Infidelidad o metasexo tras la l¨ªnea que cruz¨® Adam Levine
El cantante de Maroon 5 vive en un mundo donde el amor es eso que hace que se sienta cada vez m¨¢s solo
En el amor hay una l¨ªnea y el cantante Adam Levine la ha cruzado y adem¨¢s lo ha confesado p¨²blicamente en un storie de Instagram. ¡°No tuve una aventura, pero cruc¨¦ la l¨ªnea durante un periodo lamentable de mi vida¡±, ha dicho despu¨¦s de que la modelo Sumner Stroh publicase en su cuenta de Tik Tok (con medio mill¨®n de seguidores) unas conversaciones subidas de tono con ¨¦l. Mientras tanto, Behati Prinsloo, la esposa de Levine, guarda silencio embarazada del tercer hijo de ambos. Y yo me pregunto: ?d¨®nde est¨¢ esa l¨ªnea que cruz¨® Adam Levine? Y tambi¨¦n: ?qu¨¦ hay al otro lado y por qu¨¦ hace que la vida sea lamentable?
En una primera lectura podr¨ªa parecer que la l¨ªnea es una met¨¢fora de la fidelidad. Y que Levine intenta explicarnos que se port¨® mal pero que no fue infiel. O sea, que mand¨® algunos mensajes er¨®ticos pero que no hubo sexo. Sin embargo, la l¨ªnea de la que habla Levine no es la de la fidelidad, ni siquiera del sexo. Al contrario, es una frontera mucho m¨¢s grande y m¨¢s negra: un surco en la tierra que hemos excavado entre todos, con nuestras propias manos. Porque la l¨ªnea no es la de la infidelidad sino la que separa el amor real del virtual. Y ¨¦l la cruz¨®. Adam Levine estableci¨® relaciones sentimentales desde su smartphone y remplaz¨® con la tecnolog¨ªa espacios de intimidad que antes ocupaban sus relaciones personales. Adam Levine se sinti¨® muy solo en el sal¨®n de su propia casa y eligi¨® recibir est¨ªmulos r¨¢pidos desde su tel¨¦fono, escribi¨® palabras de amor a trav¨¦s de una aplicaci¨®n de mensajer¨ªa instant¨¢nea para una mujer que en vez de un nombre ten¨ªa un nick. No tuvo sexo o tal vez s¨ª, a lo mejor fue sexting, qu¨¦ m¨¢s da. Adam Levine se puso cachondo con una mujer hecha de filtros, con una posibilidad, con una imagen, con una relaci¨®n¡ virtual. Adam Levine cruz¨® la l¨ªnea. Y yo me pregunto, ?y qui¨¦n no?
La primera vez que vi una historia de amor virtual fue en la pel¨ªcula Her, la obra maestra de Spike Jonze. Est¨¢bamos en el a?o 2013 y Joaquin Phoenix manten¨ªa una relaci¨®n sentimental con la inteligencia artificial de su dispositivo m¨®vil (encarnado en la voz de Scarlett Johanson). En la peli los ciudadanos del futuro sal¨ªan hablando en alto por la calle con sus asistentes virtuales, construyendo una terrible sensaci¨®n de soledad, la de millones humanos solitarios tratando de construir su intimidad con una quimera tecnol¨®gica. Hoy el futuro ya est¨¢ aqu¨ª: todos vamos hablando por nuestros cascos inal¨¢mbricos o escuchando voces grabadas en los audios de WhatsApp, todos los d¨ªas y por todas partes. Hemos recurrido a la tecnolog¨ªa para ir m¨¢s deprisa, para tenerlo todo m¨¢s r¨¢pido, al instante, tambi¨¦n el amor. Hemos suplido los complejos y enredados sentimientos del amor con sensaciones inmediatas de una noche, un d¨ªa, una semana, una tarde cualquiera en el sof¨¢ de nuestra casa. Lo peor, lo m¨¢s grave, es que no hablamos con asistentes virtuales sino con otras personas. En el futuro la inteligencia artificial ¨¦ramos nosotros.
As¨ª, en 2022 elegimos a las personas de las que ¡°decidimos enamorarnos¡± como si de verdad fueran seres virtuales y tenemos aplicaciones que rentabilizan nuestro consumo sentimental dedicadas a facilitarnos el ¡°match¡± con nuestra supuesta ¡°pareja ideal¡±. Hoy podemos elegir y definir a nuestros amantes como queramos en un mont¨®n de aplicaciones, pero el futuro es peor de lo imaginado: porque no elegimos entre robots sino entre perfiles humanos de Tinder, Wapa, Bumble, Meetic, Grindr o Fruitz. Nuestros amantes virtuales est¨¢n vivos, son personas y, sin embargo, han sido perfectamente deshumanizadas gracias a la colaboraci¨®n de todas y todos.
¡ªD¨®nde est¨¢s?¡ª pregunta el protagonista de Her a su amante artificial.
¡ªEstoy¡ No tengo un cuerpo, vivo en la computadora¡ª responde ella.
¡ª?Por qu¨¦ vives en la computadora?
¡ªNo tengo opci¨®n. Es mi hogar.
¡ª?T¨² donde vives?
¡ª En una casa¡ª declara Joaquin Phoenix en la pel¨ªcula.
En cambio Adam Levine dej¨® de vivir en una casa. Empez¨® a viajar, a chatear, a contar likes, a necesitar cada vez menos tiempo para ir m¨¢s lejos¡ En la vida de Levine la tecnolog¨ªa hizo que todo se moviera cada vez m¨¢s r¨¢pido, que el espacio fuera relativo, que para ¡°estar con alguien¡± no hiciera falta ¡°estar f¨ªsicamente¡± a su lado. Adam Levine dej¨® de necesitar su cuerpo para estar a solas con otras personas. Y poco a poco de dej¨® vivir en su casa y empez¨® a vivir en su tel¨¦fono m¨®vil. ?Pero tuvo sexo o no con la modelo Sumner Stroh?, se preguntar¨¢n las mentes m¨¢s convencionales, tal vez las m¨¢s sanas, las que a¨²n no han cruzado la l¨ªnea tenebrosa de la que ¨¦l habla. Eso da absolutamente igual. En la pel¨ªcula Her asist¨ªamos at¨®nitos a una t¨®rrida escena sexual entre Joaquin Phoenix y su enamorada inteligencia artificial. Tener sexo con quien no tiene cuerpo no es un problema en el futuro. Ni siquiera hace falta estar en la misma habitaci¨®n.
La maldici¨®n de los amantes de Her no es tanto que ella no tenga un cuerpo como qui¨¦n es ella debido a no tenerlo. ¡°?Saben algo raro?¡±, se pregunta en un momento dado Samantha, la inteligencia artificial enamorada. ¡°Yo sol¨ªa estar tan preocupada por no tener un cuerpo. Pero ahora me encanta. Estoy creciendo de una forma que no podr¨ªa si tuviera una forma f¨ªsica. No estoy limitada, puedo estar donde sea y cuando sea al mismo tiempo. No estoy atada al tiempo y el espacio de una forma que estar¨ªa si estuviera atrapada en un cuerpo que irremediablemente morir¨¢¡±. As¨ª, sucede que ella es capaz de procesar informaci¨®n a una velocidad impensable para un ser humano y su voracidad de conocimiento, est¨ªmulos e informaci¨®n parece no tener l¨ªmite. Ella siente un deseo que su enamorado no puede colmar, que nada ni nadie podr¨¢ colmar jam¨¢s de hecho. Exactamente igual que nuestro coet¨¢neo Adam Levine. ?l quiso abandonar el mundo de los mortales para habitar un universo virtual donde las velocidades y las cantidades son impensables en el mundo f¨ªsico. ?l tiene 15 millones de seguidores en Instagram, varios miles de amigos, cientos de conversaciones simult¨¢neas con fans de todo el mundo¡ ?l ha cruzado la l¨ªnea, tiene miles de experiencias por d¨ªa, cada vez m¨¢s intensas, tambi¨¦n m¨¢s ef¨ªmeras y superficiales. Precisamente por eso Levine vive en un mundo donde el amor es eso que hace que se sienta cada vez m¨¢s solo.
Todas las profec¨ªas del futuro se han cumplido, pero al otro lado de la l¨ªnea no hab¨ªa coches volando ni experiencias de metasexo consentido. Al otro lado solo cargamos con la penitencia de vivir sin cuerpo a pesar de morinos igual. En realidad, al otro lado de la l¨ªnea solo nos esperaba la m¨¢s profunda soledad, ni siquiera la compa?¨ªa de un triste perro robot. Tiene raz¨®n Lavine: es lamentable.
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