Un ejemplo de confianza en el derecho
Eliseo Aja, profesor de derecho constitucional y primer Presidente del Consejo de Garant¨ªa Estatut¨¤ries de Catalu?a, record¨® siempre que el derecho es el mejor instrumento para la convivencia y la integraci¨®n pol¨ªtica
Eliseo Aja fue profesor de derecho constitucional en la Universidad de Barcelona, a cuyo departamento, entonces de derecho pol¨ªtico, lleg¨® en los primeros setenta del siglo pasado para integrarse en la c¨¢tedra de Manuel Jim¨¦nez de Parga y poco despu¨¦s para trabajar con Jordi Sol¨¦ Tura, con quien desarroll¨® una colaboraci¨®n y una amistad que durar¨ªa hasta su muerte y de la que hoy todav¨ªa disfrutan quienes siguen inici¨¢ndose en la historia constitucional de Espa?a con su ¡°Constituciones y per¨ªodos constituyentes en Espa?a 1808-1936¡å. Durante m¨¢s de cuarenta a?os, con un paso por la c¨¢tedra de Lleida, que ¨¦l siempre recordaba con mucho cari?o, Eliseo Aja y Miguel ?ngel Aparicio construyeron el hoy Departamento de derecho constitucional de la UB, haciendo de ¨¦l su casa y la de todos quienes que con ¨¦l aprendimos a querer el trabajo universitario.
Como joven profesor ayudante, como reconocido catedr¨¢tico o como em¨¦rito, quienes asistieron a las clases de Eliseo Aja recuerdan siempre la energ¨ªa y la pasi¨®n con las que sabia atraer su inter¨¦s, la agudeza con que se?alaba las claves para comprender la realidad pol¨ªtico-constitucional y los elementos fundamentales para su garant¨ªa o su transformaci¨®n.
Esas mismas energ¨ªa y pasi¨®n generaron y dieron forma a tantos proyectos e iniciativas acad¨¦micas e investigadoras que se caracterizaban siempre por su conexi¨®n con la realidad pol¨ªtico-institucional de nuestro pa¨ªs, por su brillante capacidad de diagn¨®stico y por su vocaci¨®n de incidir y transformar la realidad. Desde el trabajo en torno al momento constituyente, a¨²n vivo en su introducci¨®n al estudio cl¨¢sico de Ferdinand Lassalle ¡°Qu¨¦ es una Constituci¨®n¡± hasta su magisterio en el an¨¢lisis del estado auton¨®mico, compendiado en el libro que sigue siendo el mejor an¨¢lisis de nuestro modelo territorial ¡°Estado auton¨®mico y reforma federal¡± o su dedicaci¨®n a la extranjer¨ªa y los derechos de los inmigrantes, de la que nacer¨ªa ¡°Los derechos de los inmigrantes en Espa?a¡± en el primer decenio del presente siglo.
Todos esos trabajos, y tantos otros suyos, se distinguen, m¨¢s all¨¢ de su inter¨¦s, por su car¨¢cter enormemente fruct¨ªfero: fruct¨ªfero en sugerencia e influencia sobre la acci¨®n pol¨ªtica e institucional sin duda; no hubo acad¨¦mico m¨¢s alejado de la investigaci¨®n pura y as¨¦ptica en su torre de marfil; pero sobre todo fruct¨ªfero en la generaci¨®n de equipos, en saber combinar visiones distintas y ofrecer resultados producto de la contraposici¨®n de argumentos, su debate y su integraci¨®n, tambi¨¦n en la prensa y ante la opini¨®n p¨²blica.
Porque Eliseo fue ante todo un gran creador de equipos. Nunca conoc¨ª a nadie con su magnetismo y su capacidad de convicci¨®n e implicaci¨®n, con su apertura para escuchar y absorber las aportaciones de todos y con su generosidad para ofrecer las suyas y convertir sus iniciativas en proyectos conjuntos, compartidos y que siempre quiso que le sobrevivieran. As¨ª fue con el Informe Comunidades Aut¨®nomas, que con su an¨¢lisis y valoraci¨®n anual del Estado auton¨®mico constituye probablemente la iniciativa acad¨¦mica m¨¢s longeva de nuestro derecho p¨²blico; as¨ª lo consigui¨® con los grupos de profesores a quienes inici¨® e implic¨® en el estudio del derecho de los extranjeros; as¨ª con los juristas y amigos que siempre quer¨ªa y consegu¨ªa implicar en sus proyectos, en cuyo nombre quiero escribir este recuerdo; y as¨ª lo quiso para el proyecto que impuls¨® con m¨¢s ah¨ªnco, el Observatorio del Instituto de Derecho P¨²blico de la Universidad de Barcelona.
Otros supieron distinguirse por el rigor y la minuciosidad en sus estudios, o por abrir ¨¢mbitos desconocidos para la investigaci¨®n y el an¨¢lisis jur¨ªdico. Eliseo fue en cambio el jurista apasionado que se volcaba en los debates de nuestro tiempo y sab¨ªa enfocar sus dilemas, expresar la necesaria visi¨®n de conjunto, ofrecer soluciones y plantear las alternativas posibles desde el compromiso m¨¢s honesto.
Eliseo y sus trabajos son tambi¨¦n el mejor ejemplo de confianza en el derecho: en su capacidad de actuar sobre la realidad, en su receptividad a la cr¨ªtica razonada, en su fuerza garantista y en su potencia transformadora; en su utilidad para la comunidad, como poder fruto del debate, del acuerdo y del pacto. Porque, desde su compromiso y la firmeza de sus valores, record¨® siempre que en una sociedad democr¨¢tica el derecho, generado siempre en debate e integraci¨®n con el otro, es el mejor instrumento para la convivencia y la integraci¨®n pol¨ªtica, lo que supo practicar como primer Presidente del Consejo de Garant¨ªa Estatut¨¤ries de Catalu?a entre 2009 y 2013.
Hace pocas semanas sus ojos siempre vivos y punzantes brillaban todav¨ªa discutiendo de esa capacidad del derecho, nunca en abstracto y siempre en concretos conflictos. Aunque no tanto como se iluminaban al hablar de Anna y J¨²lia, que tanta felicidad le dieron y de las que tanta fuerza extrajo siempre y en sus ¨²ltimos meses.
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