I?aki Gabilondo, 80 a?os bien aprovechados
Gran conversador, de extraordinaria fluidez y lector voraz, no es de extra?ar que el periodista se convirtiera en un referente absoluto de la comunicaci¨®n en Espa?a
I?aki Gabilondo cumple hoy unos formidables 80 a?os que desde luego han sido muy bien aprovechados tanto en su trayectoria profesional como en el ¨¢mbito personal y familiar. Felicidades.
Me suele gustar decir que I?aki es de las pocas personas que yo conozco que cada vez que habla es para decir algo.
Es, adem¨¢s, un gran conversador que atrae normalmente a quien le escucha por la claridad con que es capaz de expresar sus ideas, por su extraordinaria fluidez verbal, por la riqueza de su lenguaje y por su amenidad.
No extra?a, por tanto, que, con esas ¡°condiciones naturales¡±, debidamente cultivadas por cierto (es, por ejemplo, un lector voraz), se convirtiera hace ya muchos a?os en un referente absoluto de la comunicaci¨®n en Espa?a, primero en la radio y luego tambi¨¦n en la televisi¨®n.
I?aki destac¨® siempre a lo largo de su trayectoria profesional por su formidable poder para transmitir y compartir ideas, opiniones y desde luego emociones y sentimientos. Pero tambi¨¦n posee otra cualidad imprescindible para el desarrollo de este oficio de comunicar: su enorme capacidad para escuchar al otro, bien sea un gran l¨ªder pol¨ªtico, un famoso, un artista, un erudito, o en la mayor¨ªa de los casos alguno de sus miles y miles de oyentes con quienes llegaba a relacionarse en antena a unos niveles de complicidad y confianza realmente asombrosos.
Por si todo esto fuera poco, I?aki ha tratado de ser siempre honesto e ir en busca de la verdad y la justicia con may¨²sculas, sin concesiones a la galer¨ªa y sin ataduras morales ni materiales.
Sus detractores le han tachado alguna vez, no sin cierta inquina, de ser algo tibio en algunos temas delicados. Le han acusado de mantener un ¡°equidistancia¡± impropia en algunos casos.
Por el contrario, en el espinoso asunto del llamado ¡°tema vasco¡± por ejemplo, su gran virtud fue no alinearse nunca con la intolerancia y el extremismo opinativo, tan en boga en algunos momentos en diversos medios.
Finalmente, quisiera destacar una m¨¢xima que, seg¨²n el propio I?aki, ha sido fundamental en su trabajo period¨ªstico y que recomienda siempre a cuantos dan sus primeros pasos en esta profesi¨®n. Seg¨²n sus propias palabras, ¡°cuando digo que s¨¦ algo, es porque la informaci¨®n que transmito ha sido debidamente contrastada y ponderada; cuando no s¨¦ algo, digo que no lo s¨¦, y cuando dudo, digo que dudo¡±. Un buen consejo que no estar¨ªa mal que nos aplic¨¢ramos siempre todos en nuestro oficio.
Mucho me temo que este texto tiene un cierto aire hagiogr¨¢fico y es evidente mi admiraci¨®n y mi reconocimiento a la figura profesional de I?aki. No puedo ni quiero ocultarlo.
Ahora bien, quien pueda pensar que mis palabras est¨¢n condicionadas por el hecho de haber sido muchos a?os compa?eros de profesi¨®n y de empresa, y sobre todo por tratarse de uno de mis hermanos, est¨¢n totalmente equivocados.
I?aki como hermano es de lo m¨¢s normal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.