Un esc¨¢ndalo de la dimensi¨®n de un Estado y el ¡®hate¡¯ a las mujeres en redes
En redes sociales, donde las mujeres solemos estar en la diana del odio, no sabemos hasta qu¨¦ punto lo escrito puede cruzar esa frontera de la realidad. Un delirio cuando se est¨¢ ah¨ª
Esta es la versi¨®n web de Americanas, el newsletter de EL PA?S Am¨¦rica que aborda noticias e ideas con perspectiva de g¨¦nero. Si quieren suscribirse, pueden hacerlo en este enlace.
Es sencillo: para saber algo sobre el odio a las mujeres en redes sociales hay que ser mujer y tener alguna red social. Twitter, de preferencia, la m¨¢s verbal de todas, la m¨¢s expl¨ªcita en este sentido. Y ...
Esta es la versi¨®n web de Americanas, el newsletter de EL PA?S Am¨¦rica que aborda noticias e ideas con perspectiva de g¨¦nero. Si quieren suscribirse, pueden hacerlo en este enlace.
Es sencillo: para saber algo sobre el odio a las mujeres en redes sociales hay que ser mujer y tener alguna red social. Twitter, de preferencia, la m¨¢s verbal de todas, la m¨¢s expl¨ªcita en este sentido. Y aunque desapareciera, el odio expl¨ªcito encontrar¨ªa otras salidas. Antes del a?o pasado me hab¨ªa tocado recibir alguna que otra injuria, alg¨²n insulto suelto, hab¨ªa mirado algunos ataques en los que hab¨ªa intervenido gan¨¢ndome algunos comentarios violentos. Casual, as¨ª gen¨¦rico es ser mujer en una red social. Hasta que me toc¨® estar en el centro de un esc¨¢ndalo medi¨¢tico. No uno chico, no uno de jueves, de ¡°me gust¨® esta pel¨ªcula, voy a tuitearlo a ver si no me cancelan¡±, no un comentario feminista a favor de despenalizar el aborto o a favor de los derechos trans que al salir a esa atm¨®sfera generan, como cometas, estelas de hate. No fue un pu?ado de tuits, no.
Me toc¨® estar en medio de un esc¨¢ndalo que tuvo las dimensiones que tiene el Estado. Un presidente mencionando mi nombre, dirigi¨¦ndose a m¨ª como adversaria, como una conservadora en contra de su proyecto. Un hombre que fund¨® un partido pol¨ªtico, un presidente por el que votaron millones de mexicanos y mexicanas, entre las cuales estuve yo (tres veces) apoyando un proyecto de izquierda. Un hombre en el m¨¢ximo puesto de poder contra alguien que escribe y tiene una cuenta de Twitter. Y que, uy, es mujer. La f¨®rmula para explotar una bomba de odio. Las declaraciones del presidente, sumadas a la cantidad de medios mencionando mi nombre y la cantidad de veces que mi nombre se mencion¨® en redes sociales me dej¨® ver el odio a las mujeres en todo su espectro. Ah¨ª s¨ª, en varias redes sociales, aplicaciones, plataformas, mensajes, intentos de hackeo de mis cuentas, entre otras cosas. A la distancia, despu¨¦s de ese episodio ¨Cfuera de foco en este texto¨C recurro a ¨¦l para hablar de algo de lo que revela a gran escala ese hate hacia las mujeres en redes sociales.
No quisiera citar ni darle espacio a los mensajes de odio, ?para qu¨¦ replicarlos? Por otro lado, ?qu¨¦ peor forma de perseguirse que buscar cosas que se dicen o escriben de una misma? Pero me parece que vale la pena detenerse en ese espectro de odio que va desde lo ligero ¡ªalguna burla o menci¨®n a alg¨²n rasgo f¨ªsico¡ª, es decir, quien busca humillar, ridiculizar o insultar, pasando por el acoso, hasta lo m¨¢s grave que son amenazas que podr¨ªan atentar en contra de la integridad o la vida, esa punta del iceberg del discurso de odio.
En principio, las redes sociales como estructura de comunicaci¨®n son la posibilidad de una utop¨ªa de horizontalidad. Cualquiera puede comunicarse con pol¨ªticos, artistas, m¨²sicos, amigos, actores o desconocidos por igual. Las redes sociales tambi¨¦n son la inclinaci¨®n natural de la democracia: todos y todas con la misma cantidad de caracteres, con una tipograf¨ªa uniformada, con total y absoluta libertad de expresi¨®n. Todas las partes importan de la misma manera, todos somos igual de importantes en ese espacio virtual. Sin embargo, es m¨¢s complicado. Quienes tenemos acceso a internet gozamos de ciertos privilegios. O ese otro lado, el anonimato que suponen las redes sociales. Ah¨ª est¨¢ uno de sus lados oscuros, ese anonimato que permite las granjas de bots, por ejemplo, como instrumento pol¨ªtico. O el mismo hate. Y lejos de esa utop¨ªa de la horizontalidad, los problemas de una sociedad se exacerban en las redes sociales. En una sociedad ya de por s¨ª con graves problemas de violencia de g¨¦nero.
Como el alcohol que multiplica la euforia, el cansancio o la violencia en una persona, el poderse esconder detr¨¢s de una arroba lo permite todo y, por lo tanto, tambi¨¦n permite una violencia sin l¨ªmites. Que, por supuesto, es a¨²n peor cuando est¨¢ dirigida en contra de las mujeres. Por ejemplo, seg¨²n el Informe de Violencia Digital contra las Mujeres en la Ciudad de M¨¦xico de 2021, 40% de las mujeres enfrentan acoso o propuestas sexuales, la mayor¨ªa provenientes de cuentas an¨®nimas, y diariamente se registran entre 15.000 y 20.000 mensajes de odio por razones de g¨¦nero. Si las redes sociales son un term¨®metro de lo que pasa en esta parte de la regi¨®n, lo que reflejan es una sociedad imposiblemente violenta. Ejemplos sobran.
Uno de ellos es el caso reciente de la escritora colombiana Carolina San¨ªn (tambi¨¦n mantengamos fuera de foco la pol¨¦mica para centrarnos en el hate que recibi¨®). Ella escribi¨® algunos tuits y a cambio recibi¨® cientos de mensajes, multiplic¨¢ndose aqu¨ª y all¨¢, en su contra. Claro, importa lo que escribi¨® en los tuits. Yo misma creo y pienso lo contrario que ella al respecto. Sin embargo, la cancelaci¨®n en redes sociales es feroz en contra de las mujeres porque pasa por la violencia. La escritora argentina Mariana Enr¨ªquez termin¨® cerrando su cuenta de Twitter a ra¨ªz de esta pol¨¦mica.
En redes sociales principalmente se expresa el odio a trav¨¦s de lo verbal. Hay otras formas ¨Ccomo el contenido de las plataformas, las im¨¢genes que se publican¨C pero la verbal es la m¨¢s expl¨ªcita cuando se trata del odio. La palabra escrita ¨Cel mismo material con el que se hace un tuit o una novela¨C es la que se usa para atacar. Pero, a diferencia de la ficci¨®n, en donde todo es posible y es uno de los ¨²ltimos espacios para la libertad, en redes sociales no sabemos hasta qu¨¦ punto lo escrito puede cruzar esa frontera de la realidad. Un delirio cuando se est¨¢ ah¨ª, con esa imposibilidad de distinguir qu¨¦ se queda en el espacio virtual y qu¨¦ puede cruzar a la realidad. En esa frontera podemos perdernos. En ese v¨®rtice violento entre lo escrito y lo real no sabemos cu¨¢ndo pueden confundirse, desdibujarse. Y acaso, por esa zona gris que me toc¨® pasar, me parece importante cuestionar el odio que vemos en redes sociales: ?qu¨¦ tan visible o invisible es esa frontera entre la realidad y la palabra escrita?
Estos son nuestros art¨ªculos recomendados de la semana:
El aborto, decisivo para que los dem¨®cratas retuvieran el Senado en Nevada
Zald¨ªvar reivindica la defensa de los derechos de las mujeres como su legado en M¨¦xico
El anillo que permiti¨® atrapar al sospechoso del feminicidio de Blanca Arellano en Per¨²
Lucha Castro y las primeras mujeres que pelearon contra los feminicidios en M¨¦xico
Julieta Mart¨ªnez, la chilena que pone un altavoz al activismo de las ni?as frente al cambio clim¨¢tico
Rachel E. Gross: ¡°La medicina ha descuidado el cl¨ªtoris porque no se considera reproductivo¡±
C¨®mo dirigir un negocio de hosteler¨ªa sin quemarse en el intento
¡®Podcast¡¯ | El gol de Qatar al Mundial
Y una sugerencia para acabar:
???Un evento: Una conversaci¨®n online con j¨®venes sobre violencia de g¨¦nero
Por Lorena Arroyo
Comienzo esta recomendaci¨®n con el disclaimer o la advertencia de que viene con autobombo, pero esta vez quer¨ªa recomendarles seguir una conversaci¨®n virtual que tendremos esta semana en Am¨¦rica Futura, la plataforma de EL PA?S Am¨¦rica para informar sobre desarrollo sostenible, que tiene como uno de sus pilares la igualdad de g¨¦nero. Para comenzar con los eventos relacionados con el d¨ªa internacional de la eliminaci¨®n de la violencia contra las mujeres, el mi¨¦rcoles 23 tendremos una conversaci¨®n online con autoridades y j¨®venes de diferentes pa¨ªses de Am¨¦rica Latina para hablar de c¨®mo les afecta a ellos la violencia de g¨¦nero y pensar en soluciones.
Entre los participantes estar¨¢n Ana Baiardi, gerenta de G¨¦nero, Inclusi¨®n y Diversidad de CAF- banco de desarrollo de Am¨¦rica Latina, Solana Quesada, directora de la asesor¨ªa para la Igualdad de G¨¦nero de la Intendencia de Montevideo (Uruguay); Anya Victoria Delgado, directora del proyecto regional sobre violencia de g¨¦nero de la Fundaci¨®n Panamericana para el Desarrollo, con sede en M¨¦xico; Nicol¨¢s Pontaquarto, de la Direcci¨®n de Promoci¨®n de Masculinidades para la Igualdad del Ministerio de Mujeres, Pol¨ªticas de G¨¦nero y Diversidad Sexual de la Provincia de Buenos Aires (Argentina); M¨®nica Keragama, joven de la comunidad ember¨¢ de Kat¨ªo (Colombia), Helenis Manolas, presidenta del Consejo Nacional de Juventud de Panam¨¢ y Laura Melo, una joven colombiana que fue v¨ªctima de violencia en una relaci¨®n de pareja.
La charla virtual ser¨¢ el mi¨¦rcoles 23 de noviembre a las 15.00 horas (hora de Colombia, Panam¨¢, Per¨² y Ecuador), 16.00 horas (hora de M¨¦xico, Bolivia y Venezuela) y 17.00 horas (hora de Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay). Pueden seguirla en la web de EL PA?S Am¨¦rica a trav¨¦s de Am¨¦rica Futura.