F¨²tbol sin g¨¦nero

Ha sucedido lejos y sin demasiada publicidad, pero ha sido un ¨¦xito rotundo. La selecci¨®n femenina de f¨²tbol sub-20 ha ganado el Mundial celebrado en Costa Rica en la final disputada contra Jap¨®n. Hay algo simb¨®lico: fue Jap¨®n quien derrot¨® a Espa?a hace cuatro a?os, en la final de 2018. Esta vez el juego de las espa?olas fue arrollador en un primer tiempo que expresaba algo inasible, pero decisivo: la convicci¨®n de poder hacerlo y no volver a repetir la decepci¨®n del ¨²ltimo torneo, ni la frustraci¨®n de julio de este a?o, cuando la selecci¨®n absoluta fue eliminada de forma temprana de la Eurocopa (sin Alexia Putellas, Bal¨®n de Oro 2021, ni la goleadora Jenni Hermoso, ambas lesionadas). Ha habido tambi¨¦n ingredientes para la ¨¦pica: la selecci¨®n sub-20 pudo contar con una jugadora de gran potencial, Salma Paralluelo, autora de dos goles contra Jap¨®n y elegida mejor jugadora tanto en la semifinal como en la final (y tambi¨¦n la portera espa?ola Txell Font fue elegida la mejor del campeonato).

Nada de esto es producto del azar de unos buenos minutos de juego. Hace algo m¨¢s de un a?o, por fin el Consejo Superior de Deportes aprob¨® la profesionalizaci¨®n del f¨²tbol femenino y se comprometi¨® a invertir 31 millones de euros para formalizarla (cuando ven¨ªamos de situaciones tan extravagantes como que las mujeres hubiesen de competir hace unos pocos a?os con la selecci¨®n nacional sin siquiera lucir su nombre en las camisetas). Este a?o los equipos han recibido 16 millones procedentes de los fondos europeos del Plan de Recuperaci¨®n, Transformaci¨®n y Resiliencia. Todos los clubes grandes cuentan ya con equipos femeninos e incluyen gestos significativos, como propiciar que sus entrenamientos se realicen en las ciudades deportivas de los clubes (como sucede ya en la mayor¨ªa de ellos). De hecho, las ganancias en los clubes espa?oles a trav¨¦s de los equipos femeninos suman una media de 628.000 euros.

La atenci¨®n medi¨¢tica, el respaldo institucional y la apuesta estrat¨¦gica rinden sus frutos cuando se combinan todas ellas. Los prejuicios t¨ªpicamente machistas sobre la calidad del f¨²tbol de las mujeres solo se disipar¨¢n de una manera: vi¨¦ndolas jugar y pelear, ganar y perder, vi¨¦ndolas competir como llevamos d¨¦cadas y d¨¦cadas haci¨¦ndolo con el f¨²tbol masculino. Las fichas federativas del f¨²tbol femenino pr¨¢cticamente se han duplicado en los ¨²ltimos diez a?os (aunque sigan siendo una d¨¦cima parte de las fichas masculinas). La edad es relevante tambi¨¦n: solo dos de las actuales campeonas lo fueron tambi¨¦n en el Mundial sub-17 en 2018, con lo que siguen subiendo nuevas j¨®venes con modelos de ¨¦xito, triunfos que celebrar y una emulaci¨®n deportiva que llega avalada por una consideraci¨®n social que trasciende los antiguos circuitos de una vocaci¨®n marginal.