Los cromos de futbolistas
Los fichajes, traspasos, enjuagues, trampas que se realizan en los despachos del estadio no son ni de lejos tan limpios como los que cerr¨¢bamos los ni?os sentados en corro en la acera
Los cromos de los futbolistas que, de ni?o, uno contemplaba envueltos en un aroma de linotipia perduran como una categor¨ªa de la mente hasta el final de la vida. Aquellos futbolistas eran h¨¦roes sobrehumanos, pero en el intercambio de cromos, que uno realizaba con los compa?eros, su valor y aprecio variaba, no por su juego en el campo, los remates de cabeza, las paradas de palomita o la forma de driblar, sino por las veces que sal¨ªan o no repetidos en los sobres del kiosco cada semana. As¨ª era el trato. ¡°Te cambio estos tres del Valladolid por un Gainza del Athletic de Bilbao. Te doy cuatro por un Zarra o por un Puchades o por un Ramallets¡±. En el trapicheo de los cromos aprendimos los ni?os de posguerra la ley de la oferta y la demanda, los efectos de la devaluaci¨®n y la utilidad marginal de una mercanc¨ªa. Aquellos h¨¦roes permanecieron inalterables sin edad en nuestra mente a lo largo del tiempo hasta que un d¨ªa vimos a un futbolista en persona de paisano fuera del cromo y nos sorprendi¨® descubrir que era un chaval, cuando nosotros ten¨ªamos ya 40 a?os. Era la primera vez en que uno se sinti¨® viejo. Entonces empezaba la nostalgia que Serrat cantaba en la canci¨®n Temps era el Temps, la de Espa?a una, grande y libre, la del concurso Lo toma o lo deja, la de gomas y lavativas, la de Metro-Goldwyn-Mayer, la de Basora, C¨¦sar, Kubala, Moreno y Manch¨®n. En el futbol actual el trapicheo de cromos contin¨²a, pero ahora los cromos son de carne y hueso y algunos valen 200 millones. Los fichajes, traspasos, enjuagues, trampas que se realizan en los despachos del estadio no son ni de lejos tan limpios como los que cerr¨¢bamos los ni?os sentados en corro en la acera. Mientras el p¨²blico ruge en la grada en el palco presidencial aquellos seres que anta?o nos parec¨ªan h¨¦roes sobrehumanos hoy son convertidos en mercanc¨ªa y sus cuerpos se compran y se venden por partes.
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