Comienza el curso: t¨² a Tecnolog¨ªa, yo a Humanidades
La educaci¨®n en Espa?a obliga a compartimentar los estudios t¨¦cnicos por un lado y las artes y ciencias sociales por otro, cuando nuestro futuro depende del conocimiento h¨ªbrido entre el dato y lo abstracto
En estos d¨ªas en los que se inaugura el nuevo curso, el futuro est¨¢ ya de vuelta con retos tales que nos tientan a centrarnos en el hoy, no en el ma?ana.
En ese ma?ana, pronto presente, se encuentran los m¨¢s de 10 millones y medio de estudiantes que poblar¨¢n este curso las aulas espa?olas. La demograf¨ªa dejar¨¢ su sello con ...
En estos d¨ªas en los que se inaugura el nuevo curso, el futuro est¨¢ ya de vuelta con retos tales que nos tientan a centrarnos en el hoy, no en el ma?ana.
En ese ma?ana, pronto presente, se encuentran los m¨¢s de 10 millones y medio de estudiantes que poblar¨¢n este curso las aulas espa?olas. La demograf¨ªa dejar¨¢ su sello con menos ni?os y ni?as en primaria. Las matem¨¢ticas seguir¨¢n siendo la asignatura hueso y, cuando lleguen a 4?, una muestra participar¨¢ en las pruebas Timss, que eval¨²an el conocimiento en ciencias y matem¨¢ticas. Probablemente en matem¨¢ticas registren una puntuaci¨®n inferior a la media europea y de la OCDE. La brecha m¨¢s reciente fue de 22 puntos los chicos y 28 las chicas. Casi un 30% de ellas confiesa que no les gustan las mates, superando en nueve puntos al porcentaje de chicos; las ciencias son m¨¢s apreciadas y sin apenas diferencias por sexos. Una tarea pendiente ser¨¢ la introducci¨®n de nuevas f¨®rmulas para fortalecer la ense?anza de estas materias e introducir el pensamiento computacional en el curr¨ªculum escolar. F¨®rmulas dif¨ªciles de extender e institucionalizar.
Al llegar a la ESO, las chicas ser¨¢n m¨¢s aplicadas en los estudios, pero quedar¨¢n rezagadas en el ¨ªndice de competici¨®n y autoeficacia, y aumentar¨¢ su temor al fracaso. Si no se interviene efectiva y sistem¨¢ticamente desde primaria contra estos efectos, lastrar¨¢n sus vidas a pesar de sus logros acad¨¦micos.
En el final de esta etapa, una muestra participar¨¢ en las pruebas PISA, evaluaci¨®n trienal de tres competencias troncales realizada en 80 pa¨ªses: ciencias, lectura y matem¨¢ticas, a las que este a?o se a?ade el pensamiento creativo. Resultados previos apuntan a que Espa?a ocupar¨¢ una posici¨®n modesta en la comparativa general. Las chicas sobresaldr¨¢n en lectura, pero se mantendr¨¢ una decreciente brecha de g¨¦nero en ciencias y matem¨¢ticas. Ellos dominan el dato (objeto); ellas, el relato (sujeto). Un metaan¨¢lisis de m¨¢s de 40 a?os de evidencias sobre las preferencias ocupacionales se?ala que ¡ªde manera consistente en el tiempo¡ª los hombres prefieren trabajar con cosas, mientras que las mujeres prefieren hacerlo con personas, enlazando conceptos abstractos con situaciones de la vida real. Combinar de manera eficaz el dato y el relato en la educaci¨®n arrojar¨ªa resultados cient¨ªficos y por g¨¦nero diferentes.
No sorprenden, pues, sus expectativas de trabajo cuando lleguen a los 30 a?os: m¨¢s de un 20% de las mujeres (y el 8% de los hombres) se proyectar¨¢n en las ¨¢reas de salud. Las profesiones TIC (Tecnolog¨ªas de la Informaci¨®n y la Comunicaci¨®n), a pesar de ser de las m¨¢s demandadas, solo atraer¨¢n a un 9,5% de los chicos y un escalofriante 1,2% de las chicas.
Tras la ESO, llega la primera elecci¨®n cr¨ªtica: Bachillerato o Formaci¨®n Profesional. El Bachillerato ser¨¢ preferido por las chicas y, si proyectamos las cifras de a?os anteriores, habr¨¢ equilibrio en las aulas de Ciencias, pero no as¨ª en las de Artes (73% mujeres), Humanidades y Ciencias Sociales (60%) ni en Tecnolog¨ªa (26%). A la Formaci¨®n Profesional se dirigir¨¢ un n¨²mero reducido del alumnado (12% del total, frente al 25% en los pa¨ªses de la OCDE y el 29% en la UE), aunque quiz¨¢s este a?o superemos esa cifra, dada la mejora de estas ense?anzas consagrada en la Ley Org¨¢nica 3/2022.
La proporci¨®n de mujeres en FP ser¨¢ notablemente inferior a la de hombres y la segregaci¨®n ser¨¢ la norma: por encima del 75% en Sanidad y menos del 10% en inform¨¢tica y comunicaciones (en grado Medio y Superior).
M¨¢s de 700.000 j¨®venes entrar¨¢n en las Ense?anzas de R¨¦gimen Especial, donde tambi¨¦n predominar¨¢n las chicas en Artes e Idiomas, al rev¨¦s que en las Ense?anzas Deportivas, donde hay un 80% de varones.
La comunidad universitaria constar¨¢ de mill¨®n y medio largo de j¨®venes, entre ellos Gabriel Plaza, el estudiante que obtuvo la nota m¨¢s alta en la EvAU madrile?a. Un joven masacrado en redes sociales por elegir Filolog¨ªa Cl¨¢sica, imperdonable desperdicio de talento para muchos. Pero ¨¦l, tras declararse de ¡°humanidades hasta la m¨¦dula¡±, nos regal¨® esta respuesta: ¡°?Qu¨¦ hay m¨¢s ¨²til que estudiar lenguas?¡±.
Como Gabriel, una mayor¨ªa de estudiantes de Grado, M¨¢ster y Doctorado se inclinar¨¢ por carreras de Ciencias Sociales y Jur¨ªdicas, Salud, Artes y Humanidades. Las mujeres ser¨¢n, un a?o m¨¢s, las reinas de la universidad (pero las cenicientas del empleo), superando el 56% de las matr¨ªculas y el 60% de los graduados (proporci¨®n similar en los m¨¢ster y equilibrio en doctorados). La segregaci¨®n se mantendr¨¢, siendo chicas tres de cada cuatro personas matriculadas en Educaci¨®n, Salud y Servicios Sociales y un magro 14% (e incluso menos) de quienes lo hagan en Inform¨¢tica o un 25% en Ingenier¨ªa. El prefijo ¡°bio¡± elevar¨¢ notablemente la presencia femenina en los estudios de ingenier¨ªas. As¨ª pues, no deber¨ªamos considerar las STEM (ciencia, tecnolog¨ªa, ingenier¨ªa y matem¨¢ticas, por sus siglas en ingl¨¦s) como un todo, ya que en ciencias la mitad somos mujeres. Ser¨ªa m¨¢s adecuado, en nuestro pa¨ªs al menos, hablar de TEM (sin ciencia): disciplinas con una enorme demanda en el mercado, un inter¨¦s bajo por parte de los j¨®venes, una inmensa falta de diversidad de g¨¦nero y una tasa de abandono de un 50% en los tres primeros a?os. Todo ello sin que exista un clamor para exigir la urgente transformaci¨®n del curr¨ªculum y culturas de estas carreras, haci¨¦ndolas socialmente m¨¢s relevantes y humanamente m¨¢s amigables. Pero las valientes que consigan finalizarlas se encontrar¨¢n con que, si no lo remediamos, cinco a?os despu¨¦s tendr¨¢n una tasa de empleo 11 puntos inferior a la de sus compa?eros.
Veremos titulares apostando por el humanismo tecnol¨®gico, pero no veremos acciones innovadoras e institucionalizadas para incorporar las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n a las carreras donde se re¨²ne la principal cantera de talento cualificado de nuestro pa¨ªs. Porque toda esa gente joven que supuestamente se equivoc¨® de elecci¨®n ¡ªcomo Gabriel¡ª quedar¨¢ excluida de lo que se malinterpreta como el talento del futuro tecnol¨®gico. Tenemos la oportunidad de impulsar rutas h¨ªbridas que incorporen el muy necesario conocimiento tecnol¨®gico en las carreras de humanidades, lo que aumentar¨¢ su empleabilidad y evitar¨¢ despilfarrar capacidades sin las que ser¨¢ imposible construir una sociedad y econom¨ªa digitales por y para los seres humanos. Igualmente, deber¨ªamos apostar por la necesaria tecnolog¨ªa humanista, incluyendo conocimientos y sensibilidades propios de las ciencias sociales y las humanidades en las carreras TEM. Solo as¨ª podremos construir una sociedad y econom¨ªa digitales por y para las personas.
Comienza un curso acad¨¦mico marcado por guerras, pandemias, crisis energ¨¦ticas, incertidumbres y desaf¨ªos existenciales que urge gestionar en el ahora. La educaci¨®n es el ma?ana y es la m¨¢s valiosa inversi¨®n en una sociedad, pero sin cambiar el foco ser¨¢ dif¨ªcil encontrar soluciones efectivas. Por muchos recursos, titulares y energ¨ªa que ¡ªen el mejor de los casos¡ª dediquemos, hasta que no rompamos las dicotom¨ªas entre disciplinas, dejemos de concebir las etapas educativas como compartimentos estancos y, sobre todo, comprendamos que nuestro ¨¦xito como sociedad (digital) depende de la alquimia entre ciencia, tecnolog¨ªa y humanismo (en el centro), corremos el peligro de quedarnos atr¨¢s. El futuro es hoy, un futuro complejo y multidimensional. Aprovechemos el regreso a las aulas para tender puentes, derribar silos e hibridar conocimientos.