La audacia del presidente S¨¢nchez
Las reformas de la sedici¨®n y de la malversaci¨®n se inspiran en nuestra mejor tradici¨®n de oligarqu¨ªa y caciquismo, y protegen a una clase: no todo el mundo puede encabezar una acci¨®n sediciosa o trapichear con dinero p¨²blico
En alguna ocasi¨®n he criticado al presidente del Gobierno, pero precisamente por eso es importante reconocer sus aciertos. Uno de los m¨¢s evidentes es la reforma de la sedici¨®n. Era una de esas cosas tan claras que resulta imposible verlas: si eliminas el delito de sedici¨®n, desaparecen los sediciosos. Es cierto que presentar la reforma por la v¨ªa r¨¢pida es poco ortodoxo y que negociar las condenas con los perpetradores facilita las cr¨ªticas demag¨®gicas: algunos apuntan que la transformaci¨®n de los sediciosos a la no-sediciosidad libera de reproche a quien pacta con ellos. Pero antes nunca supuso un problema alcanzar acuerdos con los secesionistas, as¨ª que no se entiende qu¨¦ cambiar¨ªa ahora. ?Y acaso hay alguien que conozca mejor el asunto que los condenados? Son las personas id¨®neas para dise?ar la respuesta legal, y m¨¢s cuando algunos han prometido repetir sus acciones. La reforma, como los indultos, permitir¨¢ calmar los ¨¢nimos en Catalu?a, o al menos los ¨¢nimos que cuentan, tras la feroz resistencia que encontr¨® la aplicaci¨®n del 155 en 2017: hubo incluso un exconseller que se hizo un selfie en el despacho antes de abandonarlo. En esa reforma se encuentra el germen de otra que de momento es solo especulaci¨®n, pero ser¨ªa a¨²n m¨¢s valiente: la rebaja de la pena por malversaci¨®n cuando no hay lucro personal. Si dejamos de considerar que desviar fondos para ganar elecciones o para atacar el orden constitucional es corrupci¨®n, habr¨¢ menos corrupci¨®n en Espa?a. Eso deber¨ªa alegrarnos a todos. Resulta excesivo que alguien vaya a la c¨¢rcel por desviar fondos p¨²blicos para crear una rep¨²blica menos corrupta o para impedir la victoria electoral de una fuerza que podr¨ªa debilitar el Estado de bienestar. Las dos reformas de la sedici¨®n y de la malversaci¨®n se inspiran en nuestra mejor tradici¨®n de oligarqu¨ªa y caciquismo, y protegen a una clase: no todo el mundo puede encabezar una acci¨®n sediciosa o trapichear con dinero p¨²blico. Luego la cosa sale mal y hay escenas inc¨®modas en el Liceo. Aun as¨ª, la aplicaci¨®n, como ha dicho Gabriel Rufi¨¢n, ha de ser quir¨²rgica: si te descuidas, puede favorecer a un adversario. Algunos dicen que la insinuaci¨®n de esta reforma es un tanteo: si avanza, estupendo; si no, distrae a los indignados por la reforma de la sedici¨®n. Pero tambi¨¦n se dec¨ªa eso de otras propuestas. El presidente no debe retroceder ni desanimarse: sabe mejor que nadie que la fortuna ayuda a los audaces. @gascondaniel
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