Lo hispano es parte de la identidad de EE UU

He le¨ªdo la columna de Mart¨ªn Caparr¨®s publicada en EL PA?S el 25 de junio en la que sostiene que hablar el espa?ol en EE UU es un signo de fracaso, fundamentalmente porque refleja la inmigraci¨®n de una poblaci¨®n que se ubica en los niveles m¨¢s bajos de la escala social del pa¨ªs. Estoy en total desacuerdo. Caparr¨®s se concentra exclusivamente en la migraci¨®n latinoamericana reciente a EE UU, pero omite tantos otros factores en su art¨ªculo que hace que el mismo se lea como un texto unilateral y limitado.

El espa?ol estuvo siempre presente en los extens¨ªsimos territorios anexados de Espa?a y M¨¦xico. Esto empez¨® en la primera mitad del siglo XIX con la compra de Florida a Espa?a (1819), la anexi¨®n de Texas (1845), la guerra m¨¦xico-estadounidense (1846-1848) y la compra de territorios de Nuevo M¨¦xico y Arizona (1854). Los ¡°territorios perdidos¡± por M¨¦xico luego de la guerra, o vendidos posteriormente, incluyen los Estados de California, Nevada y Utah, y parte de Arizona, Colorado, Nuevo M¨¦xico, Wyoming y Oklahoma y componen una tercera parte del territorio de EE UU. Y tras la guerra entre EE UU y Espa?a (1898), Puerto Rico pas¨® a constituir un territorio de EE UU. Esa poblaci¨®n habl¨® espa?ol desde la fundaci¨®n de las colonias espa?olas en el siglo XVI y sus descendientes continuaron haci¨¦ndolo como parte del territorio de EE UU. No son inmigrantes. Est¨¢n donde siempre estuvieron.

Cabe se?alar que los problemas que enfrentan las nuevas migraciones de latinoamericanos, de los que habla Caparr¨®s, no son distintos a los que tuvieron migrantes anteriores, como irlandeses o italianos, quienes sufrieron de estereotipos negativos, discriminaci¨®n, empleos pobres y bajos ingresos. Sin embargo, por tratarse de migraciones recientes, los nuevos latinoamericanos en EE UU gozan de varias ventajas. La primera reside precisamente en que los latinoamericanos recientes han resistido el melting pot que oblig¨® a todos los anteriores ¡ªitalianos, alemanes, n¨®rdicos, etc¨¦tera.¡ª a abandonar su lengua para asimilarse. La migraci¨®n reciente llega en tiempos en que se celebra la globalidad, la multiculturalidad y un segundo idioma como activos. Y hacen bien en mantener el espa?ol por la importancia del idioma en EE UU y en el mundo. De hecho, el espa?ol tiene, de lejos, la preferencia entre los estudiantes interesados en adquirir un segundo idioma en EE UU, con el 72% de los estudiantes de un idioma extranjero.

La segunda ventaja est¨¢ en sus n¨²meros. Seg¨²n el ¨²ltimo censo de 2020, m¨¢s de 60 millones de personas se autodefinen como hispanas o latinas, entre las que 45 millones hablan espa?ol en sus hogares. Los hispanos de hoy son la primera mayor¨ªa ¨¦tnica de EE UU, con casi el 19% de la poblaci¨®n total. El Instituto Cervantes proyecta que en 2060, EE UU ser¨¢ el segundo pa¨ªs hispanohablante del mundo, despu¨¦s de M¨¦xico. Esto tiene una fuerza pol¨ªtica, econ¨®mica, social y cultural sin precedentes. Crecientemente, los hispanos est¨¢n haciendo sentir su voz (a menudo en espa?ol) para lograr bloques de apoyo a candidaturas hispanas. Con el 13% entre los votantes en las presidenciales del 2020, los dos partidos m¨¢s importantes, Dem¨®crata y Republicano, est¨¢n buscando atraer tanto a candidatos de origen hispano como definir una oferta espec¨ªfica para atraer el voto hispano. Constituyen tambi¨¦n una fuerza comercial importante. Seg¨²n un art¨ªculo de este mismo peri¨®dico, la gran mayor¨ªa de latinoamericanos en EE UU no son pobres: ¡°Si los hispanos que residen en EE UU fueran considerados como una econom¨ªa independiente, ser¨ªan la novena del mundo, un potencial que no ha pasado desapercibido para las compa?¨ªas estadounidenses que se han dado cuenta de la importancia de penetrar en el mercado hispano¡±.

Culturalmente, tienen un impacto cada vez mayor, y optimistamente, con menos estereotipos. La m¨²sica hispana tiene su propio reconocimiento desde hace 22 a?os en los Grammys Latinos. La comida espa?ola, mexicana y peruana es reconocida y se multiplican los restaurantes con ese acento culinario. Existen salas de teatro en espa?ol en numerosas ciudades, y festivales de teatro hispano en Miami y Nueva York. Igualmente, al menos 24 museos celebran la herencia y el arte hispano y latinoamericano. Dos canales de televisi¨®n emiten en espa?ol a nivel nacional. Uno de ellos, Univisi¨®n, constituye la cuarta red m¨¢s sintonizada en el pa¨ªs. En la misma l¨ªnea, el Instituto Smithsonian, cuya misi¨®n es preservar la herencia y modelar la identidad del pa¨ªs con sus museos, investigaci¨®n y educaci¨®n, acaba de anunciar la construcci¨®n del nuevo Museo Nacional del Americano Latino. Seg¨²n la Secretar¨ªa del Instituto Smithsonian, el nuevo museo ¡°mostrar¨¢ la historia, arte, cultura y logros cient¨ªficos de la poblaci¨®n latina en los EE UU, a fin de presentar de manera m¨¢s profunda, con mayores matices y m¨¢s completa, la historia sobre qui¨¦nes somos como naci¨®n¡±. Indudablemente, este museo presentar¨¢ toda su colecci¨®n en espa?ol e ingl¨¦s. No creo que haya un mejor ejemplo para descartar completamente la tesis de Caparr¨®s sobre la insignificancia de la presencia del espa?ol en EE UU.