El retrovisor genera remordimientos
Demandas para aplicar el Derecho al Olvido ponen de relieve la falta de sensibilidad de los periodistas
EL PA?S recibe todos los meses peticiones de ciudadanos para que la inclusi¨®n de sus nombres en los buscadores no lleve a informaciones antiguas, inexactas o superadas por el paso del tiempo. Es el caso, por ejemplo, de un funcionario acusado hace 40 a?os de traficar con droga en una prisi¨®n. Su nombre y apellido llevan a esa informaci¨®n, pero resulta que el protagonista fue absuelto. La ley y el Libro de estilo favorecen en esas situaciones el Derecho al Olvido, que consiste en desindexar, en no relacionar un nombre con un enlace concreto. La casu¨ªstica, sin embargo, es muy compleja y obliga al peri¨®dico a tener m¨¢s cuidado, m¨¢s sensibilidad y m¨¢s prudencia.
El Libro de estilo se?ala que, si la persona afectada lo solicita, las informaciones sobre investigaciones o acusaciones no derivadas en condenas deber¨¢n contener una advertencia al respecto. Es una cl¨¢usula para aliviar la leg¨ªtima difusi¨®n en la prensa en su momento de actuaciones policiales o judiciales que no se concretaron en nada o de veredictos que el tiempo los descontextualiza, como una leve condena a una joven que, 20 a?os despu¨¦s, es una reconocida profesional.
La ley, la pr¨¢ctica normal del periodismo y la ¨¦tica profesional afrontan casos variopintos de dif¨ªcil soluci¨®n. Uno obvio: se publican a menudo nombres de detenidos o imputados, pero apenas se difunden absoluciones o archivos de sus causas.
En ocasiones, alg¨²n lector nos obliga a mirar por el retrovisor de la hemeroteca y nos provoca hasta remordimientos. Es el caso de quien escribi¨® hace poco para pedir la desindexaci¨®n del nombre de su hermana, plenamente identificada como muerta por sobredosis a los 20 a?os en una informaci¨®n del peri¨®dico de hace cuatro d¨¦cadas.
El Derecho al Olvido se aplica a ese tipo de informaciones con un m¨ªnimo de antig¨¹edad de cinco a?os. Otras recientes tambi¨¦n afectan al honor y la imagen de los protagonistas, pero derivan en otras consideraciones.
El columnista Jordi Amat ha recordado ahora la detenci¨®n de Tamara Carrasco en 2018 acusada de rebeli¨®n y terrorismo. Numerosos medios, incluido EL PA?S, publicaron su foto escoltada por dos guardias civiles tras ser arrestada. El Tribunal Supremo acaba de ratificar su absoluci¨®n, pero la llamada pena de telediario ya se hab¨ªa ejecutado con creces.
Hace tres a?os, ?lex Grijelmo public¨® su columna para poner en entredicho titulares de varios medios en los que se llamaba ¡°maltratador¡± al exmarido de Juana Rivas, Francesco Arcuri, condenado como tal ocho a?os antes a tres meses de prisi¨®n. Adjetivos perpetuos, critic¨® Grijelmo en el titular de su texto para recordar que la ley favorece la reinserci¨®n y no contempla la cadena perpetua.
La semana pasada, EL PA?S titul¨®: Un etarra acusado de siete asesinatos prepara su vuelta legal a Espa?a tras 33 a?os huido en Cabo Verde. Se refer¨ªa a F¨¦lix Manzanos quien, en efecto, fue perseguido por cr¨ªmenes de hace 40 a?os ya prescritos. Manzanos no fue detenido y, tras su expulsi¨®n a Cabo Verde, ha trabajado dos d¨¦cadas como taxista en ese pa¨ªs.
Un lector escribi¨® a ra¨ªz de esa noticia: ¡°?Cu¨¢ndo se deja de ser etarra en EL PA?S?¡± Quino Petit, redactor jefe de la secci¨®n de Espa?a, se?ala que en su d¨ªa hubo datos oficiales para sostener que Manzanos militaba en ETA y que, como tal, ha figurado en documentos judiciales y policiales incluso tras la disoluci¨®n de la banda. ¡°Eso no impide que pueda reconsiderarse el criterio para ajustar la definici¨®n de exetarras o exintegrantes de ETA¡±, asume Petit.
Luis R. Aizpeolea, estudioso del terrorismo en Euskadi, opina que no tiene sentido usar en tiempo presente las expresiones ¡°miembro de ETA¡± o ¡°etarras¡± cuando la organizaci¨®n se disolvi¨® ya hace cuatro a?os. Lo adecuado, a?ade, ser¨ªa ¡°exmiembros de ETA¡±. Aizpeolea a?ade: ¡°Es necesario extremar el rigor en las expresiones cuando asistimos a un enredo deliberado en algunos estamentos pol¨ªtico-medi¨¢ticos que confunden terrorismo con nacionalismo¡±.
El lector tambi¨¦n insinu¨® que el peri¨®dico aplica criterios diferentes seg¨²n qui¨¦n sea el aludido. ¡°?Cu¨¢ndo dej¨® de ser etarra Arnaldo Otegi?¡±, se preguntaba en alusi¨®n al dirigente abertzale condenado en 2011 como dirigente de ETA. Pese a tal condena, el peri¨®dico no menciona nunca a Otegi como ¡°dirigente de ETA¡±. L¨®gico, ?pero por qu¨¦ esta diferencia de trato?
Al margen de la pugna pol¨ªtica ¡ªla menciona Aizpeolea, pero sobrepasa el terreno de juego del Defensor del Lector¡ª, conviene afinar el rigor, la ¨¦tica y los adjetivos para que, en el futuro, los periodistas podamos mirar el retrovisor sin remordimientos, y los aludidos, sin ira.
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