Reglas fiscales europeas
La nueva propuesta de la Comisi¨®n muestra una ambici¨®n limitada pero puede resultar efectiva
La Comisi¨®n Europea ha lanzado una propuesta para modificar las reglas fiscales (presupuestarias) europeas de ambici¨®n insuficiente pero razonable. El Pacto de Estabilidad cosech¨® resultados muy deficientes al poner en marcha los controles del d¨¦ficit p¨²blico (a un m¨¢ximo del 3% del PIB) y la deuda (del 60%), y esa es la pieza (hoy temporalmente suspendida) que se busca retocar.
Por un lado, los controles excesivos facilitaron la pol¨ªtica de austeridad con que la Uni¨®n afront¨® la Gran Recesion de 2008 y dispararon el descontento popular por los recortes sociales, la fricci¨®n Norte-Sur, el populismo, y condujeron a casi el colapso de la uni¨®n monetaria causado por el desplome de algunas deudas soberanas. Por otro lado, el Pacto de Estabilidad tambi¨¦n fue incapaz de imponer su te¨®rica contundencia a los incumplidores, y lo han sido la pr¨¢ctica totalidad de los Veintisiete. Nunca ninguno ha sido multado. Peor a¨²n: cuando lo han violado pa¨ªses poderosos como Alemania y Francia ¡ªen 2003¡ª, lograron imponer una modificaci¨®n en sentido favorable a ambos pa¨ªses. Los autotitulados ¡°frugales¡± suelen olvidarlo y tampoco reclaman el retorno del plan a su arquitectura original. Parece que solo pueda provocar problemas el endeudamiento de la periferia, que es con frecuencia excesivo.
En vez de cuestionar los objetivos num¨¦ricos del pacto, Bruselas ha optado por la v¨ªa pragm¨¢tica de hacer m¨¢s digeribles y razonables los mecanismos para alcanzarlos. El suced¨¢neo no es ¨®ptimo pero puede funcionar y demostrarse transitable. Los retoques van en la buena direcci¨®n y consisten en imponer una sencilla regla de gasto (que no crezca por encima de la econom¨ªa), trazar planes individualizados para cada pa¨ªs, desplegarlos en un ¨¢mbito temporal sensato (entre cuatro y siete a?os, en vez de anualmente) y, por fin, rebajar las multas dinerarias a la par que se aumentan las sanciones ¡°reputacionales¡±, es decir, llamadas a que los mercados financieros presionen en pro de la ortodoxia fiscal. Tambi¨¦n es sensato otorgar un mayor papel consultivo a las autoridades fiscales independientes, sin llegar a convertir en ¨¢rbitros pol¨ªticos a estos ¨®rganos t¨¦cnicos de fiscalizaci¨®n porque podr¨ªa comportar efectos indeseables desde el punto de vista democr¨¢tico.
Esta reforma permitir¨¢ mejorar los procedimientos contra el d¨¦ficit y la deuda excesivos. Lo peor es que es asim¨¦trica: mejora poco el mecanismo contra los ¡°desequilibrios macroecon¨®micos¡±, que es el que persigue los excesos de pa¨ªses m¨¢s pr¨®speros, como son los super¨¢vits excesivos.
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