Ciudadanos espiados: la escala de peligro de la ¡°inteligencia¡± mexicana
La duda m¨¢s grave es el motivo por el que se equipara con unos y otros a organizaciones civiles que abanderan causas sociales y nada tienen que ver con la delincuencia
¡°No es espionaje, sino inteligencia¡±. As¨ª justific¨® el presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador el ¡°seguimiento¡± que el Ej¨¦rcito mexicano da a diversos personajes y organizaciones de la sociedad civil y que ha quedado al descubierto luego de que el grupo de hackers conocidos como Guacamaya interviniera los servidores de la Secretar¨ªa de la Defensa Nacional (Sedena) y extrajera de ellos millones de documentos y correos electr¨®nicos.
Algunos de los datos obtenidos por el hackeo, popularmente conocidos como #GuacamayaLeaks, y que han sido divulgados hasta ahora, comprueban el seguimiento continuo del gobierno al Ej¨¦rcito Zapatista de Liberaci¨®n Nacional (EZLN) y su entorno pol¨ªtico y social. En a?adido, una reciente investigaci¨®n de especialistas y medios period¨ªsticos confirma que el Gobierno mexicano todav¨ªa utiliza el software de espionaje a tel¨¦fonos celulares y equipos de comunicaci¨®n llamado Pegasus para ¡°monitorear¡± a diversos periodistas, activistas y l¨ªderes de opini¨®n, extremo que hab¨ªa sido negado por el presidente, quien en su d¨ªa fue muy cr¨ªtico con la administraci¨®n de su antecesor, el priista Enrique Pe?a Nieto, por la utilizaci¨®n de este malware.
Peo hay m¨¢s. Los #GuacamayaLeaks revelan, tambi¨¦n, que el Ej¨¦rcito tuvo la misi¨®n de elaborar un listado anal¨ªtico al respecto de la peligrosidad de grupos que podr¨ªan llegar a representar una amenaza, ya fuera f¨ªsica o de imagen, contra las obras de construcci¨®n del Aeropuerto Internacional Felipe ?ngeles (AIFA), al norte de la Ciudad de M¨¦xico, que se inaugur¨® el pasado 21 de marzo de este a?o.
Esta lista ¡°de inteligencia¡± contempla a organizaciones terroristas internacionales que suelen ser tomadas en cuenta en cualquier plan de seguridad, como Al Qaeda, o mexicanas, como el Cartel Jalisco Nueva Generaci¨®n (CJNG). Esto era de esperarse. Lo sorprendente es que tambi¨¦n incluye a otros colectivos, cuya ¡°peligrosidad¡± resulta bastante m¨¢s discutible. Como, por ejemplo, los padres de los ni?os con c¨¢ncer que han dejado de ser atendidos por el sistema de salud p¨²blica. O las madres cuyos hijos ya no son recibidos por el sistema de guarder¨ªas federal. O los diversos grupos feministas que exigen que el gobierno combata la extendida violencia contra las mujeres. Todos ellos han realizado, s¨ª, varias acciones de inconformidad contra el gobierno en las calles, las redes y los medios, pero ninguno podr¨ªa ser considerado, ni de lejos, como una amenaza para la seguridad nacional (que ser¨ªa la ¨²nica justificaci¨®n para que la Sedena los vigilara).
En cuanto a la calificaci¨®n de alerta que el listado adjudica a cada grupo de riesgo, tambi¨¦n hay que prepararse para el asombro. Al Qaeda es el que recibe la categor¨ªa m¨¢s alta de peligro, con 12 puntos. Le sigue el CJNG, con 10 puntos, en empate con los colectivos feministas, los estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa, Hezbol¨¢ (el grupo chi¨ª radical, s¨ª), y los maestros disidentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educaci¨®n (CNTE). Debajo de ellos se encuentra ISIL (el grupo antes conocido como Estado Isl¨¢mico), que recibe 8 puntos. El C¨¢rtel Uni¨®n Tepito se llev¨® 6 puntos, los mismos que los familiares de los enfermos de c¨¢ncer y apenas uno m¨¢s que los 5 con que se considera a las madres afectadas por los recortes a las guarder¨ªas...
Este an¨¢lisis de riesgos elaborado por la inteligencia militar, y revelado por los #GuacamayaLeaks, abre varias inc¨®gnitas. La primera de ellas es la utilidad de un estudio que mezcla a grupos criminales internacionales, que jam¨¢s han operado abiertamente en M¨¦xico, con el omnipresente crimen organizado local, sin duda una amenaza mucho m¨¢s real y patente. Pero la duda m¨¢s grave es el motivo por el que se equipara con unos y otros a organizaciones civiles que abanderan causas sociales y nada tienen que ver con la delincuencia. ?Qu¨¦ otros inquietantes casos de este tipo descubrir¨¢n los documentos a¨²n por divulgarse?
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