El Parlamento Europeo reclama el fin del veto en la UE para sortear a pa¨ªses como Hungr¨ªa o Polonia
La Euroc¨¢mara activa por primera vez el procedimiento para solicitar una convenci¨®n para la reforma de los Tratados
La Uni¨®n Europea est¨¢ calentando motores para una reforma en profundidad de sus normas de funcionamiento y el Parlamento Europeo ha decidido tomar la delantera activando, por primera vez en su historia, el derecho a solicitar una convenci¨®n para reformar los Tratados. La decisi¨®n final corresponde al Consejo Europeo, que se re¨²ne el 23 y 24 de junio en Bruselas, pero la presi¨®n pol¨ªtica para acometer cambios gana peso. Con vistas a esa cumbre europea de final de mes, el Parlamento ya ha aprobado este jueves una resoluci¨®n en la que, adem¨¢s de pedir la convenci¨®n, reclama el fin del veto nacional en decisiones como las sanciones contra Rusia, paralizadas durante semanas por Hungr¨ªa, o cuando se produzcan emergencias como la guerra en Ucrania, una pandemia o una crisis econ¨®mica.
El Parlamento Europeo se convierte as¨ª en la primera instituci¨®n en fijar posici¨®n sobre las reformas derivadas de la reciente Conferencia sobre el futuro de Europa, un foro de consulta ciudadana que present¨® sus conclusiones el pasado mayo y que se interpreta como la antesala de una remodelaci¨®n del club que podr¨ªa desembocar, incluso, en una nueva reforma de los Tratados. La Euroc¨¢mara aspira a que los cambios le permitan seguir ganando competencias, ampliadas una vez tras otra en las sucesivas reformas de los Tratados. Entre los objetivos, reducir la capacidad de bloqueo de las capitales y, de paso, ganar terreno en el reparto del poder institucional dentro del club comunitario, obteniendo un derecho de iniciativa legislativa que ahora tiene limitad¨ªsimo.
¡°La guerra en Ucrania empez¨® el 24 de febrero y Estados Unidos fue capaz de aprobar el 8 de marzo una orden ejecutiva para el embargo del petr¨®leo, el carb¨®n y el gas ruso; en Europa hemos tardado tres meses en llegar a la misma conclusi¨®n¡±, ha recordado el eurodiputado liberal Guy Verhofstadt, uno de los impulsores de la resoluci¨®n. ¡°Las sanciones son un buen ejemplo de algo que no funciona, pero no debemos restringir a eso el debate sobre la supresi¨®n de la unanimidad, debemos ser m¨¢s ambiciosos¡±, ha pedido el eurodiputado popular Paulo Rangel. Y el socialista Dom¨¦nec-Ruiz Devesa ha se?alado que ¡°este ya no es el mundo del Tratado de Lisboa [vigente desde diciembre de 2009]¡± y ha defendido la necesidad de ¡°actualizar el marco constitucional, mejorando la toma de decisiones¡±.
Pero la batalla institucional en ciernes se augura muy dura porque los avances de la Uni¨®n cada vez tocan m¨¢s a partes esenciales de la soberan¨ªa nacional, como la defensa, la energ¨ªa o la pol¨ªtica exterior. Y la supresi¨®n de la unanimidad asusta a muchos pa¨ªses, en particular, a los menos poblados porque temen que los llamados grandes les apabullen imponiendo sus intereses.
El propio debate parlamentario ha reflejado la divisi¨®n, con varios eurodiputados, sobre todo de los pa¨ªses del Este, acusando a los partidarios de la reforma de querer convertir la UE en una especie de Uni¨®n Sovi¨¦tica. El voto posterior tambi¨¦n ha mostrado el car¨¢cter tan sensible del proceso de reforma que se avecina.
La resoluci¨®n se ha aprobado con holgura, con 355 votos a favor procedentes de los principales grupos pol¨ªticos (populares, socialistas, liberales, verdes e izquierda unitaria). Pero en contra ha habido 155, la mayor¨ªa de ellos de los grupos ultraconservadores (incluido Vox) y euroesc¨¦pticos. Pero hasta 40 eurodiputados de los principales grupos tambi¨¦n se han mostrado contrarios a las reformas. Y casi otro medio centenar de esos mismos grupos ha optado por abstenerse.
Francia, que ocupa la presidencia semestral de la UE, se ha mostrado abierta a incorporar las posibles reformas a la agenda del consejo de ministros de la UE, como anticipo al probable debate en la cumbre europea del 23 y 24 de junio. La cita de los presidentes de Gobierno podr¨ªa poner en marcha la convenci¨®n. Pero el secretario de Estado franc¨¦s de Asuntos Europeos, Claude Beaume, se ha mostrado partidario en el Parlamento ¡°de mantener v¨ªas paralelas¡±, con una posible opci¨®n para la reforma de los Tratados, pero introduciendo tambi¨¦n cambios por la v¨ªa de proyectos legislativos sobre la base de los actuales.
El texto aprobado por los parlamentarios aboga por convocar una convenci¨®n con representantes de los 27 pa¨ªses de la UE, de la Comisi¨®n y del Parlamento para enmendar los Tratados y dotar a la UE de competencias como sanidad o la compra conjunta de armamento, pol¨ªticas reservadas tradicionalmente a las autoridades nacionales, pero que han ganado una dimensi¨®n europea con la covid-19 y con la invasi¨®n de Ucrania, respectivamente.
La resoluci¨®n tambi¨¦n defiende la ampliaci¨®n de las materias aprobadas por mayor¨ªa cualificada en el Consejo (donde se sientan los 27 Gobiernos), eliminando un derecho de veto que en ocasiones se utiliza con objetivos espurios y como forma de presi¨®n para obtener concesiones en ¨¢reas sin ning¨²n v¨ªnculo con la decisi¨®n bloqueada.
Hungr¨ªa y Polonia han sido los dos pa¨ªses que m¨¢s se han distinguido en los ¨²ltimos a?os en la invocaci¨®n del veto, hasta el punto de que amenazaron con dinamitar el acuerdo presupuestario que en 2020 cre¨® el multimillonario fondo de recuperaci¨®n frente a la pandemia. Ambos pa¨ªses frenan con frecuencia cualquier proyecto en el que se incluyan referencias a la igualdad de g¨¦nero o al respeto de minor¨ªas.
El Gobierno h¨²ngaro de Viktor Orb¨¢n obstaculiza, adem¨¢s, casi de manera sistem¨¢tica, las posiciones de la UE sobre asuntos internacionales. Y Budapest retras¨® durante varias semanas la aprobaci¨®n de la sexta ronda de sanciones contra Rusia hasta lograr el derecho a no secundar el embargo comunitario al petr¨®leo ruso y retirar de la lista negra de la UE al patriarca de la iglesia ortodoxa rusa, a quien se quer¨ªa sancionar por sus continuas arengas a favor del ataque armado contra Ucrania.
El Parlamento considera que la UE no puede seguir avanzando al ritmo de los m¨¢s reacios ni resign¨¢ndose a actuar en la escena internacional sin una voz ¨²nica, clara y potente. La resoluci¨®n considera evidente, ¡°especialmente tras las recientes crisis, que es preciso modificar los Tratados con urgencia al objeto de garantizar que la Uni¨®n disponga de competencias para actuar m¨¢s eficazmente en futuras crisis¡±. En concreto, el texto aprobado se?ala como imprescindible ¡°reforzar la capacidad de actuaci¨®n de la Uni¨®n mediante la reforma de los procedimientos de votaci¨®n¡±. Y propone suprimir la unanimidad ¡°en ¨¢mbitos pertinentes, como las sanciones y las denominadas cl¨¢usulas pasarela, y en caso de emergencia¡±.
La llamada pasarela es la cl¨¢usula del Tratado que permite suprimir el derecho de veto, pero su activaci¨®n requiere la unanimidad, por lo que es pr¨¢cticamente imposible aplicarla a ¨¢reas como la fiscalidad o los presupuestos. Su activaci¨®n por mayor¨ªa cualificada, como propone el Parlamento, acelerar¨ªa la desaparici¨®n de la unanimidad.
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