Ucrania, nuevos retos para la seguridad nuclear global
Los est¨¢ndares del Organismo Internacional de Energ¨ªa At¨®mica (OIEA) no contienen gu¨ªas ni recomendaciones para contextos b¨¦licos
Varias instalaciones nucleares ucranias est¨¢n soportando operaciones militares. Los primeros casos fueron la zona de exclusi¨®n de la central nuclear accidentada de Chern¨®bil y los centros de investigaci¨®n nuclear KINR en Kiev y NSC-KIPT en J¨¢rkov, que sufrieron explosiones. La carta abierta del 16 de marzo de Nikolai Steinberg (ingeniero jefe de Chern¨®bil tras aquel desastre) reclam¨® al director general del OIEA, Rafael Grossi, que enviara inspectores a dichas instalaciones. El OIEA, bajo mandato de Naciones Unidas, es la referencia internacional sobre est¨¢ndares de seguridad y gu¨ªas para todas las actividades nucleares civiles y, por tanto, la ¨²nica organizaci¨®n internacional que coordina el apoyo y la asistencia nuclear exterior a Ucrania.
En el pasado ya hubo operaciones militares sobre instalaciones nucleares. El reactor nuclear de investigaci¨®n iraqu¨ª Osirak fue destruido en 1981. Los dos reactores en construcci¨®n de la central nuclear iran¨ª de Bushehr fueron bombardeados entre 1984 y 1988. Acciones militares en el emplazamiento de la central nuclear eslovena de Kr?ko en 1991 propiciaron evaluaciones que pod¨ªan servir como base para desarrollar futuras directrices de seguridad en escenarios b¨¦licos. Pero ello no se tradujo en un desarrollo de gu¨ªas del OIEA sobre condiciones de seguridad y preparaci¨®n de emergencias en instalaciones civiles bajo escenarios de guerra.
El mayor riesgo concierne a la central nuclear de Zaporiyia, intervenida militarmente, propiedad rusa por decreto desde el 5 de octubre y todav¨ªa operada por equipos ucranios. La central tuvo instalaciones no nucleares y l¨ªneas el¨¦ctricas bombardeadas y hay munici¨®n almacenada en su emplazamiento. La misi¨®n de apoyo y asistencia del OIEA pudo llegar el 1 de septiembre a Zaporiyia y formul¨® siete pilares o criterios t¨¦cnicos para evaluar riesgos en un contexto b¨¦lico, concluyendo que todos ellos est¨¢n comprometidos y recomendando acciones espec¨ªficas y el establecimiento de una ¡°zona de protecci¨®n de seguridad¡± sin equipos militares en torno a la central, que est¨¢ ocupada por tropas rusas. Los seis reactores VVER-1000 de dicha central, que producen un 27% de la electricidad del pa¨ªs, est¨¢n fuera de servicio en estado de parada fr¨ªa, pero su situaci¨®n es precaria respecto a los pilares t¨¦cnicos mencionados. La misi¨®n tambi¨¦n verific¨® que los programas de salvaguardias se estaban cumpliendo adecuadamente, sin indicios de desv¨ªos o uso inadecuado de materiales nucleares.
Tras el accidente nuclear provocado por un tsunami en Fukushima en 2011, todas las centrales nucleares de la Uni¨®n Europea realizaron pruebas de resistencia o estr¨¦s nuclear encaminadas a reforzar sus sistemas de seguridad frente a sucesos externos (inundaciones, incendios, terremotos, tornados o tsunamis), pero de magnitud muy extrema. Esas pruebas tambi¨¦n se realizaron en las centrales ucranias y fueron implementadas mejoras, lo que no exime de la urgencia en realizar en Zaporiyia las acciones recomendadas por el OIEA.
Especulaciones sobre las consecuencias de un accidente a partir del nivel 4 en la escala INES (da?o en el reactor o liberaci¨®n de elementos radioactivos) son objeto de controversia pol¨ªtica. En el estado actual de los reactores, un accidente tipo Chern¨®bil no puede ocurrir por razones f¨ªsicas y tecnol¨®gicas, pero si componentes nucleares de la central se vieran afectados por explosiones, habr¨ªa un riesgo evidente para asegurar la refrigeraci¨®n de los reactores y del combustible gastado. Aunque Zaporiyia es crucial para el suministro el¨¦ctrico en Crimea y Donb¨¢s, al estar en zona de guerra no se puede excluir un accidente o sabotaje, y un escenario con fuga radioactiva de impacto transfronterizo escalar¨ªa la dimensi¨®n de la guerra.
Desde finales de septiembre, su emplazamiento vuelve a sufrir bombardeos y explosiones de minas terrestres. El 8 de octubre, la ¨²nica l¨ªnea de alta tensi¨®n exterior que quedaba operativa ¡ªde las cuatro que ten¨ªa antes del conflicto¡ª fue bombardeada. La l¨ªnea pudo ser reparada, pero durante 36 horas, las funciones de seguridad y enfriamiento del n¨²cleo dependieron exclusivamente de sus generadores di¨¦sel alternativos, lo que significa una clara p¨¦rdida de seguridad en profundidad.
A pesar de la profesionalidad de los operarios en condiciones dif¨ªciles, ese contexto es una manera totalmente insostenible de operar los seis reactores. Entretanto, bastantes operarios de la central abandonaron con sus familias Energodar, ciudad situada a tres kil¨®metros con dificultades de abastecimiento por la guerra y dependiente de la central que est¨¢ parada. La ciudad padece cortes de electricidad y de suministro de agua que afectan a la calefacci¨®n y a la preservaci¨®n de alimentos y medicinas. Con la apropiaci¨®n rusa de la central, su director fue sustituido por un director ruso, y los operarios tienen presi¨®n para firmar contratos con la estatal rusa Rosatom y mantener as¨ª su trabajo, mientras que la operadora rusa Rosenergoatom est¨¢ creando una nueva estructura operativa adicionando tambi¨¦n personal ruso. Estas realidades exacerban la fragilidad de la central, dificultan trabajos de mantenimiento e impactan negativamente en la seguridad de la central, que debe ser protegida.
Tras las inspecciones del OIEA sobre inexistentes armas de destrucci¨®n masiva en Irak, el organismo recibi¨® el Premio Nobel de la Paz en 2005 por ¡°su continuo trabajo por un mundo m¨¢s seguro y pac¨ªfico¡±. Sus programas de salvaguardias contra la proliferaci¨®n nuclear son muy reconocidos, destacando su apoyo t¨¦cnico al acuerdo nuclear JCPOA de Ir¨¢n con Alemania, Uni¨®n Europea m¨¢s las cinco potencias nucleares (China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia), as¨ª como su seguimiento del desarrollo armamentista de Corea del Norte.
Sin embargo, la acci¨®n del OIEA es limitada en el actual contexto pol¨ªtico. La resoluci¨®n sobre seguridad nuclear de la Conferencia General del OIEA finalizada el 30 septiembre conten¨ªa una referencia al riesgo de combates en centrales ucranias e inclu¨ªa a Zaporiyia, lo que no fue aceptado por Rusia al considerarla ya una provincia rusa. El resultado de la votaci¨®n, con la delegaci¨®n rusa ausentada, result¨® muy endeble pol¨ªticamente, con dos tercios de pa¨ªses manteniendo Zaporiyia en la resoluci¨®n y un tercio de abstenciones. En ese contexto, no puede haber consenso alguno sobre el futuro rol del OIEA en escenarios b¨¦licos, lo que tampoco es un proceso evidente, pues los est¨¢ndares de seguridad del OIEA solo se aplican a instalaciones civiles y se diferencian claramente de actividades militares. Posibles futuras gu¨ªas del OIEA propiciar¨ªan que tambi¨¦n aquellos pa¨ªses con organismos reguladores nucleares adecuasen sus est¨¢ndares nacionales.
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