Semifachas europeos
La UE acaba de estrenar con Hungr¨ªa el mecanismo de ¡°condicionalidad¡±, un recordatorio oportuno de que Europa no es un mercado interior cualquiera
Ya era hora. La Comisi¨®n Europea propone sancionar al h¨²ngaro Viktor Orb¨¢n por corrupto. Y pues, suspenderle la entrega de 7.500 millones de euros de los fondos Next Generation que se le preatribuyeron.
La justificaci¨®n es contundente: la corrupci¨®n sist¨¦mica es una quiebra del Estado de derecho que atenta contra el presupuesto comunitario, porque desv¨ªa fondos p¨²blicos de los contribuyentes europeos (o avalados por estos) a los bolsillos privados de la mafia de Budapest.
Es el estreno del mecanismo de ¡°condicionalidad¡± mediante el cual los compromisos econ¨®micos desembocan en impecables exigencias democr¨¢ticas. Y un recordatorio oportuno de que Europa no es un mercado interior cualquiera (como el Chile de Augusto Pinochet), sino organizado y controlado por instituciones liberales.
Es un ¨¦xito de la gobernanza comunitaria. No en vano el Parlamento de Estrasburgo acaba de dictaminar que el r¨¦gimen de Orb¨¢n no es una democracia plena sino un ¡°h¨ªbrido de autocracia electoral¡±. A las palabras les siguen los actos.
Conviene rebobinar. El reglamento que permite esta sanci¨®n tard¨® muchos meses en aprobarse, precisamente por la oposici¨®n h¨²ngara, y la polaca. Ambas fueron vencidas, y eso que requer¨ªa unanimidad.
As¨ª que la permanencia de esa antigualla del derecho de veto es nefasta. Retrasa las decisiones. Pero al cabo no logra impedirlas. Acaba de ocurrir con el bloqueo de Orb¨¢n a la decisi¨®n de restringir la importaci¨®n del petr¨®leo ruso.
Y suceder¨¢ tambi¨¦n con el secuestro de la fijaci¨®n de un tipo m¨ªnimo del 15% en el impuesto de sociedades. Los cinco grandes Estados miembros forzar¨¢n el cumplimiento de este compromiso de los 27 con la OCDE, que parad¨®jicamente fue impulsado por la propia UE. Si persiste el bloqueo se implantar¨¢ por ¡°cooperaci¨®n reforzada¡±, o mediante alg¨²n mecanismo externo al Tratado.
Los enterradores prematuros de Europa tienen faena ¨ªmproba por delante: en realidad hace casi 70 a?os que sus responsos caen en saco roto. Es ¨²til subrayar estas evidencias que los analistas atolondrados o esc¨¦pticos suelen olvidar.
M¨¢s ahora, cuando otros semifachas, en Suecia o en Italia, humillan a la derecha convencional democr¨¢tica ¡ª?nostalgia de Angela Merkel!¡ª, le roban el esp¨ªritu democristiano y la uncen a su carro. Y esta, con el petimetre Manfred Weber al frente, les rinde pleites¨ªa: ?nostalgia del insobornable Donald Tusk! ?No pasar¨¢n? Ojal¨¢. Pero en todo caso acabar¨¢n pasando por el aro, como J?rg Haider o Silvio Berlusconi.
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