Duelo en el Senado
Lo interesante de la confrontaci¨®n del martes entre S¨¢nchez y Feij¨®o es que se centrar¨¢ en las medidas de ahorro energ¨¦tico del Gobierno. Y esto obliga a la oposici¨®n a hacer alg¨²n tipo de contrapropuesta
El martes sabremos qu¨¦ da de s¨ª la confrontaci¨®n parlamentaria entre Feij¨®o y S¨¢nchez. Es una forma de sortear la anomal¨ªa que significa que el l¨ªder de la oposici¨®n no tenga un asiento en el Congreso. Y para nuestras vituperadas Cortes Generales constituye una buena ocasi¨®n de poder reivindicarse como la sede central de nuestra conversaci¨®n p¨²blica. A estos efectos es indiferente cu¨¢les sean las razones por las que ambos han consentido en presentarse a este duelo ¡ªobviamente, por la presi¨®n del momento electoral¡ª; lo m¨¢s relevante es que sea en una de las C¨¢maras, no en un plat¨® de televisi¨®n.
Otra cosa ya es lo que de ah¨ª resulte. Los precedentes no nos permiten ser muy optimistas. En todos estos debates acaba haci¨¦ndose cierta esa m¨¢xima de que, despu¨¦s de la aportaci¨®n de argumentos, los interlocutores proceden a su descalificaci¨®n mutua. No de las argumentaciones, sino de quien las emite. M¨¢s que defenderse las razones que sostienen las diferentes propuestas, el objetivo siempre parece ser el mismo: la certificaci¨®n de que el otro no es fiable. Al final, todo acaba reduci¨¦ndose a argumentos ad personam. As¨ª es tambi¨¦n como esta vez aparece enmarcado el debate. Por parte del PSOE, el objetivo ¨²ltimo es oscurecer el resplandor demosc¨®pico de Feij¨®o, presentarle como ajeno a las preocupaciones de la gente com¨²n y entregado a los grandes intereses econ¨®micos; negarle su presunta moderaci¨®n y reducirle a su condici¨®n de ser un candidato m¨¢s de la derecha. En el caso del PP, abundar en el antisanchismo, que ya es todo un g¨¦nero de ret¨®rica pol¨ªtica: despilfarro, connivencia con los separatismos y la extrema izquierda, endeudamiento sin l¨ªmites y un largo etc¨¦tera.
Lo interesante de la pr¨®xima confrontaci¨®n a la que vamos a asistir es, sin embargo, que estar¨¢ disciplinada por un tema central: las medidas de ahorro energ¨¦tico del Gobierno. Y esto obliga a la oposici¨®n a hacer alg¨²n tipo de contrapropuesta; no basta con cr¨ªticas sobre el vac¨ªo, aqu¨ª hay que entrar en argumentos ad rem, ir a la cosa misma. Pero, y esto es lo que me parece m¨¢s relevante, tanto en uno como otro caso la acusaci¨®n central ser¨¢ que el otro no coopera, que se niega a buscar el entendimiento necesario para salir del trance en el que estamos. Mar¨ªa Jes¨²s Montero as¨ª lo dio a entender el otro d¨ªa al acusar al PP de ¡°negacionista y obstruccionista¡± y de negarse a ¡°arrimar el hombro¡±, el no es no. Y ya conocemos la r¨¦plica del PP: ¡°Oiga, si quieren nuestro apoyo, pactemos algo, ll¨¢mennos y nos acercamos a discutirlo, no vamos a aceptar lo que proponen por su cara bonita¡±.
Observen c¨®mo detr¨¢s de estas actitudes hay un reconocimiento impl¨ªcito por ambas partes de la necesidad de pactar, pero ninguno parece estar dispuesto a hacerlo o, como en el caso del CGPJ, ponen condiciones que cada uno de ellos considera inasumibles. Cada uno se escuda en la reticencia del otro. Lo grave es que en algunos casos est¨¢n obligados constitucionalmente a hacerlo ¡ªde nuevo el CGPJ y el Constitucional¡ª, y en otros lo exigen las circunstancias. Decisiones clave en materia energ¨¦tica, por ejemplo, que exigir¨¢n inversiones ingentes, no pueden dejarse al albur de que exista una u otra mayor¨ªa, y las propias medidas de ahorro energ¨¦tico ser¨¢n mucho m¨¢s eficaces si las comunidades en manos de la oposici¨®n se esmeran en la vigilancia. Y, por lo que dicen las encuestas, es tambi¨¦n lo que desea la mayor parte de la ciudadan¨ªa. Pero me temo que es justo lo que no se va a producir, ya estamos en periodo electoral. Lo interesante ser¨¢ ver c¨®mo nos lo venden.
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