Twitter contra Pablo Motos: ir a por lana y salir trasquilado

Su programa presume de llevar a los invitados a divertirse, pero a lo que pareci¨® acudir Pablo Motos a El Hormiguero el jueves pasado fue a defenderse. El presentador dedic¨® 10 minutos de su espacio a criticar el anuncio de Ogilvy para el Ministerio de Igualdad, que incluye una referencia velada a su programa. Entre otras situaciones reales, recrea la pregunta que Motos hizo en El Hormiguero a Elsa Pataky: ¡°?T¨² cuando duermes usas ropa interior sexi o c¨®moda?¡±. La actriz que interpreta a la entrevistada se gira a c¨¢mara y concluye: ¡°Si yo fuera un t¨ªo, ¨¦l no me habr¨ªa hecho esa pregunta¡±. El anuncio lo remata un texto que reza: ¡°Una de cada dos mujeres ha sufrido alg¨²n tipo de violencia machista a lo largo de su vida. Si ni t¨² ni yo hemos sido, y no vas a hacer nada para pararlo, ?entonces qui¨¦n?¡±.

Pablo Motos se escud¨® aportando contexto: Elsa Pataky fue a promocionar una marca de lencer¨ªa para la que hab¨ªa protagonizado una campa?a y ambos estaban hablando de qu¨¦ tipo de ropa interior usaban. Tambi¨¦n se mostraron varios cortes de entrevistas del programa en las que Motos ha hablado de lencer¨ªa masculina con hombres. Despu¨¦s, el presentador anim¨® a sus compa?eros de tertulia Juan del Val, Nuria Roca, Cristina Pardo y Tamara Falc¨® a que diesen su opini¨®n al respecto. Todos le defendieron, qui¨¦n lo hubiera imaginado. La campa?a puede presumir de haber enfadado tanto a Tamara Falc¨® que la llev¨® a saltarse su escrupuloso c¨®digo verbal ¡ª¡±voy a decir una palabrota¡±, avis¨®¡ª y afirmar que se trataba de ¡°una campa?a de mierda¡±.

Si se denomina efecto Streisand al intento de censura de una informaci¨®n que acaba provocando su m¨¢s amplia difusi¨®n, podr¨ªamos denominar efecto Motos a conseguir que mucha gente descubra que se te acusaba de algo solo por que sales a defenderte. Los comentarios rijosos a las actrices y cantantes han sido tan habituales en televisi¨®n que muchos contemplamos la campa?a del ministerio sin saber a qui¨¦n alud¨ªa, como manifestaron varios tuiteros. Excusatio non petita...

Aunque a menudo se retroalimentan, la televisi¨®n y Twitter juegan en ligas diferentes. Por eso, Pablo Motos es el presentador de un programa de ¨¦xito ¡ªla emisi¨®n congreg¨® a 2.613.000 espectadores¡ª y, al mismo tiempo, un villano en el cortijo de Elon Musk. Como si hubiera pocos. Varios hilos se han dedicado a desmontar la autodefensa que realiz¨® el presentador. Probablemente, el m¨¢s completo es uno a cargo del periodista Jos¨¦ Manuel S¨¢nchez, en el que cita m¨¢s de una veintena de situaciones que definir¨ªamos, en el mejor de los casos, como delicadas para diferentes invitadas al programa. Otro tuitero se ha encargado de rescatar el v¨ªdeo de la visita de Charlize Theron a Jimmy Kimmel en la que la actriz se desahogaba sobre el desconcierto que le provoc¨® su paso por El Hormiguero con Kristen Stewart para promocionar Blancanieves y la leyenda del cazador en 2012. Ha habido tambi¨¦n quien ha recordado cuando pregunt¨® a las actrices de Las chicas del cable si bailaban reguet¨®n, una cuesti¨®n imprescindible para un grupo de profesionales que interpretan a unas telefonistas en los a?os veinte, y acab¨® sentenciando que ¡°ahora mismo las chicas se dividen entre las que saben perrear y las que no¡±. O los besos que le rob¨® a Anastacia o a Chenoa.

El anuncio del ministerio remite a una situaci¨®n con matices que omite, s¨ª. Y, a la vez, como bien ha demostrado esa hemeroteca siempre al quite que es Twitter, podr¨ªamos dedicar un monogr¨¢fico a los comentarios de dudoso gusto del presentador a sus invitados. Sobre todo a sus invitadas. Sin darse cuenta, el alegato de Motos ha dejado la campa?a envuelta para regalo. La mejor manera de rematarla ha sido que un aludido, al rechazar cualquier m¨ªnima autocr¨ªtica, ejemplificara su leitmotiv: ¡°Si no eres t¨², ?entonces qui¨¦n?¡±.