Ant¨ªgona en Ir¨¢n
El crimen contra Mahsa Amini no es anecd¨®tico: saca a la luz el problema sist¨¦mico de la brutal represi¨®n contra las mujeres iran¨ªes
En 1989, una escuela p¨²blica francesa prohibi¨® a tres ni?as asistir a clase con el pa?uelo isl¨¢mico. El gesto de F¨¢tima, Leila y Samira implicaba un doble reto, en la escuela y en su hogar. Un aspecto de su identidad privada pas¨® a convertirse en un acto pol¨ªtico de afirmaci¨®n p¨²blica. Tambi¨¦n de desaf¨ªo, tanto a la autoridad de un Estado que buscaba integrarlas en el ideal de ciudadan¨ªa republicana, secular e igualitaria, como, involuntariamente, frente a las autoridades religiosas, temerosas ante la afirmaci¨®n individual de unas mujeres que, al usar su voz p¨²blicamente, transgred¨ªan la modestia y el recato que el islam espera de ellas oblig¨¢ndolas a cubrir sus cabezas. El caso recordaba a la Ant¨ªgona de S¨®focles, como escribi¨® la pensadora Seyla Benhabib, cuando la hija del Rey cumple las obligaciones para con su hogar y su religi¨®n, enterrando y honrando a su hermano, Polineces, que hab¨ªa desafiado la ley de la polis. Tambi¨¦n las ni?as utilizaron los s¨ªmbolos del ¨¢mbito privado para desafiar las normas de los guardianes de la esfera p¨²blica.
No hago aqu¨ª, faltar¨ªa m¨¢s, una defensa del uso del velo isl¨¢mico. Lo que quiero es que veamos la paradoja: si en Francia su uso por parte de unas ni?as se convirti¨® en un acto pol¨ªtico de provocaci¨®n, en la Pers¨¦polis de la joven Mahsa Amini, asesinada por la polic¨ªa moral, el desaf¨ªo est¨¢ en dejar de llevarlo. En ambos casos, lo que tenemos es la utilizaci¨®n de un s¨ªmbolo de las sin voz para ganar visibilidad, pues la protesta pol¨ªtica no siempre se apoya en un discurso propiamente dicho. El fondo es la lucha de las mujeres por su emancipaci¨®n, y no hay nada m¨¢s universalista, aunque a veces los caminos para esa lucha sean diversos y parezcan contradictorios. Por eso es crucial identificar los patrones comunes de la subyugaci¨®n de las mujeres, su utilizaci¨®n como portadoras de la identidad nacional, la apropiaci¨®n de su reproducci¨®n, de sus cuerpos siempre vistos como fuente de tentaciones y desorden social.
El crimen contra Mahsa Amini no es anecd¨®tico: saca a la luz el problema sist¨¦mico de la brutal represi¨®n contra las mujeres iran¨ªes, y podr¨ªa ser la mecha que haga estallar el amplio descontento contra un r¨¦gimen tenebroso y devastado econ¨®micamente por las sanciones. Como otras veces, las mujeres se convierten en portadoras de la protesta, pues perciben que el control de sus cuerpos forma parte de un proyecto pol¨ªtico regresivo, omnipresente en Ir¨¢n, pero que crece en todas partes: en la Rusia de un Putin temeroso de que la influencia europea arrase con el orden de g¨¦nero; en un Tribunal Supremo estadounidense cada vez m¨¢s parecido a la distop¨ªa de Margaret Atwood. Las mujeres iran¨ªes se alzan contra esta forma opresiva de poder y son el ejemplo de c¨®mo el miedo, el temor a las represalias, puede convivir con la valent¨ªa. Y tambi¨¦n de que, a veces, cuando hablamos, lo hacemos a trav¨¦s de la voz de otras. Por eso es tan importante visibilizar su protesta.
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