Contra el ego¨ªsmo de los m¨¢s ricos
El peso de una crisis no puede recaer sobre las rentas de los trabajadores, liberando a las grandes empresas y fortunas de las cargas que les corresponden
El Gobierno de coalici¨®n acuerda un paquete fiscal que eleva los impuestos a grandes empresas y fortunas y ayuda a aut¨®nomos, pymes y rentas bajas. Un paquete ambicioso, que permite avanzar hacia una reforma integral que corrija los dos grandes males del sistema fiscal espa?ol: su insuficiencia y su incapacidad de redistribuci¨®n de la riqueza.
Ambas premisas son una evidencia: Espa?a recauda cuatro puntos menos de PIB que la media europea. En la pr¨¢ctica, contamos con 45.000 millones menos al a?o para sostener el Estado de bienestar, cifra que equivale a la inversi¨®n en sanidad que el conjunto de las administraciones p¨²blicas realizan durante seis meses o que duplica la inversi¨®n anual del Estado en protecci¨®n contra el desempleo.
Nuestros impuestos fracasan tambi¨¦n, como atestiguan numerosos informes, a la hora de lograr una mayor igualdad de condiciones y favorecer la movilidad social: Espa?a figura entre los pa¨ªses de la UE donde menos se corrige la desigualdad a trav¨¦s del sistema fiscal. Una tendencia de desigualdad que viene agrav¨¢ndose desde la crisis financiera de 2008 debido, principalmente, a un impuesto de sociedades ineficiente que permite a las grandes empresas aportar cada vez menos.
Dos carencias que implican servicios p¨²blicos m¨¢s d¨¦biles y menos instrumentos para ayudar a las familias en situaciones tan graves como la crisis de la covid-19 o las consecuencias econ¨®micas de la guerra de Ucrania. No es de recibo que, ante situaciones tan dif¨ªciles, haya de ser el Gobierno de coalici¨®n, a trav¨¦s de medidas sin precedentes como el escudo social ¡ªcosteado ¨ªntegramente por el Estado, es decir: por el conjunto de los contribuyentes¡ª quien afronte las situaci¨®n sin que las grandes empresas y fortunas de este pa¨ªs hayan sido capaces de aportar un solo euro m¨¢s.
La contribuci¨®n de las grandes empresas espa?olas que cotizan en Bolsa (que el pasado a?o obtuvieron los mayores beneficios de su historia), se ha visto reducida a menos de la mitad desde 2007 a trav¨¦s del impuesto de sociedades. Los cien espa?oles m¨¢s ricos aumentaron sus fortunas en 20.620 millones (un 17% m¨¢s) el a?o pasado. Pero las derechas han decidido, en contra de su propio pueblo, emprender una desatada carrera de regalos fiscales a las grandes fortunas mediante la creaci¨®n de para¨ªsos fiscales internos que alejan, a¨²n m¨¢s, a estas corporaciones del bien com¨²n.
Este secesionismo econ¨®mico de las minor¨ªas m¨¢s privilegiadas conduce a una autoproclamada independencia, a una inminente desconexi¨®n con el resto de la poblaci¨®n. Un ego¨ªsmo que aleja a las ¨¦lites de la responsabilidad debida hacia la sociedad en su conjunto. El marco nacional, pues, queda obsoleto y el v¨ªnculo imprescindible con el pa¨ªs¡ disuelto en favor de unos poderes que solo se entienden entre s¨ª mismos, sin patria y sin m¨¢s identidad que la del poder econ¨®mico que comparten.
Es muy sencillo comprender que el peso de una crisis no puede recaer sobre las rentas de los trabajadores, liberando a las grandes empresas y fortunas de las cargas que les corresponden. Revertir esa tendencia ha de ser el ¨²nico objetivo. Una muy privilegiada minor¨ªa no puede desentenderse de una patria que es adem¨¢s la que la sustenta. El devenir de una sociedad nos afecta a todos. Cada uno de sus actores ha de guiarse por el inter¨¦s general pagando sus impuestos seg¨²n el principio constitucional de progresividad.
Por ello es m¨¢s necesario que nunca un debate en profundidad sobre el modelo de sociedad al que aspiramos. Un intenso debate sobre cu¨¢l es el sistema fiscal que nuestro pa¨ªs necesita y merece. Mientras las derechas y su secesionismo econ¨®mico tratan de debilitar los servicios p¨²blicos ¡ªya malheridos¡ª supedit¨¢ndolos a la capacidad de la renta individual nuestra respuesta no puede ser otra que la de fortalecer el Estado con el fin de consolidar avances ¡ªdependencia, ingreso m¨ªnimo vital¡ª que ayuden a familias, aut¨®nomos y peque?as empresas en el camino hacia un modelo m¨¢s justo y m¨¢s eficiente.
Para salir adelante y superar con garant¨ªas esta crisis, necesitamos una clase empresarial y emprendedora verdaderamente patriota que realice una aportaci¨®n decisiva a la construcci¨®n de un pa¨ªs m¨¢s pr¨®spero, productivo y que se aleje definitivamente del paradigma de las ¨¦lites rentistas que ¨²nicamente atienden a sus intereses a corto plazo.
A aquellos que a¨²n no lo hayan comprendido, s¨®lo cabe recordarles que una sociedad m¨¢s justa es tambi¨¦n la mejor base para econom¨ªas m¨¢s s¨®lidas. Si no aportan m¨¢s por principios, por ¨¦tica o por patriotismo, al menos deber¨ªan hacerlo por su propio inter¨¦s: es imposible que un pa¨ªs avance si sus sectores m¨¢s pr¨®speros no cooperan.
Al Gobierno de coalici¨®n, finalmente, le corresponde actuar con la firmeza y decisi¨®n que el pa¨ªs exige para implantar medidas que canalicen esa contribuci¨®n. El nuevo impuesto a las grandes fortunas, la eliminaci¨®n de privilegios fiscales de las grandes empresas o la supresi¨®n de la tasa morada acordados esta semana son pasos adelante, pero es necesario que estas medidas se integren en una reforma fiscal estructural que, con car¨¢cter permanente, siente las bases definitivas para construir una sociedad m¨¢s justa e igualitaria.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.