Rachel E. Gross: ¡°La medicina ha descuidado el cl¨ªtoris porque no se considera reproductivo; est¨¢ relacionado con el placer y los m¨¦dicos se sienten inc¨®modos¡±
La periodista cient¨ªfica critica la escasa investigaci¨®n en torno al placer sexual de la mujer
En 1545, un anatomista franc¨¦s diseccion¨® un cl¨ªtoris humano y lo llam¨® membre honteux ¡ªel miembro vergonzoso¡ª. Mientras que el t¨¦rmino latino para la vulva, pudendum, significa ¡°parte de la que hay que avergonzarse¡±, la palabra alemana para designar los labios es Scham-lippen, en espa?ol, ¡°labios de verg¨¹enza¡±. La historia del cuerpo femenino ha sido escrita mayoritariamente por hombres y ha estado durante siglos ¡°te?ida de verg¨¹enza¡±, tal y como critica la periodista cient¨ªfica Rachel E. Gross (Long Beach, California, 33 a?os) en su libro Vagina Obscura.
Pregunta. En el libro, menciona que hay algunas partes del cuerpo de la mujer menos conocidas que el fondo del oc¨¦ano o la superficie de Marte. ?Se refiere a la vagina?
Respuesta. S¨ª, me refiero a todos los ¨®rganos de ah¨ª abajo [usa esta expresi¨®n intencionadamente]. Hasta hace muy poco, no sab¨ªamos c¨®mo era el microbioma vaginal [el conjunto de microorganismos que se encuentran en la vagina] ni que los ovarios eran capaces de producir nuevos ¨®vulos. Tampoco sab¨ªamos que el ¨²tero es uno de los ¨®rganos m¨¢s regenerativos del cuerpo y hace unas semanas aprendimos cu¨¢ntas fibras nerviosas hay en el cl¨ªtoris. Esto nos da una idea de lo reciente que es este conocimiento y lo poco que sab¨ªamos antes.
P. Mientras que el punto G debe su nombre al ginec¨®logo alem¨¢n Ernst Gr?fenberg, las trompas de Falopio se llaman as¨ª por el anatomista italiano Gabrielle Falloppio. ?C¨®mo les afecta a las mujeres que la historia de su propio cuerpo haya sido escrita por hombres?
R. En parte, por este motivo la investigaci¨®n ha estado tan enfocada en la reproducci¨®n. Hist¨®ricamente, los hombres han visto el cuerpo femenino como inferior y diferente al masculino, como algo que se defin¨ªa por su capacidad para crear vida. Los ovarios se han visto durante mucho tiempo como canastas de ¨®vulos. Pero se ha descuidado su segunda funci¨®n, que en realidad es m¨¢s importante, y que consiste en crear hormonas que apoyen a todo el cuerpo. Los estr¨®genos y la testosterona sustentan los huesos, la sangre y el cerebro, independientemente de que te quedes embarazada o no.
P. ?Esta historia ser¨ªa diferente si hubiera sido escrita por mujeres?
R. Definitivamente. Aqu¨ª incluyo a aquellas mujeres cient¨ªficas que intentaron escribir esta historia y se encontraron con obst¨¢culos sistem¨¢ticos y sesgos que impidieron que su trabajo se generalizara. Tambi¨¦n a los cient¨ªficos homosexuales y minoritarios que tuvieron una mirada diferente. El cirujano que acaba de descubrir la cantidad de fibras nerviosas en el cl¨ªtoris realiza cirug¨ªas en hombres trans. Su objetivo era aumentar la funci¨®n sexual de los hombres trans utilizando los nervios del cl¨ªtoris. Este es un gran ejemplo de c¨®mo aprender m¨¢s sobre nuestro cuerpo.
Si las mujeres hubieran escrito esta historia, habr¨ªan estado interesadas en el placer femenino y la salud en general. Seguramente no habr¨ªan visto la menopausia como una enfermedad, sino como una fase natural de la vida. Habr¨ªan intentado entenderla en lugar de tratar de medicalizarla de inmediato y resolverla como si fuera un problema de que las mujeres est¨¢n perdiendo su feminidad y desvaneci¨¦ndose. Aun as¨ª, todos los cient¨ªficos se criaron en el mismo sistema y las mujeres tambi¨¦n tienen sesgos interiorizados.
¡°El sangrado abundante, la endometriosis o las infecciones no se consideran importantes, son ¡®solo¡¯ problemas femeninos¡±
P. Hace unos a?os, un experto en endometriosis le dijo que ¡°nadie en el Congreso realmente se preocupa por el ¨²tero cuando no tiene un beb¨¦ dentro¡±, seg¨²n comenta en el libro. ?Esto a¨²n ocurre?
R. Definitivamente. La mayor¨ªa de nuestros d¨®lares en investigaci¨®n est¨¢n destinados a la fertilidad y la reproducci¨®n. Gran parte de los campos de la medicina han descuidado el cl¨ªtoris porque no se considera reproductivo. Est¨¢ relacionado con el placer sexual y los m¨¦dicos se sienten inc¨®modos al hablar de ello. Sabemos tan poco sobre tantas partes del cuerpo femenino porque los anatomistas masculinos no estaban haciendo las preguntas que los habr¨ªan llevado a esas respuestas. No sent¨ªan curiosidad sobre el placer sexual, la forma del cl¨ªtoris o el microbioma vaginal.
P. ?Hay un desconocimiento general entre las mujeres sobre c¨®mo funcionan sus vaginas?
R. Absolutamente. En algunos pa¨ªses apenas se puede decir su nombre y se usan eufemismos como ¡°ah¨ª abajo¡± e incluso ¡°culo delantero¡±. Si te ense?an que esta parte de tu cuerpo es tan vergonzosa e indescriptible, ?c¨®mo vas a sentir curiosidad al respecto? En Estados Unidos, la educaci¨®n sexual es muy pobre. B¨¢sicamente, te dicen que no te quedes embarazada y no contraigas una ETS (enfermedad de transmisi¨®n sexual). As¨ª es poco probable que pienses en ello como algo interesante, fascinante y placentero. Necesitamos hablar m¨¢s directamente sobre el placer y no enmarcarlo como algo vergonzoso o culpable.
En la sociedad, existe esta intersecci¨®n de dos fuerzas que dificultan tanto la curiosidad por tu propia vagina como su estudio cient¨ªfico. La primera es el factor de asco. Las vaginas se consideran groseras y los cient¨ªficos masculinos se asustan. Ni siquiera pueden decir la palabra y se sienten inc¨®modos. La segunda es que cosas como el sangrado abundante, la endometriosis o las infecciones no se consideran importantes, son ¡®solo¡¯ problemas femeninos.
¡°Hist¨®ricamente, los cient¨ªficos han visto a las mujeres como portadoras de beb¨¦s que no necesitan orgasmos y tienen menos deseo sexual¡±
P. ?Por qu¨¦ es importante saber d¨®nde est¨¢ el cl¨ªtoris y para qu¨¦ sirve?
R. El cl¨ªtoris aporta mucho placer y bienestar a las personas. Fue fortalecedor, para m¨ª, darme cuenta de lo extenso que es y c¨®mo est¨¢ interconectado con todo lo que lo rodea. No es una cosa diminuta ni es simplemente un ¡°pene diminuto¡±, aunque tiene muchas similitudes importantes con este ¨®rgano. Si bien el cl¨ªtoris ha sido descartado como algo fr¨ªvolo o no relevante para la ciencia m¨¦dica, las erecciones masculinas a menudo han sido altamente medicalizadas y las grandes farmac¨¦uticas han invertido en ellas. ?Cu¨¢l es la raz¨®n de esta diferencia? En parte, hist¨®ricamente los cient¨ªficos varones han visto a las mujeres como portadoras de beb¨¦s que no necesitan orgasmos y tienen menos deseo sexual que los hombres.
Si entiendes que tu cl¨ªtoris abraza la vagina y la uretra, que tiene muchas terminaciones nerviosas, que es la parte m¨¢s sensible de tu cuerpo y que no puedes tener un orgasmo sin ¨¦l, tu experiencia sexual cambia. Te hace darte cuenta de que tu cuerpo funciona perfectamente. La mayor¨ªa de nosotras no vamos a tener un orgasmo de repente debido a la penetraci¨®n. Vas a necesitar concentrarte en el cl¨ªtoris y darte cuenta de que tu cuerpo no est¨¢ en guerra consigo mismo, no es el cl¨ªtoris contra la vagina, sino que todo est¨¢ unificado. No esperar que tu cuerpo necesite hacer algo imposible durante el sexo mejora tu bienestar sexual y te permite explorar lo que realmente te gusta en lugar de lo que la sociedad te dice que deber¨ªa funcionar.
P. ?Cu¨¢l es el mito m¨¢s extendido sobre nuestra vagina?
R. Que el punto G es un bot¨®n m¨¢gico, y si lo encuentras, tendr¨¢s un orgasmo incre¨ªble. Muchas revistas femeninas a menudo te dicen que lo encuentres. El punto G es el lugar donde se juntan los bulbos de los brazos del cl¨ªtoris y otros tejidos y gl¨¢ndulas de la vagina. Pero, en realidad, no es m¨¢gico. Solo tienes que explorar tu propio cuerpo y ver qu¨¦ funciona para ti.
P. El t¨¦rmino latino de la vulva pudendum significa ¡°partes de las que deber¨ªas avergonzarte¡±. ?Se deber¨ªa cambiar el lenguaje con el que se hace referencia a los genitales femeninos?
R. Pudendum es un t¨¦rmino m¨¦dico que refleja c¨®mo la medicina no se ha ocupado igual de los cuerpos femeninos que de los masculinos y no ha considerado c¨®mo se refiere a ellos. Hay muchos otros ejemplos y esto es un problema. Incluso si no eres consciente de ello, algunas de estas palabras son muy comunes y pueden moldear sutilmente tu relaci¨®n con tu cuerpo. Es bueno saber de d¨®nde vienen y estar al tanto de la historia. Hay muchas que probablemente no cambiaremos, como la vagina, el cl¨ªtoris y los labios. Pero es importante entender que la anatom¨ªa no es neutral y que algunos de estos nombres reflejan que los hombres dominaron la historia de la medicina.
FE DE ERRORES: En una primera versi¨®n de esta entrevista se public¨® la siguiente respuesta: ¡°El cirujano que acaba de descubrir la cantidad de fibras nerviosas en el cl¨ªtoris es una persona transg¨¦nero que realiza cirug¨ªas en hombres trans¡±. Lo que la entrevistada quiso decir en realidad fue: ¡°El cirujano que acaba de descubrir la cantidad de fibras nerviosas en el cl¨ªtoris realiza cirug¨ªas en hombres trans¡±.
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