Crisis en la industria del motor
Las milmillonarias inversiones comprometidas en Espa?a en este sector podr¨ªan verse afectadas si la inflaci¨®n se enquista
La automoci¨®n ha brindado en los ¨²ltimos siete meses una borrachera de buenas noticias para Espa?a. Distintas marcas han asegurado la producci¨®n de coches el¨¦ctricos a partir de 2025 en Martorell (Barcelona), Landaben (Pamplona) y Almussafes (Valencia), y dos proyectos diferentes aseguran la construcci¨®n de dos plantas de celdas de bater¨ªas en Sagunto (Valencia) y Navalmoral de la Mata (C¨¢ceres). Son noticias que han hecho olvidar el ¨²ltimo drama del sector, el cierre de la factor¨ªa barcelonesa de Nissan, advertencia de las desacomplejadas decisiones de las grandes multinacionales para poner fin a instalaciones y un nuevo ejemplo de lo dif¨ªcil que es sustituir industria existente por nueva actividad fabril.
Esos anuncios son tambi¨¦n un b¨¢lsamo para un sector que transita desde la crisis sanitaria de la pandemia por la cuerda floja. Sus ventas cayeron en 2020 y la primera mitad de 2021 por el azote de las medidas para atajar la expansi¨®n de la covid, y a partir de entonces no hay mejoras en sus negocios, aunque a causa de un cambio de panorama: el golpetazo de las restricciones al comercio mundial ha acabado con su antigua habilidad para proveerse de componentes, y la falta de semiconductores ha limitado su capacidad de fabricaci¨®n a niveles nunca vistos. Hoy sufre una crisis de oferta, es incapaz de servir todos los veh¨ªculos que el mercado demanda.
Solo en Espa?a la patronal Faconauto cifra en 200.000 los clientes que han encargado ya su coche y que no lo recibir¨¢n, de promedio, en un plazo inferior a los cuatro meses, el doble de lo que era habitual. Las empresas de alquiler sufren el mismo problema y calculan que sus flotas deber¨ªan ser renovadas con otros 150.000 veh¨ªculos nuevos. Los fabricantes consideran que es un problema en v¨ªas de soluci¨®n, previsiblemente a finales de a?o, cuando los productores de microchips puedan normalizar el mercado y las factor¨ªas restablezcan su operativa habitual.
La inc¨®gnita es si esa vuelta a la normalidad seguir¨¢ manteniendo el resto de par¨¢metros econ¨®micos precovid. Obsesionados con mantener la rentabilidad pese a la p¨¦rdida de ventas, las marcas han subido el precio medio de sus modelos, pudiendo repercutir parte del incremento que viene de las materias primas y de la energ¨ªa. Cuando vuelva a la normalidad, los potenciales compradores de coches habr¨¢n notado c¨®mo la inflaci¨®n se ha comido parte de su poder adquisitivo y el precio del dinero nada tiene que ver con los tipos cero que aliment¨® el Banco Central Europeo. Es un nuevo escenario que podr¨ªa amenazar la recuperaci¨®n y transformar esa crisis de oferta en una nueva, en este caso de demanda, como sucedi¨® cuando se par¨® por la covid. No se puede descartar que esa ca¨ªda acabe condicionando las milmillonarias inversiones comprometidas este ¨²ltimo semestre pese a que vayan avaladas por los fondos de recuperaci¨®n de la Uni¨®n Europea.
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