo, independiente e invulnerable, responsable solo de s¨ª mismo y su ¨²nico inter¨¦s; perfil cuestionado emp¨ªricamente desde m¨²ltiples disciplinas, que niega la interdependencia humana, la necesidad de relaciones sociales y cuidados, y la responsabilidad social com¨²n, as¨ª como la dependencia humana de la naturaleza.
La econom¨ªa feminista propone el reconocimiento y la responsabilidad social y pol¨ªtica para con la ecodependencia, la interdependencia y la condici¨®n humana vulnerable, mientras denuncia la actual crisis de atenci¨®n a los cuidados necesarios para la vida por parte del modelo econ¨®mico y la escasa responsabilizaci¨®n del Estado. Tambi¨¦n aporta marcos de an¨¢lisis de las pol¨ªticas p¨²blicas con enfoques de transversalidad de g¨¦nero. A trav¨¦s de instrumentos como los presupuestos con enfoque de g¨¦nero, donde los cambios en los an¨¢lisis de datos permiten desmontar la supuesta neutralidad de g¨¦nero de las pol¨ªticas p¨²blicas. Adem¨¢s, ha aportado propuestas para un programa de pol¨ªticas macroecon¨®micas a partir de indicadores de actividad econ¨®mica alternativos, que cuestionan los indicadores cl¨¢sicos como el PIB o la Encuesta de Poblaci¨®n Activa.
A nivel microecon¨®mico, la econom¨ªa feminista ha incorporado tambi¨¦n el an¨¢lisis con perspectiva de g¨¦nero de modelos de democratizaci¨®n econ¨®mica, como la tradici¨®n de la econom¨ªa social, apuntando que sin un ejercicio expl¨ªcito para garantizar la igualdad de g¨¦nero, lo social no asegura la igualdad. En esta l¨ªnea, la econom¨ªa feminista apunta al enfoque y metodolog¨ªa interseccional, con los que analizar la interrelaci¨®n de los diferentes ejes de opresi¨®n operantes, como el machismo, la homofobia, el clasismo, el racismo, o el capacitismo.
Estos son algunas de las aportaciones de la econom¨ªa feminista desde los que analizar la transici¨®n a la econom¨ªa digital y posibles innovaciones transformadoras respecto a la teor¨ªa econ¨®mica tradicional. En marzo de 2023 se celebrar¨¢ en Barcelona la VIII edici¨®n del Congreso de econom¨ªa feminista, centrado en la esfera digital, hospedado por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), una buena ocasi¨®n para seguir debatiendo y promover una palanca de cambio para una econom¨ªa digital feminista, alineada con la igualdad de g¨¦nero y el conjunto de los derechos humanos.
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